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Grecia afronta una batalla épica para cumplir sus compromisos

Los nuevos ajustes y reformas aprobados por el gobierno de coalición encabezado por el conservador Samaras encuentran una fuerte resistencia.

REUTERS

Los últimos compromisos fiscales y reformistas de Grecia podrían ser suficientes para convencer a los prestamistas internacionales, cautos tras años de promesas rotas, de mantener a Atenas atado a un salvavidas de 130.000 millones de euros, pero la batalla para llevarlos a cabo será épica. Pocos cuestionan la determinación del nuevo Gobierno de coalición, pero muchos dudan de si el irascible sector público podrá o querrá aplicar las medidas o si la población griega, recuperándose de años de austeridad, puede asumir mucho más sin pelear.

'La voluntad política es fuerte pero también lo son los obstáculos: la burocracia, una administración pública desmoralizada y cada vez peor pagada son dos de los principales', dijo Georgios Pagoulatos, profesor de Economía en la Universidad de Atenas. Los responsables griegos dicen que los 11.500 millones de euros en ajustes acordados esta semana, aunque son más dolorosas para el pueblo, serán más fáciles de aplicar que los cambios estructurales.

Las reformas relativas a liberalizar profesiones y mercados, como la abogacía y la farmacia, se han topado con fuertes protestas sindicales. Otras, como reducir la burocracia para abrir un negocio, han encallado en una administración pública hinchada e ineficaz, incapaz de cambiar.

Desde que fuera rescatada hace dos años, Grecia se ha retrasado repetidamente en sus compromisos de reformas con sus socios, que han amenazado con cortar la financiación a riesgo de desestabilizar el euro.

Atenas, que recibió un segundo rescate este año, culpa de sus fracasos a una recesión más profunda de lo previsto y quiere otros dos años para alcanzar los objetivos en su nuevo acuerdo de rescate. Los prestamistas dicen que las lentas reformas no han dado al programa una oportunidad de funcionar y quieren ver más acción antes de considerar cambios.

Las autoridades griegas han dejado a un lado temporalmente las peticiones de renegociacióncon la troika (compuesta por el Fondo Monetario Internacional, la Unión Europea y el Banco Central Europeo), mientras aprueban medidas fiscales para 2013-14, la mayoría recortes en salarios, pensiones y bienestar. El Gobierno griego, encabezado por el primer ministro conservador Antonis Samaras, también anunció la recuperación de una serie de reformas estructurales para dar a la economía, estancada en su quinto año de recesión, un impulso muy necesario si Grecia quiere salir de una crisis de deuda que está sacudiendo a la moneda única europea.

Grecia está tratando de pagar 3.200 millones de euros en bonos que vencen en agosto y los responsables dicen que el país se quedará sin efectivo en unas semanas, lo que hace que la revisión de la troika sea crucial para su supervivencia.

La troika culminó este domingo su visita a Grecia iniciada a finales de julio tras haber avanzado en las conversaciones sobre el nuevo plan de ahorro de 11.500 millones de euros que exigen los prestamistas internacionales a cambio de seguir financiando al país mediterráneo. 'Las conversaciones han ido bien, hemos hecho buenos progresos. Ahora nos tomaremos un descanso y regresaremos al principio de septiembre', afirmó el representante del FMI y jefe de la troika, Poul Thomsen, tras reunirse con el ministro de Finanzas griego, Yannis Sturnaras, y el ministro de Trabajo, Yannis Vrutsis.

Ahora, el gobierno griego deberá perfilar los nuevos recortes y la cantidad exacta de cada partida a la que se aplicarán las tijeras y, en este sentido, mañana se reunirán con el primer ministro, Andonis Samarás, los líderes de los partidos políticos que apoyan al Ejecutivo. 'El país está comprometido con un paquete de medidas que pondrá la economía en el camino del crecimiento y que eliminará para siempre el peligro de una bancarrota', aseguró el ministro Sturnaras en una entrevista que publica la edición dominical del diario Ethnos.

Los recortes que harán posible el ahorro de 11.500 millones de euros en los presupuestos de 2013 y 2014 no se conocen aún oficialmente aunque diversas filtraciones hablan de un aumento en la edad de jubilación, nuevos recortes de pensiones y reducción de salarios públicos. La oposición ha criticado duramente los nuevos planes del gobierno y el principal partido de la oposición, la izquierda radical de Syriza, ha prometido luchar 'dentro y fuera del parlamento' para detener las medidas.

Nikos Nikolopulos, diputado del partido conservador Nueva Democracia (ND) y ex viceministro hasta que dimitió en julio de su cargo por desavenencias sobre los recortes, ha criticado también el nuevo plan de ahorro considerándolo un 'callejón sin salida' y que causará 'una recesión de Libro Guinness de los Récords'. Estas críticas, realizadas en su cuenta de twitter, le han valido la expulsión del grupo parlamentario mayoritario y la expulsión del partido que dirige Samarás.

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