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Líbano dice basta a los refugiados sirios

Casi cuatro años después del inicio del conflicto, más de tres millones de sirios han buscado refugio en los países vecinos. Más de un millón de ellos se encuentran en Líbano, lo que significa que casi el 30 por ciento de los habitantes de Líbano son sirios. Beirut, que a duras penas puede hacer frente a la avalancha, ha dicho basta esta semana.

Refugiados sirios se calientan con una pequeña hoguera en el campo de refugiados Zaatari, cerca de Mafraq, Jordania. /EFE

EUGENIO GARCÍA GASCÓN

JERUSALÉN. -Las autoridades de Beirut decidieron el lunes restringir radicalmente la entrada de refugiados sirios que huyen de la guerra en su país argumentando que Líbano ha respondido a este problema por encima de su capacidad, está saturado y ya no puede admitir a más refugiados.

Desde el inicio del conflicto en la primavera de 2011, es pequeño país ha acogido a más de un millón de sirios de toda clase y condición. En la actualidad las Naciones Unidas han registrado a 1,14 millones de refugiados aunque se estima que puede haber otros 200.000 aproximadamente que no están registrados.
Esto significa que casi el 30 por ciento de la población del país son sirios.

Además, existen unos 400.000 sirios que ya residían en Líbano con anterioridad al conflicto. Hasta ahora cualquier sirio podía entrar con un visado automático de seis meses de duración y las probabilidades de que este visado se extendiera eran muy grandes.

Comparativamente, el número de refugiados sirios representa el 9,5 por ciento de la población en Jordania, el 3 por ciento en Turquía, y menos del 1 por ciento en Irak y Egipto. Se estima que el número de sirios que han abandonado su país supera los tres millones. El caso de Líbano es especial en el sentido de que no ha creado campos de refugiados de manera que los refugiados se hallan dispersos por todo el país.

Los países de europeos apenas han acogido una pequeña fracción de refugiados y muchos sirios, probablemente millares, se han ahogado en el Mediterráneo cuando viajaban clandestinamente a Europa.

En una alocución televisada, el ministro del Interior libanés, Nohad Machnuq, declaró el lunes que no es posible seguir autorizando la entrada a cualquier sirio que lo desee, aunque sea como consecuencia de la guerra.

Las Naciones Unidas han registrado a 1,14 millones de refugiados sirios


“Ya tenemos bastantes. No tenemos capacidad para acoger más desplazados”, dijo Machnuq. “Hoy hemos comenzado a aplicar nuevas medidas de entrada y los sirios han comenzado a presentar sus documentos para entrar”, confirmó un funcionario de la policía libanesa, lo que significa que por primera vez en la historia Beirut impone restricciones a la entrada de sirios.

Los cambios aprobados por Beirut limitan la duración de los visados y especifican que se concederán por motivos de turismo, negocios, educación o necesidad médica.
De hecho, en octubre último ya se impusieron ciertas restricciones pero se permitía la entrada automática de sirios comprendidos dentro de la categoría de “urgentes”, como el de una madre con sus hijos, niños solos o enfermos graves.

Jalil Yebara
, un alto funcionario del ministerio del Interior, precisó que se continuará aceptando refugiados en casos aislados. “Respetamos nuestras obligaciones internacionales (…) no vamos a expulsar a nadie y habrá excepciones humanitarias. Pero es el momento de regular la cuestión”.

La avalancha de sirios sumidos en la pobreza ha suscitado numerosos problemas de seguridad en Líbano, así como “una carga económica y social, y una presión a las infraestructuras que Líbano ya no puede asumir”, ha dicho Yebara.

Un informe del Banco Mundial estima que la avalancha de refugiados causa a Líbano unas pérdidas de 7.500 millones de dólares anuales, una cifra que no cuenta los daños adicionales que causa el conflicto sirio, por ejemplo a las exportaciones y al turismo.

Además, un número significativo de sirios se ha sumado a la fuerza laboral de la noche a la mañana ocasionando una fuerte caída de los salarios de los empleados libaneses. El paro entre los libaneses es del 21 por ciento mientras que se estima que entre los refugiados es del 30 por ciento, aunque se trata de un empleo de muy baja calidad.

“Hoy hemos comenzado a aplicar nuevas medidas de entrada y los sirios han comenzado a presentar sus documentos para entrar”


En los últimos meses se han celebrado varios encuentros internacionales para abordar la problemática, tanto en Oriente Próximo como en Europa, pero las expectativas que se han suscitado no están conformes con los resultados obtenidos.

La ayuda internacional que han recibido los sirios refugiados en Líbano durante el pasado año es de 694 millones de dólares, frente a los 1.515 millones prometidos en las conferencias, es decir solo el 46 por ciento de lo prometido. Esta ayuda no ha servido apenas a Líbano puesto que en su inmensa mayoría se ha dirigido directamente a los refugiados.

Un informe elaborado para el gobierno libanés aporta algunos datos relevantes. Señala por ejemplo que la densidad de población en el país se ha disparado desde el inicio de la guerra en 2011, pasando de 370 habitantes a 520 habitantes por kilómetro cuadrado.

El 60 por ciento de los refugiados han aducido que han abandonado Siria debido a la “falta de seguridad” mientras que el 32 por ciento han señalado que se han marchado por “motivos políticos”. El estudio no especifica cuántos han huido por miedo al régimen y cuántos lo han hecho por miedo a los rebeldes.
La distribución de los refugiados se observa de la siguiente manera: el 35,5 por ciento viven en la zona de la Beqaa, el 25,8 por ciento en el área de Beirut, el 24,5 por ciento en el norte, y el 11,4 por ciento en el sur.

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