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El jefe de la OTAN pide más recursos para Afganistán

Zapatero no tiene previsto aumentar el contingente de guardias civiles

THILO SCHÄFER

La primera gran reacción a los atentados del 11-S de 2001 fue la invasión de Afganistán el mismo año. Nueve después, el jefe de la OTAN aún no vislumbra el final de la guerra que ha costado miles de vidas. 'No puedo ofrecerles una fecha para el final de nuestra presencia en Afganistán', dijo ayer el secretario general de la Alianza Atlántica, Anders Fogh Rasmussen. 'Esto depende de que los afganos vuelvan a ser los dueños de su propio país', algo que podría producirse en 2014, dijo el danés.

La clave para conseguir este objetivo es la formación de soldados y policías afganos. 'El billete de vuelta para nuestros soldados pasa por mandar más instructores militares a Afganistán. Pido a todos los aliados, también al Gobierno de España, que manden más recursos', dijo Rasmussen en una conferencia en el Real Instituto Elcano en Madrid.

Rasmussen admite que no puede dar una fecha de salida para las tropas

Sin embargo, la petición cayó en saco roto en la Moncloa. 'A día de hoy, no hay ninguna decisión de incrementar el número de guardias civiles en Afganistán', afirmó el presidente español José Luis Rodríguez Zapatero tras reunirse con Rasmussen. Pero el jefe del Gobierno aseguró que tendrá en cuenta las peticiones de la OTAN. Actualmente hay 26 guardias civiles en Afganistán que participan en la formación de las tropas locales y Madrid se ha comprometido ya a elevar el número a 40 efectivos. De momento, España ha ofrecido el Centro de Excelencia contra Artefactos Explosivos Improvisados en Hoyo de Manzanares para formar a militares afganos.

Rasmussen destacó la labor de la Guarda Civil en el país centroasiático y mandó sus condolencias a los familiares de los dos agentes y el traductor muertos en un atentado el 25 de agosto. Según Rasmussen, hacen falta 2.000 instructores más. Este tema se debatirá en la cumbre de la Alianza de noviembre en Lisboa

'Al Qaeda ya no tiene ningún bastión seguro en Afganistán'

El jefe de la OTAN se empeñaba ayer en resaltar algunos logros de la lucha contra el terrorismo en Afganistán, consciente de que la guerra es cada vez más impopular en Europa y EEUU. 'Al Qaeda ya no tiene ningún bastión seguro en Afganistán y los talibanes son capaces de sembrar el terror pero no pueden ganar', fueron sus principales argumentos.

'El apoyo de la opinión pública es imprescindible para la operación en Afganistán', admitió el secretario de Estado de Asuntos Exteriores, Juan Pablo de Laiglesia, en la conferencia de ayer. Rasmussen lo tiene claro: 'La gente sabe por qué estamos en Afganistán pero quiere ver que se está haciendo progreso. Quiere ver la luz al final del túnel'.

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