Es el rostro de la resistencia pacífica contra Israel  y de la lucha contra la corrupción entre los políticos palestinos. Mustafá Barghuti (Jerusalén, 1954) fue ministro de Información en el fallido Gobierno de unidad nacional palestino que durante  tres meses lideraron Hamás y Fatah. En conversación telefónica desde su casa en Ramala, Barghuti responsabiliza a la clase política palestina e israelí del fracaso del acuerdo de Oslo de 1993.

¿Por qué no entró en el nuevo Gobierno de Mahmud Abás?
Siempre he trabajado por la unidad palestina. No puedo ser parte de la división. No puedo formar parte de un Gobierno que destruye la democracia, no puedo aceptar políticas en contra de la democracia, como gobernar por decreto.

¿Qué le parece que Hamás haya pasado de oprimido a represor?
Han cometido muchos errores, como alcanzar el poder por la fuerza en Gaza. Han repetido los mismos errores que Fatah, clientelismo y nepotismo. Algo que la gente odia.

¿Ha triunfado Hamás en dar seguridad a Gaza?
Un amigo describió bien lo que pasa en Gaza: 'Hay mucho más orden, pero es un orden sin ley', en Cisjordania pasa lo mismo pero en menor medida. Son Gobiernos sin autoridad. Se han convertido en dos bantustanes.

La calidad de vida de los palestinos se ha hundido en el último año. ¿Cuál  es la responsabilidad de Hamás como gobernante?
El problema de Hamás es que no se han dado cuenta de que no pueden controlar solos la situación. Tienen que aceptar lo que la gente diga en las elecciones. Si Hamás quiere madurar como fuerza política tiene que aceptar eso. 

¿Son legítimas las decisiones de Mahmud Abás?
Las decisiones tomadas los primeros 30 días son legales según la Constitución palestina. Superado ese plazo, todo es cuestionable.

'Los controles no han dejado de aumentar. Destruyen la vida social y familiar de la gente, su educación y su salud.'

¿Qué opina de la última reforma electoral?
Siempre he apoyado la idea de un sistema 100% proporcional. Lo que no acepto es que haya condiciones políticas para poder participar.

¿Hay posibilidades políticas en Palestina para alguien que no sea de Hamás o Fatah?
Somos la tercera fuerza política, la principal alternativa. La gente nos necesita para construir la unidad.

¿Qué piensa la sociedad palestina tras celebrar unas elecciones cuyo resultado no gustó a EEUU?
Los palestinos apoyan la democracia y creen que hay una gran hipocresía en occidente. Es como en el chiste en el que el dictador va de caza con su ayudante. Cazan un león y un conejo. El dictador le dice a su ayudante: 'somos demócratas, así que, si quieres el conejo, quédate el conejo. Si quieres el león, quédate el conejo'.

¿Confía en Occidente tras el boicot al Gobierno de unidad nacional?
Es discutible, pero se puede entender que Occidente no apoyara en el pasado al Gobierno de Hamás por las circunstancias, la ideología y la religión. Pero resulta difícil de entender que Occidente no quisiera colaborar con el Gobierno de unidad nacional, la primera entidad que contó con un apoyo total de los palestinos. Estoy seguro que hay mucha gente con una fuerte convicción moral que ahora se siente culpable por lo que nos han hecho.

¿Cómo afectan los controles israelíes a la vida en Cisjordania?
Los controles no han dejado de aumentar. Sufrimos 543 controles permanentes y 600 móviles. Ni siquiera en Ramadán alivian los controles. Destruyen la vida social y familiar de la gente, su educación y su salud. Lo mismo pasa con las detenciones. Anuncian la liberación de 255 personas pero detienen a 400.

¿Qué supondrá para los palestinos las carreteras que Israel construye en Cisjordania?
Nos están segregando. No sólo segregan a la gente, lo hacen también con las carreteras y las calles. Es peor que en Sudáfrica. La comunidad internacional debería establecer sanciones a Israel, sobre todo militares.

'Debemos cambiar la realidad con una resistencia civil pacífica. Organizándose y desafiando las ilegalidades israelíes'

¿Qué espera de las negociaciones entre Abás y Olmert?
En el mejor de los casos será papel mojado, una simple declaración de principios. Desde Oslo hemos firmado un libro entero de acuerdos que Israel no ha cumplido.

¿Sería más fácil lograr un acuerdo con Barak como primer ministro?
No. Tuvo una oportunidad mejor para lograrlo en 2000 y la desaprovechó.

¿No hay futuro para la paz?
Sí hay futuro pero no con estos dirigentes. La dificultad por la que pasa la gente no debe cegarla. Acabar con la segregación requiere lucha. Debemos cambiar la realidad sobre el terreno con una resistencia civil pacífica. Resistencia significa organizarse, desafiar las ilegalidades israelíes y no aceptarlas como han hecho muchos negociadores palestinos.

¿Cómo puede la causa palestina recuperar el apoyo internacional?
La comunidad internacional sabe que su problema principal es, como dijo Nelson Mandela, el caso de Palestina. Cada vez más gente en el mundo se da cuenta de quién es el opresor.

¿Y qué hará Hamás si Abás firma un acuerdo sin tenerles en cuenta?
Puede que no haya acuerdo, porque Israel no dé nada que Abás pueda aceptar. Puede que acuerden algo o puede que la gente se dé cuenta de que la única cuestión es cuándo y cómo Israel se va a retirar de los territorios palestinos.