Irán ejecuta en público a un hombre acusado de matar a otro

Las autoridades iraníes ejecutaron este miércoles en en público a un hombre que el pasado mes de octubre acuchilló a otro durante una discusión en el norte de Teherán.

El hombre fue ahorcado en una plaza de la capital iraní, algo poco coriente ya que desde hace varios años este tipo de ejecuciones se llevan a cabo en las prisiones o lugares cerrados al público, aunque en los últimos meses se ha vuelto a informar de castigos físicos -como los latigazos- y de ejecuciones en las calles del país.

El régimen iraní ha ejecutado casi a una veintena de personas en la última semana, la mayor parte de ellas, acusadas de tráfico de drogas.

Según la agencia estatal de noticias IRNA, las imágenes del ahorcamiento inundaron primero Internet y después fueron emitidas incluso por la televisión pública.

Ejecuciones públicas

El pasado 16 de octubre, el diario conservador Kayhan, informó del ajusticiamiento en público de un hombre condenado a la pena capital por haber violado a una mujer. Según el rotativo, el reo, identificado solo con las siglas A.B., fue ahorcado en los aledaños de la plaza de Velayat, en la ciudad de Ghaem Shahr, en la provincia septentrional de Mazandarn.

Algunos cargos policiales piden que se vuelva a amputar miembros para castigar a los ladrones 

Además, algunos altos cargos como el jefe de la Brigada de la Policía criminal, Asghar Yafari, han pedido que se recurra de nuevo a la amputación de miembros para castigar a los ladrones y disuadir a la población.

En Irán rige una interpretación de la Ley Islámica o Sharia que condena a la pena capital a los asesinos, a los violadores, a los narcotraficantes y a aquellos que atenten contra la ley de Alá y la República Islámica.

Según las estadísticas que maneja la organización de defensa de los derechos humanos Amnistía Internacional, Irán es, con más de 300 ahorcamientos al año, el segundo país del mundo que más ejecuciones realiza, detrás de China y por delante de Arabia Saudí y Estados Unidos.

Precisamente los supuestos narcotraficantes han copado las ejecuciones sumarias en Irán desde que comenzara el año. El pasado sábado ocho personas fueron ahorcadas por posesión de drogas. Un día después, otras siete eran ejecutadas en la provincia de Kermanshah.