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Javier Couso, tras su viaje a Siria: "El proceso de reconciliación está funcionando"

Una delegación no oficial de eurodiputados visita Siria durante tres días. Presidida por Javier Couso, la delegación se encontró con miembros del gobierno y con otros miembros de la sociedad para hacerse con una idea de lo que está sucediendo en el país.

Javier Couso en una reunión con el Arzobispo Maronita.

EUGENIO GARCÍA GASCÓN

El eurodiputado Javier Couso, de la Izquierda Europea, acaba de regresar a Bruselas después de un viaje de tres días que le ha llevado, junto con una decena de colegas, a Alepo y Damasco, justo cuando se cumplen seis años de la revuelta que posteriormente condujo a la guerra civil que desde 2011 se ha cobrado la vida de cientos de miles de sirios y el exilio o el desplazamiento de millones de personas.

“Ha sido un viaje interesante que nos ha permitido mantener reuniones oficiales y oficiosas”, dice Couso, quien ya visitó Siria en julio último, también con un grupo de eurodiputados, aunque esta vez lo ha hecho en calidad de presidente de la delegación.

“Desde julio las cosas han cambiado bastante en Europa, donde ya hay más gente que se está replanteando su posición respecto a este conflicto. De hecho, en esta delegación había eurodiputados incluso del Grupo Popular, de la Alianza de los Liberales y del Grupo Socialista, entre otros”. En opinión del eurodiputado de Izquierda Unida, esto significa que a pesar del boicot que reina en Europa contra el gobierno de Bashar al Asad, existe un creciente número de políticos que se están replanteando su posición, principalmente con el argumento de que no es posible influir si no se dialoga con las dos partes.

No entendemos que Europa no mantenga relaciones con una parte del conflicto tan importante como son las autoridades sirias. En realidad, todos los países europeos han retirado a sus embajadores, con excepción de Chequia, aunque a la embajadora de Chequia se le han reunido ahora los de Rumania y Bulgaria. Y es paradójico que el gobierno sirio nos haya comunicado que la mayoría de gobiernos europeos mantiene vínculos con Damasco en la lucha antiterrorista, aunque a nivel institucional no hay colaboración”.

En la primera jornada del viaje, la delegación visitó Alepo, una ciudad que hasta hace poco ha estado dividida, con un sector ocupado por los rebeldes, en su inmensa mayoría yihadistas, y que ha sido reunificada por el ejército sirio con la ayuda de Rusia y de distintas milicias sirias y extranjeras.

Javier Couso en una de sus reuniones en su viaje a Alepo y Damasco

Javier Couso en una de sus reuniones en su viaje a Alepo y Damasco

“Es curioso que toda la ayuda que los países europeos enviaban al Este de Alepo, donde estaban los rebeldes (básicamente yihadistas), ha dejado de llegar a Alepo una vez la ciudad se ha reunificado”. Couso añade que la vida se desarrolla en Alepo estos días “de manera normalizada, dentro de lo normalizada que puede ser en esas condiciones”.

Muchos sirios siguen volviendo pero existen numerosas dificultades. Por ejemplo, el servicio de agua se está restableciendo después de haber estado dos meses sin agua potable en Alepo. La delegación se reunió representantes de la ciudad, como el arzobispo maronita, que es católico.

En Damasco la delegación europea ha estado dos días. “Una cosa que nos ha llamado la atención es que el proceso de reconciliación está funcionando. El ministro de la Reconciliación, Ali Haidar, que forma parte de la oposición interior a Asad, nos ha explicado que se está mediando con los rebeldes para que abandonen las armas a cambio de irse al norte del país, a la provincia de Irbid. Algunos rebeldes incluso han decidido dejar las armas y quedarse en la zona del gobierno”.

Pero la reconciliación va más allá. El ministro Haidar ha informado a la delegación europea de que el gobierno ha amnistiado a 80.000 personas que eran combatientes y ha liberado a 30.000 que han aceptado la reconciliación. Las Naciones Unidas han dicho que están satisfechas con la manera en que se está desarrollando el fenómeno de la reconciliación.

Además, se da el caso de que hay refugiados que marcharon a Europa que están regresando al país.“La embajadora de Chequia es la única europea que se quedó en Damasco”, insiste Couso,“y esta actitud de la UE está creando obstáculos ya que impide que se pueda negociar una solución con la partes en conflicto.

Sencillamente no se entiende que los europeos hayan dejado de hablar con una de las partes, puesto que ello va en contra de sus propios intereses”.Los eurodiputados fueron recibidos por Bashar al Asad, quien les dijo que su gobierno está dispuesto a dialogar con quien sea “con excepción de los terroristas”.

“El presidente nos dijo que Siria solo tiene dos líneas rojas ante las que no cederá: la fragmentación del país y conceder la última palabra a los sirios respecto al futuro del país”.

Con respecto a las condiciones en que se están desarrollando las conversaciones en Ginebra, los sirios dijeron a los eurodiputados que el enviado de la ONU, Staffan de Mistura, está encontrando numerosas dificultades para mediar puesto que la oposición está muy dividida y de Mistura tiene que multiplicarse para hablar con todos los interlocutores sin que estos se pongan de acuerdo.

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