Este artículo se publicó hace 16 años.
'Ike' vuelve a fortalecerse al llegar al Golfo de México
El huracán podría volver a alcanzar la categoría cuatro. Bush ya ha ordenado el operativo de emergencia en Texas. Cuba intenta recuperarse de la catástrofe
El huracán "Ike" ha ganado hoy intensidad a su paso por el sudeste del Golfo de México al alcanzar sus vientos máximos sostenidos los 150 kilómetros por hora, en su camino hacia el estado de Texas, informó hoy el Centro Nacional de Huracanes (CNH) de EEUU.
El "Ike", que barrió Cuba de este a oeste, "podría convertirse en huracán mayor mañana, jueves", a su paso por las aguas cálidas del Golfo de México, según indicó el CNH en el boletín de las 15.00 GMT.
El "Ike" comenzó el martes a fortalecerse en aguas del Golfo de México después de abandonar la costa de Cuba y antes de llegar a las de Texas, aunque todavía es un ciclón de categoría uno en la escala de intensidad Saffir-Simpson, de un máximo de cinco.
A las 15.00 GMT, el centro del huracán estaba localizado cerca de la latitud 23,9 grados norte y de la longitud 85,3 grados oeste, unos 365 kilómetros al oeste-suroeste de los cayos de Florida y a 690 kilómetros de la desembocadura del río Misisipi.
Se mueve lentamente en dirección oeste-noroeste a 13 kilómetros por hora y se prevé que experimente hoy por la tarde un giro oeste-noroeste y continúe su trayectoria por el centro del Golfo de México en los próximos dos días.
Emergencia en TexasAnte la inminente llegada del ciclón al estado de Texas, el presidente de EEUU, George W. Bush, ha ordenado conceder ayuda federal para apoyar a las autoridades estatales y locales en sus preparativos de respuesta al fenómeno.
El Departamento de Seguridad Nacional y la Agencia Federal para la Gestión de Emergencias (FEMA) coordinarán la ayuda y asistencia apropiada para poner en marcha las medidas de emergencia requeridas. Las ayudas de emergencia, incluida la asistencia federal directa, serán costeadas en un 75 por ciento por los fondos federales.
Cuba evalúa la catástrofeMientras, en Cuba los vientos y las lluvias van menguando hoy a medida que el huracán "Ike" se aleja de su costa norte por el Golfo de México hacia Estados Unidos, pero deja atrás al menos cuatro muertos, veinte heridos y un panorama social y económico desolador.
En un país que ya vivía en economía de guerra antes de que lo arrasaran dos huracanes en apenas diez días, cientos de miles de familias se quedaron sin casa o tienen sus viviendas seriamente dañadas. El huracán "Gustav" destruyó total o parcialmente 140.000 casas el sábado 30 de agosto en la provincia occidental de Pinar del Río, según fuentes oficiales, y desde el domingo llegan informes de destrozos similares en el centro y oriente de Cuba tras el paso del ciclón "Ike".
Cosechas perdidas, miles de casas destruidas, cortes de energía y cuatro muertos en CubaSe trata de un desafío colosal para el gobierno que preside el general Raúl Castro, atrasado en su meta de construir 50.000 casas al año y con un déficit de un millón de viviendas. Se acumulan los informes sobre cosechas destruidas o en peligro, pueblos que siguen inundados, redes eléctricas y telefónicas derruidas, industrias paralizadas y escuelas, centros de salud y otros edificios derribados en todo el país.
Muchos barrios de La Habana, al igual que en muchas otras poblaciones, siguen sin energía eléctrica ni otros servicios. La producción cubana del níquel, una de las principales fuentes de divisas de la isla, fue suspendida temporalmente por el huracán, informó el ministerio de la Industria Básica.
"Ike" se aleja lentamente de Cuba, pero las copiosas lluvias que lo acompañan "siguen siendo un factor muy peligroso", advirtió hoy el Instituto de Meteorología (Insmet). Hay precipitaciones intensas en el occidente y centro de la isla, entre las provincias de Pinar del Río y Sancti-Spíritus, incluyendo la Isla de la Juventud y la ciudad de La Habana.
Más de 2,6 millones de cubanos, el 23 por ciento de la población total, fueron evacuados a lugares seguros durante el paso de "Ike". La cifra fue suministrada por el coronel José Ernesto Betancourt, del Estado Mayor de la Defensa Civil, quien precisó que el 79 por ciento de los evacuados se trasladó a casas de familiares o vecinos y el resto a albergues estatales.
La destrucción de viviendas se debe, en buena parte, a la precariedad de los hogares cubanos, muchos construidos con unas pocas tablas y tejas de cemento, como mostraron las imágenes de las agencias y televisiones internacionales. Los hoteles para turistas, más sólidos, mejor construidos, apenas tuvieron averías ligeras, según declaraciones del jefe de Defensa del Ministerio del Turismo, Carlos de los Cuetos, difundidas por medios oficiales.
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