Este artículo se publicó hace 2 años.
Qué papel juega Bielorrusia en la guerra entre Rusia y Ucrania
Por un lado, el régimen de Lukashenko apoya sin ambages la invasión rusa y por otro se está ofreciendo para albergar las rondas de negociaciones para intentar llegar a la resolución del conflicto.
Madrid-Actualizado a
¿Aliado o mediador? Es la eterna pregunta sobre el papel que está jugando Bielorrusia en el conflicto entre Rusia y Ucrania.
Desde ya hace algunos meses la posición del presidente del país, Aleksandr Lukashenko, ante un enfrentamiento directo de Putin contra Ucrania ha sido muy clara. Bielorrusia estaría al lado de Rusia. No obstante, una vez iniciada la invasión, el régimen bielorruso se ha ofrecido para hacer de mediador entre ambas partes y varias rondas de negociaciones se han celebrado en su suelo, aunque la que tuvo lugar este jueves entre los ministros de Exteriores de Rusia y Ucrania fue en Turquía.
Bielorrusia, el autoritario Estado al norte de Ucrania, parece estar jugando un papel a dos bandas. Por un lado, apoyando sin fisuras a su aliado y amigo Putin en su invasión al vecino Ucrania y por el otro, ofreciéndose en una labor mediadora para que ambas naciones alcancen un acuerdo que ponga fin a las hostilidades. Así, las rondas de negociaciones entre las delegaciones de los contendientes se están produciendo en suelo bielorruso, como si de un territorio neutral se tratara.
Occidente le acusa de estar participando activamente en la guerra contra Ucrania. Lo cierto es que semanas antes de que Putin ordenara la invasión, acogió numerosas maniobras del ejército ruso y dejó que se instalaran en su territorio 30.000 soldados rusos para hacer ejercicios militares. También ha permitido que los aviones de Rusia despegaran desde los aeropuertos del país y ha sido acusado por el parlamento ucraniano de trasladar fuerzas a Chernihiv, una ciudad al norte de Ucrania. Lukashenko ha negó esa acusación, pero dijo que desplegaría más tropas en la frontera para "detener cualquier provocación contra Bielorrusia".
Hace unos días, Bielorrusia mostró su apoyo explícito a Rusia en la Asamblea General de la ONU al votar en contra de la resolución de condena contra la invasión rusa de Ucrania, uniéndose en ese 'no' a la propia Rusia, Siria, Corea del Norte y Eritrea.
Visita de Lukashenko a Putin
Este mismo viernes Lukashenko ha hecho gala de su buena sintonía con Putin rindiéndole una visita a Moscú. En el encuentro, ambos mandatarios se han felicitado por el buen desarrollo de los vínculos políticos y comerciales entre sus países, pese a las sanciones económicas impuestas por Occidente a ambos países desde que se inició la ofensiva rusa.
La Unión Europea mantiene sanciones contra el líder bielorruso y la economía nacional por las elecciones fraudulentas de agosto de 2020, en la que consiguió un sexto mandato presidencial, y la espiral de represión contra las manifestaciones democráticas.
Y este miércoles impuso nuevas sanciones prohibiendo las transacciones con el Banco Central de Bielorrusia, sacado a los bancos bielorrusos Belagroprombank, Bank Dabrabyt y el Banco de Desarrollo de la República de Bielorrusia del sistema de información interbancaria SWIFT e incluyendo a 160 nuevos individuos en su última ronda de sanciones por la invasión de Ucrania.
Lukashenko ha vuelto a defender la intervención rusa porque las tropas ucranianas se estaban preparando para atacar "no solo el Donbás sino también a Bielorrusia"
En el encuentro con Putin, Lukashenko ha vuelto a defender la intervención rusa porque -dijo- las tropas ucranianas se estaban preparando para atacar "no solo el Donbás sino también a Bielorrusia". "Ahora le mostraré desde dónde preparaban el ataque a Bielorrusia. "Si seis horas antes de esa operación (ucraniana) no se hubiera dado el golpe preventivo (ruso) contra sus posiciones (...) ellos habrían atacado a nuestras tropas, las bielorrusas y rusas, que estaban de maniobras", afirmó.
Ucrania acusa a Rusia de atacar territorio bielorruso
También este viernes Ucrania ha acusado a Rusia de lanzar un ataque con misiles desde el espacio aéreo ucraniano hacia territorio bielorruso para tratar de involucrar a Bielorrusia a su ofensiva contra el país presidido por Volodímir Zelenski.
El Ministerio de Defensa ucraniano acusó a Rusia de haber atacado con misiles el pueblo de Kopani desde el aire de Ucrania para buscar una excusa para una respuesta desde Bielorrusia, y señaló que esto podría ocurrir esta misma noche. Unas acusaciones que el Ministerio de Defensa de Bielorrusia ha desmentido.
"El Ministerio de Defensa declara expresamente que los informes sobre un ataque con misiles en una aldea bielorrusa son una completa tontería", ha dicho la portavoz del Ministerio de Defensa bielorruso, Inna Gorbachyova, citada por la agencia de noticias estatal BelTA.
Reforma constitucional
Pese a que Lukashenko ha reiterado en varias ocasiones que no tiene intención de participar activamente en la guerra, este domingo se produjo un hecho muy relevante en el papel militar bielorruso.
Bielorrusia tendrá a partir de ahora estatus de país nuclear, lo que supone que puede albergar en su territorio armas nucleares
Ese día se celebró en Bielorrusia un referéndum constitucional, que la Unión Europea tildó de "falso" criticando que no se diera en unas condiciones democráticas, ya que se produjo en un contexto de enorme represión. En la votación se aprobó modificar la constitución en dos puntos esenciales.
El primero, es que Bielorrusia tendrá a partir de ahora estatus de país nuclear, lo que supone que puede albergar en su territorio armas nucleares por primera vez desde que se independizó de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas en 1990.
"Es muy preocupante. Eso sabemos qué significa para Bielorrusia, que Rusia pondrá armas nucleares en este país", aseguró Josep Borrell, jefe de la diplomacia comunitaria.
Además, la reforma constitucional también reforzó al propio Lukashenko, que a sus 67 años se ha asegurado en efecto la presidencia del país hasta 2035. Hay que recordar que lleva en el poder desde 1994, siendo acusado habitualmente de fraude electoral, represión a sus oponentes políticos e imposición del silencio a los medios. Armas que, precisamente, también utiliza con frecuencia Putin.
Creciente represión a la sociedad civil
Un informe publicado esta misma semana por la Oficina de Derechos Humanos de la ONU atestigua que la represión contra la sociedad civil de Bielorrusia se sigue acentuando tras la más reciente reelección del presidente Alexandr Lukashenko, que tiene en las cárceles a más de un millar de prisioneros políticos.
Entre los hechos que se han podido corroborar figura que entre mayo de 2020 y mayo de 2021, al menos 37.000 personas fueron detenidas y que de ellas 13.500 fueron arrestadas únicamente en el semana que siguió a las elecciones del pasado 9 de agosto, de las que Lukashenko se declaró ganador, mientras que Occidente las consideró ilegítimas.
Asimismo, el informe revela que en los dos primeros meses de este año la represión se ha reavivado y que han aumentado en más de cien los prisioneros políticos comprobados, aunque es muy probable que en realidad sean más.
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