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La huelga general pone a prueba a Sarkozy

Todos los sindicatos franceses presentan una plataforma de exigencias al presidente, lo que no sucedía desde 1966

ANDRÉS PÉREZ

Nicolas Sarkozy se jactaba hace unas semanas ante sus colaboradores de haber desactivado tanto las protestas, que 'ahora, cuando hay una huelga, ya ni nos damos cuenta de que la hay'. No es seguro que el presidente quisiera acordarse de su frase a partir de las ocho de la noche de este miércoles cuando, como un castillo de naipes, trenes, autobuses, metros, aeropuertos, hospitales y hasta discotecas de estaciones de esquí empezaron a cerrar puertas para la jornada de huelga general y manifestaciones de este jueves.

Los franceses empezaron a secundar a última hora la convocatoria unitaria de las ocho centrales sindicales del país. Una unidad, sin precedentes desde 1966, que lleva además un regalo íntimo al presidente Nicolas Sarkozy.

Lejos de ser una pataleta contra la crisis cosa que el presidente andaba esperando, los sindicatos tanto cristianos (CFTC) como de ejecutivos (CGC) y los más obreros CGT o Sud-Solidaires, han presentado una plataforma conjunta para una política de relanzamiento económico alternativa a la de Sarkozy.

Una plataforma que tiene la virtud de dejar al descubierto las contradicciones de la política económica y social presidencial y exige una respuesta rápida, directa, punto por punto y cuantificable a un presidente muy acostumbrado a los discursos-río y a las reprimendas, pero poco a las cifras.

Dirigiéndose tanto a Nicolas Sarkozy como a la patronal, los sindicatos declaran 'intolerable e inadmisible' que 'los asalariados, los parados y los jubilados sean las primeras víctimas de una crisis' en Francia, de la que 'no son para nada responsables'.

Frente a las entonaciones líricas del presidente, ponen números a una salida decente de la crisis: exigen que toda ayuda estatal a empresas vaya acompañada de la exigencia del mantenimiento del empleo y de negociaciones salariales. En caso de ayudas a los bancos, exigen que el Estado tome el control de los mismos. A la Administración, que en Francia sigue suprimiendo decenas de miles de puestos de funcionarios para sustituirlos por empleos mileuristas, los sindicatos le exigen que ponga punto final a ese programa liquidador de servicios públicos bautizado 'reforma'.

Dos sondeos publicados esta semana, demuestran que entre un 69% y un 75% de los franceses 'apoyan' o 'comprenden' la protesta que les dejará sin metro, sin tren y sin telesillas de esquí hoy. Ciertos dirigentes sindicales empezaron a referirse este miércoles a la convocatoria de más huelgas si Sarkozy no responde a las peticiones de la plataforma.

 

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