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El Gobierno de Francia se salta el control del Parlamento para aprobar su polémica reforma laboral

El Ejecutivo de Manuel Valls sacará adelante por decreto su proyecto de ley. Varios diputados socialistas han mostrado su rechazo a un texto que ha provocado una huelga general y una oleada de protestas que han cristalizado en la 'Nuit Debout'.

El primer ministro francés, Manuel Valls, durante una sesión en la Asamblea Nacional. - EFE

PÚBLICO / AGENCIAS

PARÍS.- El Gobierno de Francia ha decidido saltarse el control parlamentario para aprobar por decreto su polémica e impopular reforma laboral, una de las medidas estrellas del presidente François Hollande. El primer ministro francés, Manuel Valls, ha anunciado este martes que su Ejecutivo recurrirá al artículo 49.3 de la Constitución para sacar adelante el proyecto de ley sin que sea sometido a la votación de la Asamblea Nacional.

Valls ha justificado su decisión basándose en que su gabinete está "convencido de que (su reforma laboral) es un buen texto para el país" y que, por lo tanto, debe adoptarse. La reforma quedará aprobada en la Asamblea Nacional a menos que la oposición introduzca en las 24 horas siguientes una moción de censura, que los diputados conservadores ya han anunciado que van a presentar.

Valls asegura que su Ejecutivo está "convencido de que la ley es un buen texto para el país" y que, por lo tanto, debe ser aprobado

De superar la moción, el texto irá al Senado para una primera lectura en esa cámara y, si hay discrepancias, pasaría de nuevo a la Asamblea, donde el Ejecutivo podría servirse de nuevo de ese artículo constitucional, calificado por la oposición de "antidemocrático". La última vez que el Ejecutivo socialista recurrió al artículo 49.3 fue en 2015 con la ley de liberalización económica (más conocida como "ley Macron" por el nombre de su autor, el ministro de Economía, Emmanuel Macron).

Valls ha defendido durante una acalorada sesión parlamentaria del control al Gobierno que vuelve a hacer uso del mismo instrumento porque "el país debe avanzar", y porque "las relaciones salariales y los derechos de los empleados deben progresar". "Desde el principio hemos mostrado una voluntad sincera de diálogo (sobre el proyecto de ley), lo hemos enriquecido para encontrar un compromiso. Se han examinado casi 1.000 enmiendas y se han retenido un tercio. Deseamos dar todas las posibilidades a nuestro país", añadió la ministra de Trabajo, Myriam El Khomri, que da nombre a ese texto.

Los sindicatos y organizaciones juveniles que dirigen en la calle la protesta contra la reforma laboral han convocado para el próximo jueves una nueva jornada de movilizaciones

El Gobierno galo había celebrado una reunión extraordinaria después de que Valls constatara la falta de mayoría suficiente entre los diputados socialistas para aprobar la reforma. Varios de los parlamentarios socialistas reiteraron su rechazo a un texto que creen que implicaría más precariedad para los trabajadores, como Christian Paul, quien dijo que el primer ministro "no siente que el clima de tensión social es el más pesado" desde que Hollande es presidente. 

Paul se quejó también de que Valls "no quiere un compromiso" enmendando el texto, como pretenden los diputados rebeldes. En la misma línea, la exministra Aurélie Filippetti señaló que "es una confesión de debilidad" y "un triste símbolo que el Gobierno vaya a recurrir al 49.3", puesto que "no cuenta con una mayoría de diputados socialistas" para sacar adelante la reforma.

La controvertida ley ha causado numerosas críticas desde la izquierda francesa. Ya no sólo eso, también ha provocado una huelga general y una oleada de protestas que ha cristalizado en el movimiento Nuit Debout. Los sindicatos y organizaciones juveniles que dirigen en la calle la protesta contra la reforma laboral han convocado para el próximo jueves una nueva jornada de movilizaciones.

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