Israel se retira de Yenín, en Cisjordania, tras diez días de asedio pero deja 21 muertos y el 70% de sus calles arrasadas
Mientras tanto, las tropas israelíes bombardean la "zona humanitaria" de Gaza. Naciones Unidas alerta de que la situación en la Franja "es más que catastrófica" y Amnistía Internacional pide que se investiguen "los crímenes de guerra" de Israel.
Madrid-Actualizado a
El Ejército de Israel se retiró este viernes de la ciudad y del campamento de refugiados de Yenín, al norte de la Cisjordania ocupada, tras diez días de incursión en los que mató, al menos, a 21 personas sólo en esta localidad. Además, más 70% de las calles de la localidad palestina han quedado arrasadas tras el paso de los blindados israelíes.
Esta urbe es un bastión histórico de la resistencia armada palestina en el norte de Cisjordania ocupada. En su campamento de refugiados viven unas 14.000 personas descendientes de palestinos desplazados tras la creación de Israel en 1948, y la mayoría son jóvenes sin empleo.
Hasta el momento, el Ejército israelí no se ha pronunciado sobre si esta retirada supone el fin definitivo de su "operación antiterrorista" lanzada el pasado 28 de agosto en Yenín, y también en las localidades de Tulkarem y Tubas, todas ellas bastiones históricos de milicias palestinas en Cisjordania.
Las fuerzas israelíes irrumpieron hace diez días en estas tres localidades de forma simultánea con tropas, tanques y excavadoras e incluso drones explosivos. En total, en los ataques aéreos y los combates cuerpo a cuerpo entre soldados y milicianos han muerto 38 palestinos en Cisjordania en estos diez días, entre ellos ocho menores y dos ancianos, según el Ministerio de Salud de la Autoridad Nacional Palestina, que gobierna partes cada vez más reducidas de la Cisjordania ocupada.
El Ejército israelí asegura los muertos eran milicianos, y que arrestaron a otros 46. La operación también ha causado unos 150 heridos y numerosas calles, casas, comercios e infraestructuras eléctricas fueron destruidas.
En toda Cisjordania, desde el 7 de octubre que dio inicio a la guerra en Gaza y a una mayor represión en el resto de los territorios ocupados, más de 650 palestinos han muerto por fuego israelí, entre ellos 150 menores.
Mientras tanto, Israel mantiene sus ataques por aire, tierra y mar contra la devastada Franja de Gaza, donde el jueves murieron al menos 17 palestinos y otros 50 resultaron heridos, según el Ministerio de Sanidad gazatí, controlado por Hamás.
Con estas víctimas, la cifra total de muertos desde que estalló la guerra hace casi 11 meses supera los 40.878, la mayoría mujeres y niños, mientras que los heridos suman al menos 94.454.
A esto se suman unos 10.000 desaparecidos bajo los escombros y 1,9 millones de desplazados (casi el total de la población de Gaza). La crisis humanitaria en Gaza no tiene precedentes: la destrucción generalizada, el colapso de los hospitales, el brote de epidemias y la escasez de agua potable, alimentos, medicinas y electricidad, están a la orden del día.
En este sentido, Naciones Unidas ha alertado este viernes de que la situación en la Franja de Gaza "es más que catastrófica" y ha recalcado que la situación no permite "apoyar a la población a un nivel cercano al necesario", tras cerca de once meses de ofensiva militar por parte de Israel a raíz de los ataques perpetrados el 7 de octubre por el Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás) y otras facciones palestinas.
Amnistía pide investigar a Israel por crímenes de guerra
Los estragos de la guerra son de tal calibre que Amnistía Internacional ha vuelto a pedir que se investiguen como crímenes de guerra las acciones llevadas a cabo por el Ejército de Israel para crear una "zona de amortiguación" en el interior de la Franja de Gaza.
"La implacable campaña de devastación en Gaza es una destrucción arbitraria. Nuestra investigación muestra que las fuerzas israelíes han arrasado edificios residenciales, obligado a miles de familias a abandonar su hogar y convertido sus tierras en inhabitables", afirmó este pasado jueves Erika Guevara Rosas, directora general de Investigación, Incidencia, Política y Campañas de Amnistía Internacional.
"Nuestro análisis revela una constante a lo largo del perímetro oriental de Gaza que concuerda con la destrucción sistemática de un área completa. Estas viviendas no se destruyeron como resultado de un intenso combate, sino que las Fuerzas Armadas israelíes arrasaron deliberadamente las tierras después de hacerse con el control de la zona", añadió Guevara Rosas.
La portavoz de Amnistía Internacional incidió en que "la creación de una zona de amortiguación no debe equivaler al castigo colectivo de la población civil palestina que residía en esos barrios" y ha reiterado que "las medidas que tome Israel para protegerse de los ataques desde Gaza deben ser conformes a las obligaciones de Derecho Internacional, incluida la prohibición de destrucción arbitraria y castigo colectivo".
"La implacable campaña de devastación en Gaza es una destrucción arbitraria", dice Amnistía Internacional
La ONG ha recalcado que, según sus investigaciones, las tropas israelíes han destruido tierras agrícolas y edificios civiles con excavadoras y explosivos, incluida la destrucción de barrios enteros en la zona y de viviendas, escuelas y mezquitas.
La llamada "zona de amortiguación" instaurada por Israel abarca unos 58 kilómetros cuadrados, lo que equivale a cerca del 16% de la Franja. En esa zona, más del 90% de los edificios --más de 3.500-- han sido destruidos o han sufrido graves daños, mientras que más de 20 kilómetros cuadrados de campos de cultivo --el 59% del total en el área-- se han visto afectados.
Amnistía Internacional insiste en que "ante la viabilidad de estas otras opciones y la negativa a llevarlas a cabo, la extensa destrucción sistemática es desproporcionada para cualquier posible propósito militar legítimo".
Amnistía cita como ejemplo de estas denuncias la situación en la localidad de Juzaa, situada en la gobernación de Jan Yunis (sur) y que era hogar de unos 11.000 palestinos antes del inicio de la ofensiva. Así, ha especificado que en las siete semanas posteriores al 7 de octubre fueron destruidas o dañadas 178 estructuras, según imágenes por satélite, si bien la destrucción "más significativa" arrancó tras la entrada de las tropas israelíes a finales de diciembre.
Destrucción de norte a sur
Amnistía también denuncia que otras comunidades palestinas en distintos puntos del enclave de Gaza han sufrido una destrucción similar, entre ellas el barrio de Shujaiya, uno de los más grandes de la ciudad de Gaza (norte), donde entre noviembre y enero se destruyeron o dañaron gravemente más de 750 estructuras en la 'zona de amortiguación', según datos de Naciones Unidas.
Además, en esas mismas fechas fueron arrasados los alrededores y el este de los campamentos de refugiados de Al Bureij y Al Maghazi, en el centro de Gaza y ha recalcado que Israel "no aportó prueba ni explicación alguna acerca de la necesidad militar imperiosa" de destruir estas áreas.
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