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El líder suní de Irak afirma ser víctima de una conspiración

El vicepresidente Al Hashimi acusa al primer ministro chií de 'fabricar' los cargos de terrorismo

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El vicepresidente suní de Irak, Tariq al Hashimi, proclamó hoy su inocencia y se ofreció a comparecer ante la Justicia para defenderse de las acusaciones que le relacionan con actividades terroristas y que han motivado una orden de arresto en su contra.

En una rueda de prensa desde Irbil, capital del Kurdistán iraquí, Al Hashimi juró ser inocente de los cargos de orquestar atentados contra el Gobierno y contra destacados miembros de las Fuerzas de Seguridad. El dirigente suní señaló al primer ministro, Nuri Maliki, chií, como el cerebro de lo que calificó como una conspiración 'fabricada' para perjudicar su imagen política y dinamitar así los recientes intentos de reconciliación nacional entre las dos comunidades históricamente enfrentadas en el país.

Hashimi subrayó que las circunstancias del caso son 'sospechosas', ya que los interrogatorios y la investigación se han llevado a cabo en apenas 48 horas. Además, recalcó que los supuestos crímenes se refieren a hechos 'antiguos y complicados'. Las imputaciones, presentadas públicamente el lunes por el portavoz del Ministerio de Interior iraquí, general Adel Daham, se basan en los testimonios de tres detenidos, entre ellos dos agentes de Policía, que afirman haber trabajado para Al Hashimi y recibido instrucciones para llevar a cabo operaciones terroristas. Tras este anuncio, el partido del líder suní, Al Iraqiya, decidió boicotear las reuniones del Gobierno de unidad nacional, donde cuenta con ocho ministros.

A su vez, la orden de detención de Al Hashimi se emitió al día siguiente de que las tropas de Estados Unidos abandonaran el país y dos días después de que Al Iraqiya suspendiera su participación en el Parlamento, en protesta por lo que considera la politización de la Justicia, el incumplimiento de la Constitución y el sectarismo de las Fuerzas de Seguridad.

El movimiento suní denunció que su comunidad está siendo 'oprimida' por el gobierno de mayoría chií de Maliki, a quien equiparó con el ajusticiado dictador, Sadam Husein. El viceprimer ministro suní, Saleh al Mut-lak, perteneciente a Al Iraqiya, advirtió del riesgo de que el país caiga en un nuevo conflicto sectario.

Hashimi instó a la Liga Árabe a tomar parte en la investigación de sus actividades. También pidió trasladar el proceso judicial al Kurdistán, ya que su domicilio en Bagdad se encuentra cercado por tanques y allí carece de protección.

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