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Londres investigará su complicidad con Gadafi

Un juez estudiará la colaboración de la CIA y el MI6 con la inteligencia libia

IÑIGO SÁENZ DE UGARTE

La celebración en Londres por el derrocamiento de Gadafi se ha visto ensombrecida al saberse que los servicios de inteligencia británicos eran grandes aliados del régimen libio. El doble lenguaje de los gobiernos occidentales quedó de manifiesto al encontrarse pruebas en Trípoli de la complicidad de la CIA y el MI6 con los espías de Gadafi.

Ahora se denuncia la violación de los derechos humanos en el régimen anterior, pero antes no había inconveniente en enviar a Trípoli a presos sospechosos de terrorismo.

Para el primer ministro, David Cameron, supone un gran alivio que los hechos revelados ocurrieron con el Gobierno anterior. Ayer anunció que la investigación independiente encargada a un juez retirado sobre el tratamiento de supuestos terroristas en el extranjero se ampliará para estudiar el caso de Libia.

Sin embargo, la medida tiene un coste político escaso para el Gobierno. Esa investigación es mucho más restrictiva que la que se ha llevado a cabo sobre la guerra de Irak, cuyas conclusiones se conocerán este otoño.

Las organizaciones de derechos humanos han denunciado que el magistrado no tiene previsto celebrar audiencias públicas y no ha tomado declaración a británicos que han sido torturados en el extranjero o internados en Guantánamo. Además, será el Gobierno, y no el juez retirado, el que decida finalmente qué se conocerá de su veredicto.

Cameron ordenó abrir esa investigación en julio de 2010, pero ni siquiera ha comenzado a funcionar porque antes deben concluir las investigaciones policiales originadas por las denuncias de torturas presentadas en tribunales británicos. Al menos, es probable que comience sus trabajos con el caso de Libia al no haber demandas.

El jefe de las milicias de los rebeldes en Trípoli es uno de los que acabaron en las prisiones de Gadafi gracias a la intervención de los espíasoccidentales.

Abdel Hakim Belhadj fue secuestrado en Malasia en 2004 y trasladado a Tailandia, probablemente a una cárcel secreta de la CIA. Allí fue torturado por la CIA, según su testimonio, y finalmente enviado a Libia, donde estuvo encarcelado hasta marzo de este año.

Belhadj combatió contra los soviéticos en Afganistán y fue el líder de un grupo yihadista libio al que la CIA relacionaba con Al Qaeda. Afirma que cuando estaba detenido en su país fue también interrogado por agentes del MI6 británico.

Cameron dijo ayer en el Parlamento que las fuerzas militares de la OTAN todavía no se van a retirar de Libia 'porque las fuerzas proGadafi aún suponen una amenaza y controlan las ciudades de Bani Walid, Sirte ySebha'. No hay noticias de que esas fuerzas amenacen a la población civil de esas ciudades. Los rebeldes aún no han solicitado el fin de la ayuda militar de la OTAN.

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