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Internet mantiene vivas las teorías de la conspiración

Los 'buscadores de la verdad del 11-S' siguen convencidos de que detrás de los atentados estuvo la Administración Bush en vez de Al Qaeda

BEATRIZ JUEZ

Se autodenominan '9-11truthers': buscadores de la verdad del 11-S. Desconfían de la versión oficial sobre lo que ocurrió en los atentados terroristas del 11 de septiembre de 2001 y buscan explicaciones alternativas.

El fenómeno de las teorías de la conspiración no es nuevo. A los estadounidenses les encantan, desde Pearl Harbor al certificado de nacimiento de Obama, pasando por el asesinato de John F. Kennedy o la muerte de Marilyn Monroe. El 11-S es un auténtico filón para los amantes de los complots.

'Un 9-11 truther es una persona que cree que nos mintieron sobre lo que ocurrió el 11-S, que a los americanos nos contaron una historia sobre terrorismo islámico, cuando los acontecimientos fueron orquestados por nuestro propio Gobierno con el fin de conseguir las condiciones necesarias para invadir Irak y Afganistán', explica Matt Sullivan, editor del periódico mensual gratuito Rock Creek Free Press y anfitrión de una reunión de miembros del movimiento truther del área de Washington.

La cita es un viernes por la tarde en su casa en Bethesda (Maryland), una de las localidades más ricas y con un mayor nivel educativo de Estados Unidos. La cocina de MattSullivan se va llenando poco a poco de invitados. Uno lleva vino, otro cerveza, otro quesos, otro pizza.

Podría ser una reunión cualquiera de amigos para cenar el viernes, si no fuera porque en esos fogones se cocinan teorías de la conspiración del 11-S.Han quedado para preparar un especial del Rock Creek Free Press sobre el 11-S (Una década de guerra basada en una mentira, se titula) y para discutir un plan de acción para el fin de semana del décimo aniversario de los atentados.

Los 'truthers' creen que las dos torres fueron derribadas con explosivos

'Algunos de nosotros nos hicimos preguntas desde el principio. Teníamos más preguntas que respuestas', explica Sue Wheaton, jubilada y exfuncionaria del Gobierno federal. 'Creo que fue un montaje porque querían culpar a los musulmanes. No creo que los musulmanes lo hicieran. Gente relacionada con poderes occidentales e Israel lo hicieron, no los musulmanes', señala Wheaton.

Cuando se le pregunta sobre la reacción de los estadounidenses cuando les ofrecían al principio sus folletos informativos, Wheaton explica que 'muchos pensaban que estábamos locos y que no éramos patriotas'. 'Todos hemos tenido discusiones con nuestros familiares en la mesa el día de Acción de Gracias', recuerda esta exfuncionaria federal.

Al igual que Wheaton, Louis Wolf, otro asistente a la reunión que se presenta como periodista de investigación, también empezó a sospechar desde el principio que en el 11-S había gato encerrado. 'Supe que el FBI no era capaz de identificar tan rápido a los supuestos terroristas musulmanes del 11-S. La misma noche del 11 de septiembre salieron sus nombres en las noticias. No suelen trabajar tan rápido', añade Wolf.

Al principio, los miembros del movimiento truther repartían folletos en la calle en los que cuestionaban la versión oficial del 11-S, pero cada vez recurren más a internet para difundir sus ideas en todo el mundo.

Jonathan Kay, responsable de opinión del diario canadiense National Post y especialista en teorías de la conspiración, explica que 'internet tiene una importancia fundamental para los teóricos de la conspiración'.

Las dudas sobre la versión oficial han menguado desde la llegada de Obama

'Internet ha revolucionado este movimiento tanto como ha revolucionado los medios sociales, el periodismo o la pornografía. Esto se debe a que el gran problema de los teóricos de la conspiración solía ser que tenían dificultades en expandir su mensaje, porque generalmente eran ignorados por los medios de comunicación. Internet ha acabado con ese problema de la noche a la mañana', añade Kay, autor del libro Among the truthers (Entre los buscadores de la verdad, de la editorial HarperCollins) sobre las teorías de la conspiración en Estados Unidos.

Kay coincide con Philip Zelikow, director ejecutivo de la Comisión Nacional del 11-S, en señalar que el número de miembros del movimiento truther se ha reducido considerablemente en los últimos años.

'El periodo más popular para los amantes de las teorías de la conspiración del 11-S fue durante la guerra de Irak, cuando el odio a la Administración Bush estaba en su punto más alto. Una vez que Obama asumió el cargo, sacó mucha energía del movimiento porque los grandes villanos (Dick Cheney, Paul Wolfowitz, George Bush) ya no están en el cargo', explica Kay.

Casi todos los miembros del movimiento entrevistados coinciden en señalar que uno de los hechos que les hizo abrir los ojos y darse cuenta de que algo no cuadraba en la versión oficial del Gobierno fue el derrumbe del edificio 7 del World Trade Center. Este edificio se derrumbó al igual que las Torres Gemelas, a pesar de que ningún avión había chocado contra él.

'Querían culpar a los musulmanes, fue un montaje', opina una exfuncionaria

Todos ellos están convencidos de que las Torres Gemelas no se derrumbaron por el impacto de los aviones en la estructura del edificio, sino que fueron derribadas, al igual que el edificio 7, con una demolición controlada.

'Hay pruebas, sólo mirando los vídeos, de que las Torres Gemelas fueron derribadas con una demolición controlada con explosivos', dice Sullivan. 'Hubo fuertes explosiones en el sótano segundos antesde que chocara el avión', añade Wheaton.

También cuestionan el ataque al Pentágono. Muchos de ellos no creen que un avión chocara contra el edificio y apuntan a que los destrozos pudieron ser causados por un misil o por explosivos. 'La historia oficial no es cierta. Si fuera cierta, habrían grabado las imágenes del avión chocándose con las cámaras de seguridad y nos habrían mostrado el vídeo', dice Louis Wolf.

Algunos de ellos creen que fueron las Fuerzas Aéreas estadounidenses las que derribaron el avión que se estrelló en un campo de Shanksville (Pensilvania) y que este no cayó por el intento de los pasajeros de tomar control del avión, como señala el informe de la Comisión Nacional del 11-S. 'Lo derribaron, no hay ninguna duda', sostiene Wheaton.

También están convencidos de que los atentados del 11-S fueron un trabajo interno, es decir, que los halcones de la Administración Bush lo orquestaron con el fin de tener una excusa para lanzar las guerras de Irak y Afganistán. Y ven al exvicepresidente Dick Cheney como la mente diabólica detrás de la operación.

'Creo que fue la combinación de una agenda y la avaricia funesta de una minoría', explica el truther DarrellWillis, que considera que organizaron los atentados porque tenían 'la oportunidad de ganar billones de dólares, empezar una guerra corporativa y aprobar una legislación para quitarnos nuestras libertades'.

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