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Humala promete ser un "soldado de la democracia"

El presidente forma el primer Gobierno democrático de izquierdas de Perú.

Herbert Holguín V.

Con el juramento y la entrega de la banda presidencial en el Congreso de Perú, el militar jubilado Ollanta Humala Tasso hizo este jueves realidad el sueño que, según propia confesión, buscaba desde niño: ser presidente de su país. Con él, Perú va a contar con el primer Gobierno democrático de izquierdas de toda su historia.

Ollanta Humala, defensor de la minoría indígena del país, recibe un Perú que tiene un promedio de 6% de crecimiento anual de su PIB en el último decenio.

No obstante, este notable logro macroeconómico (fundamentado en la venta de materias primas) se da en un país en el que aún hay niños que mueren de frío, madres que dejan de existir por no tener un hospital cercano donde dar a luz y escolares con uno de los peores niveles de comprensión lectora y de matemáticas de América Latina. Once años después, tras gritos de 'Sí se pudo' que resonaron en el Congreso peruano, su primera acción como mandatario fue pronunciar un mensaje a la nación que se caracterizó por propuestas para lograr la inclusión social.

'Declaro ante el pueblo que dedicaré mi energía para que borremos de nuestra historia el rostro de la pobreza', fueron las primeras palabras del sucesor de Alan García (ausente en la ceremonia, según dijo, para evitar pifias). Entre las medidas para lograrlo mencionó programas asistenciales como la creación de una pensión para jubilados en situación de extrema pobreza.

Las acciones de inclusión anunciadas no dejaron de lado a los peruanos que migraron. Aseguró a la diáspora peruana (hay tres millones fuera del país) que mejorará los servicios consulares, se buscará rebajar el costo del envío de remesas y que aquellos que quieran volver tengan acceso a créditos. Humala Tasso también recordó que se respetarán los acuerdos comerciales establecidos por gobiernos anteriores. 'Seremos una economía abierta al mundo con inclusión social', sentenció. Perú tiene 13 tratados comerciales, pero el que suscribió con Estados Unidos es el que el hoy mandatario ha criticado desde un inicio.

Humala quiso dejar claro que no busca copiar a gobierno alguno, en clara alusión al del venezolano Hugo Chávez y el del exmandatario brasileño Lula da Silva, los dos extremos del péndulo en el que se mueve. 'Nuestra voluntad no es copiar modelos, queremos un modelo peruano de crecimiento y estabilidad', dijo al respecto, para luego repetir lo dicho por el teórico comunista peruano José Carlos Mariátegui. 'No habrá calco ni copia, sino creación heroica', citó.

El flamante presidente recordó asimismo que su Gobierno buscará avanzar en la integración de los países latinoamericanos. 'Unasur (Unión de Naciones Sudamericanas) y la CAN (Comunidad Andina de Naciones) serán nuestro campo de acción', proclamó.

'Queremos un modelo peruano de crecimiento y estabilidad'

En cuanto al narcotráfico (Perú es el primer productor mundial de hoja de coca y el segundo de clorhidrato de cocaína), el nuevo presidente peruano anunció una política antidrogas soberana.

Hasta ahora se ha seguido lo dictado por EEUU, que en general consiste en reprimir al campesino y no a los grandes narcotraficantes que le compran la hoja de coca para elaborar la droga.

En el elegante hemiciclo del Legislativo peruano escuchaban los 120 congresistas (los humalistas son mayoría simple), la familia del nuevo mandatario, los quince presidentes invitados, entre los que se encontraban Dilma Rousseff (Brasil), Evo Morales (Bolivia) y Sebastián Piñera (Chile), y el príncipe Felipe. El venezolano Hugo Chávez, por motivos de salud, fue el gran ausente.

'Soy un soldado de la democracia', finalizó Humala, después de asegurar que su formación militar no es esquiva al diálogo ni a la concertación, dos palabras que deberá usar a menudo durante su Gobierno.

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