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El lobby de Tony Blair logra que
un criminal de guerra ruandés
no sea extraditado a España

Karenzi Karake, acusado de matar a nueve españoles, era el jefe del espionaje de Ruanda durante el genocidio de 1994. Lidera su defensa la mujer de Tony Blair, que es a su vez asesor personal del presidente de Ruanda

El militar ruandés Karenzi Karake, acusado por la Audiencia de genocidio.

PÚBLICO/EFE

LONDRES/MADRID.- La justicia británica desestimó este martes la petición de extradición a España del jefe de los servicios de inteligencia de Ruanda, Karenzi Karake, reclamado por terrorismo y crímenes contra la humanidad.

La defensa del presunto criminal de guerra está liderada por Cherie Blair, la esposa del exprimer ministro británico Tony Blair, que es a su vez consejero personal del presidente de Ruanda.

El general ruandés, de 54 años, está acusado del asesinato de nueve españoles -seis religiosos y tres cooperantes de Médicos del Mundo- entre 1994 y 2000, y de participar en el genocidio de más de cuatro millones de personas durante la guerra entre los hutus y tutsis.

Los abogados de Karake han conseguido que sea archivada la causa y su defendido declarado no extraditable; contradiciendo así las medidas cautelares dictadas anteriormente. Estas consistían en la retirada del pasaporte diplomático y la prohibición de salir del Reino Unido hasta la celebración del juicio que iba a tener lugar en octubre, además de obligarle a estar localizable las 24 horas del día y a fichar diariamente en una comisaría.

La fianza de un millón de libras esterlinas (aproximadamente 1,4 millones de euros) que le había sido impuesta a Karake en junio para su liberación también le será devuelta al exmilitar ruandés.

"El proceso ha sido sobreseído", informaba el martes un portavoz de la Corte de magistrados de Westminster, en Londres, que aseguró que "las acusaciones mencionadas en la orden de detención no estaban entre las infracciones contempladas" por la ley de extradición británica.

El Gobierno ruandés, "encantado" con el archivo de la causa

La ministra de Asuntos Exteriores de Ruanda, Louise Mushikiwabo, celebró la decisión y dijo que estaba "encantada" de que Karake pudiera regresar al país. "¡Estoy encantada! Éste fue un proceso totalmente innecesario y muy ofensivo", señaló Mushikiwabo en su cuenta en la red social Twitter.

El presidente ruandés, Paul Kagame, había criticado duramente la detención de Karake y afirmó que el Reino Unido estaba mostrando "una actitud colonialista". "Muchas gracias a nuestra defensa, que trabajó sin parar, a nuestros amigos y al irrompible espíritu de lucha ruandés", dijo hoy Kagame en Twitter.

El Gobierno de ese país mantuvo que el general era inocente y que los cargos contra él estaban "motivados políticamente".

Por su parte, la Unión Africana (UA) había calificado de "amenaza" a la "seguridad y la estabilidad de Ruanda y de toda África" la detención en la capital británica de Karake.

En 2008, el juez de la Audiencia Nacional Fernando Andreu ordenó la detención de Karake tras acusarlo a él y a otros 39 altos y exaltos cargos militares de Ruanda de delitos de genocidio, crímenes de lesa humanidad y terrorismo.

En su auto de procesamiento, el juez Andreu indicó que en la década de los 90 más de cuatro millones de ruandeses fueron asesinados o desaparecieron "en el marco de un plan de exterminio por razones étnicas y políticas".

Andreu les responsabiliza del asesinato de seis religiosos españoles y de tres cooperantes de la organización no gubernamental Médicos del Mundo, unas muertes que sucedieron entre 1994 y 2000 en los campos de refugiados donde trabajaban.

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