El Ministerio de Relaciones Exteriores de Israel ha enviado una delegación a Marruecos para investigar las denuncias que afectan a su Embajada —recientemente inaugurada en Rabat— por acoso sexual, irregularidades financieras y disputas personales, según recoge The Jerusalem Post. Hagay Behar, miembro del Ministerio, ha viajado a la capital marroquí de "urgencia".

La misión tratará de averiguar, concretamente, si son ciertas las acusaciones sobre acoso sexual, explotación de mujeres marroquíes o la presunta desaparición de obsequios de la familia real de Marruecos. Las denuncias salpican especialmente al presidente de la Embajada, David Guvrin (58 años), que ha trabajado para el Gobierno desde 1989. Los medios israelíes señalan que estos hechos podrían enturbiar las relaciones entre los dos Estados.

Los investigadores intentarán esclarecer la desaparición de un regalo de la familia real marroquí en honor al Día de la Independencia de Israel. Este tipo de donaciones deben registrarse para trasladar al Gobierno la información, algo que no se produjo en este caso. Mientras, Govrin mantiene una dispuesta abierta con su oficial de seguridad, según señala la Corporación de Radiodifusión Israelí. 

El departamento de Exteriores también busca conocer el motivo de varias reuniones entre políticos de Israel, como la ministra del Interior, Ayelet Shaked, y el ministro de Justicia, Gideon Sa'ar, con un empresario llamado Samy Cohen, amigo de Govrin. 

Israel y Marruecos, bajo el paraguas de EEUU

La polémica estalla unos días después de que el líder de la Misión anunciara la firma de un contrato para la construcción de la sede de la Embajada de Israel en Marruecos. Una decisión que se produce dos años después de que ambos países formalizaran relaciones tras alcanzar un acuerdo en el que medió Estados Unidos.

El expresidente estadounidense Donald Trump informó sobre la normalización de las relaciones entre Rabat y Tel Aviv y además reconoció la soberanía marroquí sobre el Sahara Occidental. De esta manera, Marruecos se convirtió en el cuarto Estado árabe en unir lazos con Israel, junto a Emiratos Árabes Unidos, Baréin y Sudán.