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El estado de la UE Juncker propone una presidencia única y un superministro de Economía para reforzar la UE

El presidente de la Comisión Europea ha propuesto durante el discurso sobre el Estado de la Unión un sexto escenario que no figuraba en su Libro Blanco y que incluye fusionar las presidencias de la Comisión y el Consejo y nombrar un superministro de Economía para la Eurozona. El discurso, continuista, ha sido fuertemente criticado por la izquierda.

El presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, durante su intervención en el Pleno del Parlamento Europeo, en Estrasburgo, en el debate sobre el estado de la Unión. REUTERS/Christian Hartmann

BEATRIZ RÍOS

Fusionar la presidencia del Consejo y la Comisión Europea, crear la figura del ministro de Economía de la Eurozona o poner en marcha una autoridad que regule el mercado laboral son algunas de las propuestas que Jean-Claude Juncker ha anunciado hoy durante el discurso sobre el Estado de la Unión en el pleno en Estrasburgo. Un discurso preciso y completo pero extremadamente largo, tedioso y falto de emoción. Un discurso también carente de autocrítica, cargado de recados a los gobiernos rebeldes del Este y sin apenas referencias al inminente Brexit. Desde la izquierda consideran que las propuestas de Juncker son en realidad continuistas y no hacen frente a los principales problemas de la Unión.

Jean-Claude Juncker se presentó hoy ante la Eurocámara en su cuarto discurso sobre el Estado de la Unión al frente de la Comisión Europea, el primero en el que Juncker se ha sentido con fuerza suficiente para sacar pecho. El luxemburgués lo hace con confianza porque el crecimiento, defiende, ha vuelto a la UE; porque la creación de empleo, insiste, es cada vez más importante; porque la unidad de los 27, asevera, se ha impuesto en tiempos del Brexit. Y precisamente porque la Unión se encuentra en pleno proceso de cambio pero más unida que nunca, considera el presidente de la Comisión que es el momento de hacer cambios, de avanzar y de fortalecer la institución.

Juncker apuesta, en primer lugar, por continuar con los acuerdos de libre comercio con terceros países y ha vuelto a agradecer a la Eurocámara su apoyo al CETA en febrero. La Unión Europea comenzará a impulsar acuerdos con Australia y Nueva Zelanda pero promete, eso sí, mejorar los niveles de transparencia que tan criticados han sido en otras negociaciones. Insiste además el jefe del ejecutivo en la necesidad de asegurar los intereses europeos y propone un mecanismo de control de las inversiones, que responde a una propuesta de Emmanuel Macron.

El presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, durante su intervención en el Pleno del Parlamento Europeo, en Estrasburgo, en el debate sobre el estado de la Unión. REUTERS/Christian Hartmann

El presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, durante su intervención en el Pleno del Parlamento Europeo, en Estrasburgo, en el debate sobre el estado de la Unión. REUTERS/Christian Hartmann

La seguridad es otro de los temas más relevantes para la Comisión Juncker, que propone la creación de una Agencia Europea de Ciberseguridad para luchar contra los ciber-ataques. También ha insistido el presidente en la necesidad de que los Estados miembros intensifiquen los intercambios de información y aumenten la cooperación en la lucha contra el terrorismo, que ha golpeado Europa en numerosas ocasiones, particularmente en los últimos tres años.

Jean-Claude Juncker ha defendido con contundencia la política migratoria de la Unión Europea. Rechaza de plano las referencias a la ‘Europa fortaleza’ e insiste en que, aunque en diferente grado –en clara referencia a los países del Este- Europa ha respondido acogiendo a millones de refugiados en los últimos años. “Europa es y debe seguir siendo”, insiste el presidente, “el continente de solidaridad donde los que huyen de la persecución puedan encontrar refugio”. Sin embargo, las palabras de Juncker llegan a apenas 10 días de que cumpla el plazo acordado para la reubicación y reasentamiento de 160.000 personas con necesidad de protección, que ha sido un sonoro fracaso.

El presidente, además, ha continuado su discurso celebrando la mejora en el control de las fronteras en Italia, Grecia, Bulgaria y España; aplaudiendo el funcionamiento del acuerdo con Turquía y anunciando que la Comisión presentará en unos días un programa para el retorno de personas que no sean susceptibles de protección internacional. Eso sí, tal y como hiciera ayer también en Estrasburgo la jefa de la diplomacia europea, Federica Mogherini, el presidente ha subrayado la necesidad de abrir vías seguras y legales de llegada a Europa.

Un solo presidente, un ministro de economía

La reforma de la Eurozona ha sido otro de los puntos clave del discurso de Jean-Claude Juncker. El luxemburgués, que estuvo al frente del Eurogrupo al inicio de la crisis, propone crear la figura de un ministro de Economía y Finanzas de la Zona Euro. Un ministro que será idealmente a la vez comisario y vicepresidente de la Comisión y estará también al frente del Eurogrupo. Además, Juncker propone crear una Autoridad Europea Laboral cuyo objetivo será establecer estándares comunes en materia de empleo en el ámbito del Mercado Único. “Parece absurdo tener una Autoridad Bancaria para vigilar las normas bancarias, pero ninguna Autoridad Laboral común para garantizar la equidad en nuestro mercado único”, ha subrayado el presidente.

Vista del Pleno del Parlamento Europeo durante la intervención del presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, en el debate del estado de la Unión, en Estrasburgo. EFE/Mathieu Cugnot

Vista del Pleno del Parlamento Europeo durante la intervención del presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, en el debate del estado de la Unión, en Estrasburgo. EFE/Mathieu Cugnot

A las reformas institucionales que plantea Jean-Claude Juncker, se suma una que ha generado no poca polémica entre los Estados Miembros. Juncker ha propuesto fusionar las presidencias del Consejo Europeo –que representa los intereses de los 28- y la Comisión Europea –órgano ejecutivo de la Unión-. “Tener un solo Presidente reflejaría mejor la verdadera naturaleza de nuestra Unión Europea como Unión de Estados y Unión de ciudadanos”, considera Juncker. La elección de este superpresidente se realizaría mediante elecciones transnacionales.

Precisamente la posibilidad de incluir listas trasnacionales en las próximas elecciones al Parlamento Europeo que se celebrarán en 2019 es algo que el actual jefe del ejecutivo ve con buenos ojos. El presidente de la Comisión ha aprovechado su discurso también para mandar recados. “El Estado de Derecho no es facultativo en la Unión Europea. Es obligatorio”, ha dicho el presidente en clara referencia al conflicto con Polonia por sus polémicas reformas judiciales.

Juncker, probablemente con Hungría y Eslovaquia en mente, ha insistido además en que las sentencias del Tribunal de Justicia de la UE deben ser respetadas por los Estados miembros. Por último, el presidente de la Comisión ha advertido a Turquía de que se aleja “a pasos agigantados” de la Unión Europea y ha pedido la inmediata liberación de los periodistas encarcelados.

Sobre el Brexit, Juncker apenas ha pasado de puntillas, lamentando la salida de Reino Unido de la UE; respetando la decisión del pueblo británico y asegurando que hay vida después de la activación del artículo 50.

La izquierda, muy crítica con el discurso de Juncker

“La Unión Europea está paralizada pero no se trata de un problema de velocidad sino de dirección”, considera Miguel Urbán, portavoz de Podemos en la Eurocámara. El eurodiputado ha increpado a Jean-Claude Juncker ya que considera que con el discurso de hoy “insiste en avanzar por el mismo camino que nos ha traído hasta aquí”. Urbán califica de “antidemocráticas” las políticas de la Comisión Juncker que entiende son la causa de la “desafección y el euroescepticismo” en la UE. Para el de Podemos, la crisis del proyecto europeo “no se soluciona con nuevos tratados comerciales neoliberales, más externalización de fronteras, mayores presupuestos militares ni una autoridad financiera que imponga medidas de austeridad”. Al contrario, Urbán cree que es necesario “un giro de 180 grados” en la política exterior, económica y medioambiental de la UE, que permita construir un proyecto europeo más democrático.

Marina Albiol, portavoz de Izquierda Unida en la Eurocámara.

Marina Albiol, portavoz de Izquierda Unida en la Eurocámara.

Para Marina Albiol, portavoz de Izquierda Unida en la Eurocámara, también es necesario un cambio radical en la política europea. Según Albiol, el discurso de Juncker muestra que “pretende salvar a la UE que él ha contribuido a hundir, ampliando las políticas que nos han llevado a esta situación”. Tacha de cínico el discurso sobre la política migratoria de la UE pues Juncker habla de solidaridad y cierre de fronteras al mismo tiempo; critica a Turquía pero celebra el acuerdo para devolver refugiados; insiste en que hay que cerrar los centros de detención libios pero entre a sus guardacostas. Asegura que cuando el jefe del ejecutivo habla de recuperación económica, olvida que millones de personas en Europa están desempleadas y en riesgo de exclusión y pobreza. Insiste en que asegurar transparencia en le negociación de nuevos acuerdos comerciales implica reconocer que hasta ahora no ha existido y, en cualquier caso, que estos tratados “son un peligro para los derechos laborales, medioambientales y para los servicios públicos”.

La portavoz de IU en el Parlamento Europeo argumenta además que la fusión de las presidencias del Consejo y la Comisión y el nombramiento de un ministro de Economía de la UE responden a “la UE que sueña Juncker”. Una UE, denuncia Albiol, “controlada cada vez por menos personas que no han sido elegidas democráticamente”.

También para Ernest Urtasun, eurodiputado de ICV, la defensa del acuerdo con Turquía y la gestión del Mediterráneo central ha sido “vergonzosa”. Urtasun valora positivamente la propuesta de crear una autoridad europea que regule el mercado laboral y celebra la proposición de avanzar en la gobernanza económica europea.

Un futuro incierto para la UE

Las reformas que propone Jean-Claude Juncker no son fáciles. Algunas de ellas se encontrarán con la oposición de los gobiernos nacionales, otras, de la Eurocámara. Juncker tiene apenas año y medio por delante para poner en marcha la nueva Unión Europea, en plena negociación de la salida de Reino Unido y con el Brexit casi como único punto de acuerdo entre los 27.

El jefe del ejecutivo europeo ha finalizado su discurso con una mención a dos grandes figuras de la construcción europea, Helmut Kohl and Jacques Delors, que dice le enseñaron que Europa solo avanza cuando es valiente. Juncker ha llamado a “soltar amarras” y aprovechar los vientos favorables en estos tiempos de cambio para continuar.

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