Este artículo se publicó hace 13 años.
Un juez egipcio prohíbe las pruebas de virginidad
Decenas de mujeres han sido sometidas a este abuso tras ser detenidas en manifestaciones. La denuncia la presentaron dos jóvenes agredidas
La sociedad civil egipcia dio este martes un nuevo paso hacia la dignidad. Un tribunal de Giza, en El Cairo, prohibió a la Junta Militar que se practiquen pruebas de virginidad a las mujeres que están bajo detención. Este "abuso sexual" así lo describió Human Rights Watch se utilizó contra decenas de mujeres arrestadas a principios de año por haber participado en las manifestaciones de la plaza Tahrir.
Decenas de personas se congregaron este martes en el juzgado y celebraron el veredicto con gritos de alegría y el lema "El pueblo quiso y triunfó".
Tras la prueba, las mujeres eran acusadas de prostitución
La sentencia es fruto del coraje de dos de las mujeres agredidas, Samira Ibrahim y Maha Mohamed Maamoun, que desafiando el oprobio que conllevan los abusos sexuales en Egipto, decidieron denunciar a la Junta Militar.
Las dos jóvenes fueron detenidas en marzo por participar en una sentada y, durante su arresto, personal militar las sometió a la fuerza a un examen para comprobar si seguían siendo vírgenes.
El caso suscitó gran escándalo en el conservador Egipto y también en el extranjero. Amnistía Internacional se hizo eco de los testimonios de algunas detenidas y denunció que al menos 18 mujeres fueron detenidas, golpeadas y sometidas a descargas eléctricas. De ella, 17 fueron obligadas a someterse a pruebas de virginidad y amenazadas con cargos de prostitución.
Además de sufrir la humillación sexual, las jóvenes recibían descargas eléctricas
El testimonio de SamiraUna de las jóvenes que osó entonces relatar los abusos incluso en un vídeo que colgó en YouTube fue precisamente Samira Ibrahim, una de las mujeres que con su denuncia ha logrado que se condene la actuación de los militares.
Ibrahim, de 25 años y procedente de Sohag, había llegado a El Cairo en enero para participar en las protestas de la plaza Tahrir. Según su relato, el 9 de marzo, fue detenida junto con otras mujeres y conducida, primero al Museo Egipcio, y luego al C28, un centro de interrogatorio militar. Nada más llegar al museo, un oficial que no conocía le espetó: "Hola Samira, te estaba esperando", tras lo cual le aplicó una descarga eléctrica en el estómago.
En mayo, un general egipcio admitió y justificó este tipo de pruebas
"Una vez en la celda, nos sacaron una a una. Cuando llegó mi turno, me llevaron hasta una cama que estaba en un pasillo enfrente de la celda. Había un montón de soldados que podían verme", explicó la joven Ibrahim.
"Pedí que los soldados se marcharan y el oficial me ordenó que me callara. Después, un hombre con uniforme militar me examinó con la mano durante varios minutos: dolía mucho y estaba claro que se estaba tomando su tiempo a propósito para humillarme".
Ibrahim denunció también haber sido torturada: "Nos rociaban con agua, nos electrocutaban y también nos insultaban", recordó esta egipcia, que pasó varias semanas en prisión antes de ser juzgada. Todas las detenidas fueron acusadas de pertenecer a una red de prostitución. Ibrahim fue condenada a un año de cárcel con la pena en suspenso.
En mayo, un general admitió que se habían practicado estas pruebas de virginidad, y lo justificó con el argumento de que las jóvenes "habían dormido en tiendas de campaña con varones".
El 17 de diciembre, las imágenes de una joven a la que las Fuerzas de Seguridad apalearon y arrancaron la ropa indignaron a la sociedad egipcia. Cientos de ciudadanas se echaron días después a la calle para exigir a los militares el final de las humillaciones contra las mujeres.
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