"El Gobierno de Lula tuvo contradicciones"

Dirige el espacio creado por el Partido de los Trabajadores (PT) para fomentar, fuera de las instancias partidarias, la reflexión política y el debate plural.

¿Qué país hereda Dilma?

Los años neoliberales fueron años de poquísimo desarrollo,de concentración de los ingresos, de aumento de la desigualdad. Lo dicen los números. En ocho años se ha revertido esta situación. Tenemos una expectativa de crecimiento económico de más del 7%, a pesar de la crisis internacional. Tenemos una disminución de la pobreza y de la desigualdad. No todo está resuelto. Tenemos una herencia de 500 años de explotación y graves problemas de desigualdad. Pero vamos en la buena dirección.

¿Qué opina de Dilma?

No preocupa su capacidad de gestión, pues ocupó el puesto de coordinación más alto del Gobierno y su labor fue reconocida por todos. Sí preocupaba que nunca había disputado una elección y no tenía el hábito de la política y su discurso era muy técnico. Sabíamos que podía aprender muy rápido. Y lo ha hecho. Lula tiene más capacidad de hablar con el pueblo que Dilma. Ella necesitará más del partido. Es inteligente y fuerte y va a apoyarse en eso para seguir adelante.

"Dilma tiene menos capacidad de hablar al pueblo. Necesitará más del partido" Lula hizo políticas progresistas pero siguió las reglas del capitalismo. Eso le habrá distanciado con movimientos de izquierda.

El Gobierno de Lula tuvo contradicciones. Algunas políticas favorecían la agricultura familiar y a los Sin Tierra, mientras otras favorecieron al latifundio. Pero hay que comprender la correlación de fuerzas en la que se basa el Gobierno. Las elecciones en Brasil funcionan de modo que ningún presidente tiene una mayoría ideológica del Parlamento. Siempre hay que hacer una coalición que camina al centro. Cuando llegamos al poder en 2003 recibimos un Estado muy destruido por el capitalismo. Había que estabilizar la economía. Teníamos una deuda muy alta, desempleo y hubo una política macroeconómica más austera. Esto es todo un debate en el partido. En el segundo mandato, Lula tuvo una alianza firme con el PMDB, partido de centro, y con la economía estabilizada se pudo caminar más a la izquierda pero sobre bases políticas frágiles. Porque cuando se pretende hacer una reforma más progresista, los diputados de los partidos de centro de nuestra coalición no votan con nosotros. Tienen una clara visión de clase y no votan proyectos que van contra su clase. En el PMDB, por ejemplo, hay muchos representantes de los latifundistas.

"Redistribuir la tierra no basta. Los reasentados tienen que poder producir" ¿Qué retos destaca?

Hay cuatro grandes reformas que acometer: electoral (que cambie cómo se elige el Parlamento y haga pública la financiación de los partidos, hoy privada); agraria (no basta con redistribuir la tierra, hay que garantizar que los campesinos reasentados puedan producir y sacar sus productos al mercado, no sólo sobrevivir); tributaria (en Brasil los más pobres y la clase media son lo que más impuestos pagan), y la reforma urbana (pensar las ciudades de otra forma y resolver sus enormes problemas ambientales y de seguridad). Por último, destaco el importante descubrimiento de reservas de petróleo. Va a suponer un aumento de ingresos y puede generar un fondo social para áreas como seguridad, salud o educación, donde es claro que hay que avanzar más.