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Karzai trata de negociar la paz con el mulá Omar

'The Washington Post' desvela un diálogo secreto con el líder talibán para poner fin a la guerra

ISABEL PIQUER

El Gobierno afgano y la cúpula talibán han entablado en secreto un diálogo de paz de alto nivel para buscar una salida a la guerra, publicó ayer The Washington Post citando fuentes afganas, árabes y europeas anónimas. El acercamiento podría suponer el fin de un conflicto que ya entra en su décimo año. El artículo del Post también supondría un cambio radical en la cúpula de los talibanes, en particular de la Shura de Quetta, la organización basada en Pakistán que lidera el mulá Mohamed Omar y que hasta ahora se había negado a entablar conversaciones antes de la retirada de las tropas internacionales.

Desde Kabul, varias fuentes confirmaron ayer la existencia de contactos pero subrayaron su carácter preliminar y minimizaron su alcance. Waheed Omar, portavoz del presidente Hamid Karzai, aseguró a la BBC que existía una voluntad por parte de los talibanes de encontrar una salida al conflicto, aunque las negociaciones no habían abordado el tema del final de la guerra.

Kabul confirma los contactos, aunque minimiza su alcance

Waheed Omar aseguró que el diálogo se había intensificado desde la última yirga (reu-nión tribal) de verano en la que Karzai ofreció una amnistía y oportunidades de trabajo a los insurgentes para animarles a depositar las armas. El portavoz confirmó que los talibanes habían intentado contactar con el Gobierno de Kabul, aunque de momento no se trataba de 'negociaciones globales' y que nadie estaba 'sentado a una mesa'. El equipo de Karzai, añadió Waheed Omar, tampoco tenía claro si los emisarios en cuestión 'representaban realmente' a la cúpula talibán y cuál era el margen de su 'autoridad negociadora'.

El viceportavoz presidencial Seyamak Herawi ni confirmó ni desmintió la información del Post, aunque dijo que se habían producido 'contactos con los líderes talibanes'. Herawi enmarcó cualquier negociación dentro del mandato del Consejo de Paz, creado por el Gobierno afgano en septiembre para dialogar con los talibanes y otros grupos insurgentes. 'Cualquier nuevo paso será dado por el Consejo de Paz', dijo Herawi al recordar la intención del equipo de Karzai de hablar con quienes 'no son terroristas' y 'acepten la ley y la Constitución afganas'. La primera sesión del Consejo tendrá lugar hoy en Kabul.

Los elementos más radicales no forman parte de este acercamiento

En Washington, el portavoz de la Casa Blanca, Robert Gibbs,aseguró que el presidente Barack Obama respalda cualquier esfuerzo del Gobierno afgano por entablar conversaciones de paz, aunque, en este caso, Estados Unidos no juega un papel directo. 'Es acerca de Afganistán y deben ponerlo en práctica los afganos', dijo Gibbs, quien volvió a insistir en la necesidad de los participantes de 'abandonar la violencia' y desvincularse de Al Qaeda.

El artículo del Post asegura que la cúpula de la organización del mulá Omar es más favorable al diálogo porque se ha visto desbordada por los elementos más radicales entre sus filas y que no puede controlar. 'Saben que no están en posición de ganar', dijo una de las fuentes anónimas al diario estadounidense. De ahí que 'estén seriamente buscando una solución' al conflicto.

De hecho, una facción considerada mucho más brutal, los Haqqani, vinculados con Al Qaeda y los servicios de inteligencia paquistaníes (ISI), no forma parte de este acercamiento con Kabul.

Las fuentes también expresaron su temor a que se dieran a conocer estas conversaciones preliminares por miedo a verlas fracasar. 'Si habla de ellas mientras están ocurriendo, no van a funcionar', advierte un responsable europeo cuyo país tiene tropas en Afganistán. Otros de los obstáculos es que Pakistán no quiere quedarse fuera de un posible proceso de paz y no facilita los contactos.

Las presuntas negociaciones ocurren después de la serie de contactos fracasados, apadrinados por Arabia Saudí, de hace algo más de un año.

El Gobierno de Obama, incluso el de su predecesor, George Bush, no ha descartado entablar contactos con los talibanes más moderados. La creciente presión para acabar con la guerra y la falta de opciones militares en una situación que se enquista cada vez más parecen haber empujado a la Casa Blanca a barajar una solución política más radical.

El general David Petraeus, comandante de las fuerzas internacionales en Afganistán, aseguró la semana pasada que líderes talibanes habían buscado contactar con altos funcionarios del equipo de Karzai. 'Así es como se acaba con este tipo de insurgencias', dijo. 

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