El último líder de la Unión Soviética y artífice de los primeros pasos de la Rusia actual, Mijaíl Gorbachov, ha fallecido este martes, a los 91 años en un hospital de Moscú. Una noticia que ha confirmado el Kremlin y que ha sorprendido al propio Vladímir Putin, quien ha lamentado "profundamente" la muerte de uno de los protagonistas del beso más famoso del siglo XX. Un suceso que parece conciliar los afectos de un amplio espectro político, de derecha a izquierda, y de diferentes latitudes, algo sorprendente hoy en día.

El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, ha explicado que "el presidente Putin enviará por la mañana un telegrama de condolencias a su familia y amigos". Tras difundirse lo acontecido, las reacciones de la alta política internacional no han tardado en llegar. El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha transmitido sus condolencias al círculo cercano del exmandatario soviético. "Ha fallecido Gorbachov, un hombre que con sus decisiones contribuyó de forma decisiva a hacer de Europa, y del mundo, un lugar con más paz y libertad", ha escrito en sus redes sociales. En la misma línea se ha pronunciado la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen: "Abrió el camino para una Europa libre. Es un legado que no olvidaremos".

También lo ha hecho el todavía primer ministro británico, Boris Johnson, afirmando que "siempre he admirado el coraje y la integridad que mostró en llevar a la Guerra Fría a un final pacífico". Emmanuel Macron también ha dado su pésame: "Cambió nuestra historia común". Ninguno de los dirigentes europeos ha querido pasar por alto el papel central que desempeñó Gorbachov para que el fin de la URSS tuviera lugar sin violencia física, queriendo dejar atrás los cientos de miles de fallecidos por la purga estalinista y la Guerra Fría.

"El mundo ha perdido un imponente líder global, multilateralista convencido y abogado incansable por la paz", ha transmitido el secretario general de la ONU, António Guterres. El líder de las Naciones Unidas ha asegurado sentirse "profundamente apenado" al conocer la muerte de Gorvachov. Siguió "siempre el camino de la negociación, la reforma, la transparencia y el desarme", ha recordado Guterres, quien, además, ha subrayado el compromiso del exlíder soviétio en sus últimos años con la causa ecologista.

Al otro lado del Atlántico también han aparecido las primeras apreciaciones. El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ha querido destacar la "visión extraordinaria" del exdirigente ruso. Biden ha asegurado que Gorbachov era un líder "poco común, con la imaginación para ver que un futuro diferente era posible y el coraje para arriesgar toda su carrera para lograrlo". El resultado, reivindica el líder de la Casa Blanca, "un mundo más seguro y más libertad para millones de personas".

La principal consecuencia de la caída de la URSS fue un cambio radical en la organización de la sociedad internacional. Dio paso a un mundo en el que la hegemonía pasó a concentrarse en las manos de una única potencia: EEUU. Es por ello que no resulta sorprendente la reacción del que fuera secretario de Estado estadounidense e investigador de las relaciones internacionales, Henry Kissinger, quien ha afirmado que Gorbachov "será recordado en la historia como un hombre que comenzó una transformación histórica en beneficio de la humanidad". 

Por su parte, en España, José Manuel Albares, ministro de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación ha descrito a Gorbachov como una figura fundamental para comprender el mundo en el que vivimos. Ha asegurado que la "paz, la distensión y el diálogo" siempre fueron las banderas del mandatario, al mismo tiempo que ha reivindicado la necesidad de "muchos Gorbachov hoy en día". "Él comprendió que Rusia y Europa debían mantener un diálogo permanente", ha concluido, lamentando que Putin no siga sus pasos.

El presidente del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo, ha destacado la muerte del "una figura clave en la política y la historia de la segunda mitad del siglo XX por su impulso al fin del comunismo". Más allá de debates sobre el tipo de Estado que fue la URSS, lo que nadie discute es que su desintegración llevó a la imposición de un modelo económico único, el neoliberal.