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Massera, ideólogo de la guerra sucia

Las Abuelas de la Plaza de Mayo lamentan que el ex almirante argentino haya muerto sin confesar 'dónde están, en manos de quién y con quiénes han vivido' sus nietos

EFE

El ex almirante Emilio Massera, fallecido este lunes en Buenos Aires a los 85 años, pasará a la historia argentina por ser uno de los principales ideólogos de la guerra sucia que dejó 30.000 desaparecidos en el país durante la última dictadura militar.

Conocido como Comandante Cero o El Negro, Massera integró, junto al teniente general Jorge Videla y al brigadier del aire Orlando Agosti, la Junta Militar que el 24 de marzo de 1976 derrocó al Gobierno de María Estela Martínez de Perón y gobernó a sangre y fuego durante siete años.

Entre sus tristemente célebres tareas en el Gobierno de facto se le atribuye la organización de la mayor cárcel clandestina del país en la Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA), por la que pasaron unos 5.000 detenidos de forma ilegal, según los organismos de derechos humanos.

Nacido el 19 de octubre de 1925 en la ciudad de Paraná, a 600 kilómetros de Buenos Aires, en 1946 inició su carrera en la Armada de Argentina con el grado de guardamarina. Fue alumno de la Escuela de las Américas, el instituto que Estados Unidos instaló en su jurisdicción del canal de Panamá para la instrucción de militares latinoamericanos. En 1974, Massera fue ascendido a almirante y posteriormente nombrado comandante en jefe de la Marina de Guerra, cargo que ejerció al compartir el primero de los cuatro gobiernos de la dictadura.

Tuvo un papel preponderante en la organización del Mundial de Fútbol de 1978, uno de los más simbólicos ejemplos de utilización política de un acontecimiento deportivo, y a finales de ese año se alejó del Gobierno para dedicarse a la política. En 1983 presentó su candidatura a la Presidencia por el Partido para la Democracia Social, pero el 21 de junio del mismo año fue detenido por orden del juez Oscar Salvi por su presunta participación en la desaparición de un empresario, lo que truncó sus aspiraciones electorales.

Tras el juicio al que fueron sometidas las Juntas Militares en 1985, fue condenado a cadena perpetua por tres homicidios agravados por alevosía, torturas, privaciones de la libertad amenazas y robos. En 1990 se benefició, como los máximos jerarcas de la dictadura, del indulto concedido por el entonces presidente, Carlos Menem, aunque ocho años después volvió a prisión por causas relacionadas con el secuestro y el cambio de identidad de hijos de desaparecidos nacidos en cautiverio.

Massera formó parte de una lista de 47 ex militares y policías y un civil argentinos cuya captura pidió el juez Baltasar Garzón a la Justicia argentina bajo la acusación de genocidio, terrorismo y torturas. También fue considerado uno de los responsables del Plan Cóndor, como se denominó a la coordinación represiva de los regímenes militares del cono sur americano en las décadas de los año 70 y 80.

En 2002 fue ingresado en el Hospital Militar de Buenos Aires por una accidente cerebrovascular, cuyas secuelas permitieron que en 2005 fuese declarado incapaz por demencia y se suspendieran las causas en su contra. Reclamado por España, Alemania, Suiza e Italia, entre otros, en septiembre de 2009, un tribunal de Roma comenzó a juzgarle en ausencia por la desaparición de tres ciudadanos italianos durante la dictadura, después de que peritos de ese país consideraran que Massera estaba en 'plenas facultades mentales' para afrontar el proceso.



La argentina Estela de Carlotto, presidenta de la organización Abuelas de la Plaza de Mayo, afirmó que 'es lamentable' que Massera haya muerto 'sin declarar sus delitos y sin posibilitarnos el encuentro con nuestros nietos'. 'Uno nunca se alegra de la muerte de nadie, pero es un hombre que hizo tanto daño al país', dijo De Carlotto.

'Si hubiera tenido un poquito de sentimiento, en este momento en que como católico iba a rendir cuentas a Dios de sus pecados, pudo haber hablado para decir dónde están, en manos de quién y con quiénes han vivido nuestros nietos en estos largos 33 años en que las abuelas los hemos estado buscando'. De Carlotto afirmó que Massera tenía su 'reinado del terror' en la antigua Escuela de Mecánica de la Armada, donde 'tenía una maternidad clandestina y llevaron muchos de los nietos que estamos buscando', entre ellos el suyo. Lamentó que siempre haya habido un 'pacto de silencio entre todos los máximos responsables del terrorismo de estado en Argentina'.

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