Este artículo se publicó hace 12 años.
"Mi país vive un golpe de Estado constitucional"
Entrevista a Moustapha Niasse, exprimer ministro de Senegal y candidato de la coalición de centroizquierda, aspira a la presidencia del país el 22 de febrero
Moustapha Niasse, ex primer ministro de Senegal, es el actual líder de la oposición y candidato a la presidencia del país en las elecciones del próximo 26 de febrero. Niasse, que en el pasado llegó a ser jefe de la diplomacia senegalesa, se enfrenta al presidente Abdoulaye Wade, que ha impulsado un sistema político autoritario y corrupto con apariencia de democracia parlamentaria. Wade aspira a una tercera presidencia, aunque la ley senegalesa sólo autorice dos mandatos. Pero su candidatura ha sido validada por el Consejo Constitucional, lo que ha provocado disturbios con varios muertos, heridos y detenciones. Niasse es socialista y encabeza una coalición opositora y electoral de 36 partidos de centroizquierda, Bennoo Siggil Senegaal. El candidato opositor, que fue un estrecho colaborador del poeta y presidente socialista de Senegal, Léopold Senghor, asegura que la base de su estrategia política es "la buena gobernanza y la protección de las libertades".
¿La decisión del Consejo Constitucional de apoyar la candidatura del presidente Abdoulaye Wade coloca a Senegal al borde del enfrentamiento civil?
"La corrupción está generalizada y la juventud sólo quiere escapar a Europa"
Senegal está en una situación muy delicada y no podemos descartar un enfrentamiento generalizado entre el pueblo, sobre todo la juventud, y el poder autoritario de Wade, que tiene casi 90 años. Las consecuencias políticas de la decisión del Consejo Constitucional, que rechazó la candidatura del cantante Youssou N'dour y de otros dos candidatos independientes, son imprevisibles. Hasta Estados Unidos ha presionado a Wade para que no se presentara a las elecciones. Senegal vive un golpe de Estado constitucional.
¿Puede haber alguna salida pacífica a esta crisis política y social?
Depende del poder. La oposición, agrupada mayoritariamente en el Movimiento del 23 de Junio (M23), que cuenta en su seno con casi 150 partidos políticos y agrupaciones cívicas, no piensa bajar la guardia. Los demócratas creemos que Abdoulaye Wade ha violado la Constitución. El régimen de Wade reprime las protestas porque no conoce otro lenguaje que el de la violencia. Por suerte, en mi país no hay riesgo de conflictos étni-cos como en Costa de Marfil o la República Democrática del Congo y cristianos y musulmanes conviven pacíficamente. Llevamos 50 años sin un golpe de Estado militar.
"El régimen de Wade no conoce otro lenguaje que el de la violencia"
El presidente Wade asegura que Senegal es una democracia y acusa a la oposición de querer desestabilizar el país.
No es cierto. En Senegal hay un régimen autoritario y un presidente vitalicio. El sistema democrático es una simple fachada. Es una situación bien distinta a la etapa de los presidentes Léopold Senghor y Abdou Diouf. Wade es un dirigente egocéntrico que defiende sus intereses y mantiene a la mayoría de la población en la miseria. El país está económicamente estancado y la crisis social es explo-siva. La corrupción es un problema generalizado y la juventud sólo tiene un objetivo: escapar de Senegal a Europa, sobre todo a países como España y Francia.
¿Qué propone al pueblo senegalés la coalición electoral que usted dirige?
"Los demócratas creemos que el presidente ha violado la Constitución"
Queremos que el poder vuelva al Parlamento, reformar la justicia, para que sea independiente del poder ejecutivo, acabar con la corrupción y el despilfarro económico, mejorar la sanidad y la educación y dar esperanza al pueblo. La buena gobernanza y la protección de las libertades son nuestra estrategia política.
¿Qué papel pueden desempeñar España y Europa en la resolución del conflicto senegalés?
España tiene muchos intereses económicos en Senegal, en sectores como la pesca. En el ámbito político, Madrid y Dakar comparten inte-reses comunes, por ejemplo, en el control de la inmigración irregular. España ha abierto una línea de crédito de 30 millones de euros para ayudar a Senegal a controlar los flujos migratorios hacia Canarias. España es un socio fundamental para Senegal. Creo que la Unión Europea ha entendido que la estabilidad de África pasa por el desarrollo económico y la democracia, y no por el mantenimiento de regímenes corruptos y represivos que defiendan los intereses del mundo desarrollado a costa de la miseria de los africanos.
¿Cómo se define ideológicamente?
Soy socialista y dirijo un partido que se denomina Alianza de Fuerzas del Progreso (AFP) que aspira a ser miembro de la Internacional Socialista. Milité en el Partido Socialista de Léopold Senghor, pero a su muerte me salí de sus filas porque consideré que esta formación se había apartado de los ideales socialistas.
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