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Líbano no encuentra salida a su crisis institucional

Fracasa la propuesta de la Liga Árabe para elegir un nuevo presidente

EUGENIO GARCÍA GASCÓN

El presidente de la Liga Árabe, el egipcio Amr Musa, ha abandonado Beirut sin conseguir que se acepte su propuesta para resolver la crisis libanesa debido a la resistencia de los dos sectores en pugna, el Gobierno prooccidental y la oposición prosiria.

Musa, sin embargo, no ha arrojado la toalla y ha prometido regresar el miércoles pues cree que la propuesta árabe es la única iniciativa que puede permitir la superación de la persistente crisis. Una cumbre de los ministros árabes de Exteriores aprobó recientemente un plan que prevé la elección del general Michel Suleyman como presidente del país y un paquete de medidas con las que se pretende conceder alguna de las exigencias de la oposición.

Líbano está sin jefe de Estado desde el 23 de noviembre y el Parlamento se ha reunido ya más de una decena de veces al efecto sin conseguir elegir a un sucesor debido a la falta de quórum causada por el boicot de la oposición.

En su discurso ayer en Abu Dhabi, el presidente de EEUU George Bush volvió a echar la culpa de la crisis a Siria, que ha ejercido una gran influencia sobre Líbano desde hace años.El presidente del Parlamento, el chií Nabih Berri, alineado con la oposición, aplazó el viernes la duodécima sesión parlamentaria que se convocó para elegir al jefe del Estado porque los diputados de la oposición todavía mantienen el boicot. Una nueva sesión se ha convocado para el día 21.

El partido chií de Hizbulá, que capitanea a la oposición, insiste en que las medidas adicionales que propone la Liga Árabe deben discutirse antes de la elección de Suleyman con el fin de evitar que luego no se encuentre tiempo para llevar a cabo las reformas.

Tanto el Gobierno prooccidental como la oposición prosiria están conformes con que Suleyman sea presidente, pero Hizbulá exige que sus representantes tengan derecho a veto en las decisiones cruciales del Ejecutivo, algo que rechaza el Gobierno. Para ello sería necesario que a Hizbulá se le concedieran diez de las treinta carteras ministeriales.

El plan de la Liga Árabe prevé la elección del presidente, y posteriormente la formación de un Gobierno de unidad nacional en el que ninguna parte tenga derecho a veto y la adopción de una nueva ley electoral.

En la prensa libanesa se comenta que existe todo un racimo de circunstancias relacionadas con Oriente Próximo que condicionan la crisis en que esta sumergido el país y que impiden cualquier progreso. Una de estas condiciones son, según los medios, es la campaña electoral en EEUU.

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