El ex ministro francés Jack Lang hizo lunes un llamamiento a la comunidad internacional, y en particular a Latinoamérica, para que siga trabajando a favor de la liberación de los rehenes que quedan en manos de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).

'Ahora más que nunca es necesario continuar la lucha', dijo Lang en la Casa de América, donde pronunció una conferencia. 'No debemos descansar en nuestro esfuerzo a favor de la liberación de todos los rehenes', añadió Lang.

En su opinión, en dicho combate deben participar todos, desde la ex candidata presidencial colombiana Ingrid Betancourt, liberada la semana pasada por el Ejército, hasta países como Francia, Venezuela y otras naciones latinoamericanas.

'Betancourt ya ha dicho que va a luchar por la libertad de los rehenes no liberados. El Gobierno francés debe estar, así como otros latinoamericanos. También es necesario que Chávez se implique. Hay que conseguir que las FARC apliquen unas condiciones dignas para la salud y la vida de los rehenes y ahí el rol de Chávez puede ser esencial', opinó.

Lang, diputado socialista y que entre 1981 y 2000 estuvo al frente de las carteras de Cultura y Educación de Francia, contó que participó en un desayuno de trabajo con el presidente francés, Nicolas Sarkozy, y su homólogo venezolano, Hugo Chávez, en diciembre. 'Pude constatar lo implicados que estaban ambos en conseguir la liberación de los rehenes', recordó.

Lang consideró que hay 'varios escenarios posibles' tras el éxito de la operación de rescate del Ejército, en el que fueron liberados Betancourt y otros 14 rehenes, pero no se atrevió a pronosticar qué orientación tomará el Gobierno.

Jack Lang opina que es necesario deconstruir la “demonización” que se ha impuesto sobre Hugo Chávez. “Se le presenta como una especie de diablo reencarnado y un tirano. Yo no creo que si Venezuela fuera una dictadura el presidente hubiera aceptado el resultado del referéndum”, dijo.

El ex ministro se pronunció también sobre la directiva europea de retorno. “Contiene medidas inaceptables. Es triste ver cómo Europa trata de convertirse en un búnker”.