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La homofobia del Vaticano indigna al Reino Unido

Ratzinger denuncia la ley que prohíbe la discriminación laboral de los gays

IÑIGO SÁENZ DE UGARTE

El Papa se ha garantizado una recepción hostil en la visita que realizará en septiembre al Reino Unido. Su anuncio de que los católicos deben oponerse con todas sus fuerzas a la Ley de Igualdad que el Gobierno británico ha presentado en el Parlamento ha sido recibido como una declaración de guerra por varios grupos laicos y defensores de los derechos de la comunidad gay.

Una de las intenciones del proyecto de ley es acabar con la discriminación de los homosexuales en el centro de trabajo. La Iglesia no quiere que le afecte. 'La consecuencia de esa legislación diseñada para conseguir el objetivo [de la igualdad] ha sido imponer injustas limitaciones a las comunidades religiosas para impedirles que actúen de acuerdo a sus creencias', dijo Joseph Ratzinger en su discurso del lunes. Benedicto XVI se dirigía a un grupo de 35 obispos de Inglaterra y Gales que estos días realizan una visita al Vaticano.

La Iglesia teme que la ley le obligue a contratar a personas homosexuales o le prohíba despedirlas si se entera de su condición sexual. El Gobierno ha dicho que esa no es la intención del proyecto.

La Iglesia teme que la ley le obligue a contratar a personas homosexuales 

El arzobispo de Westminster se refirió ayer a otro problema, al denunciar que las agencias de adopción ya no quieren trabajar con instituciones católicas por su oposición a la adopción por parejas gays. El Ejecutivo de Brown ha evitado un enfrentamiento directo con la Iglesia católica por un proyecto que también cuenta con el rechazo de la Iglesia anglicana.

Otros grupos no tienen intención de callarse y preparan movilizaciones contra la visita de Benedicto XVI. 'El contribuyente va a pagar una factura de 20 millones de libras por una visita en la que [el Papa] va a atacar la igualdad de derechos y promover la discriminación', denunció ayer Terry Sanderson, presidente de la Sociedad Nacional Laica.

Los grupos gays creen que esta polémica es otro ejemplo de la incapacidad eclesiástica para respetar los derechos de los homosexuales como ciudadanos, así como de su intención de permanecer por encima de la ley.

'Como católico, estoy perplejo por la actitud del Papa'

Más contundente ha sido el europarlamentario laborista Stephen Hughes, que es católico. Ha recomendado al Vaticano que aplique en su territorio la legislación de la UE sobre derechos humanos, en vez de criticar las leyes de otros países. 'Como católico, estoy perplejo por la actitud del Papa', dice Hughes. 'Los líderes religiosos deberían luchar contra la discriminación, no intentar perpetuarla', insiste.

Para hacer frente a las polémicas que se produzcan en la visita, un grupo católico organizará un seminario que dará clases sobre cómo hablar a los medios de comunicación. Voces Católicas reclutará a voluntarios y les enseñará a expresar con claridad las ideas, incluso para hacer de apagafuegos en caso de polémicas repentinas.

En un país de 61 millones de habitantes, la comunidad católica británica representa sólo un millón de personas. Si bien en el censo de 2001 un 72% de los británicos se definía como cristiano, este país tiene fama de ser uno de los menos religiosos de Europa. Las polémicas tan habituales en España con la Iglesia no son frecuentes en el Reino Unido. La Iglesia anglicana adopta un perfil público más discreto y la católica es poco influyente. Hay 6.000 sacerdotes católicos y su número no deja de descender.

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