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Migrantes abandonados en el desierto Rescatan a más de 400 personas migrantes abandonadas sin agua en el desierto de Níger

"Caminamos durante horas bajo el sol abrasador sin agua y sin tener ni idea de hacia dónde íbamos", ha relatado un superviviente al personal de la ONU que les localizó el pasado 15 de junio. Según la OIM, son casi 20.000 las personas localizadas en el desierto del Sáhara tras ser abandonados por las mafias o expulsados por Argelia.

Un miembro de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) presta ayuda a una persona migrante en el desierto del Sáhara en una imagen del 2017.- OIM

público / agencias

"Caminamos durante horas bajo el sol abrasador del desierto sin agua y sin tener ni idea de hacia dónde nos dirigíamos". Amadou, un joven maliense de 27 años, es una de las 406 personas migrantes que fueron localizadas el pasado 15 de junio por personal de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) cuando vagaban "desorientadas por la arena  en el desierto del Teneré", una zona del desierto del Sáhara ubicada en la región de Agadez, en Níger, uno de los puntos neurálgicos de la ruta migratoria hacia Europa desde el África subsaharaiana.

El testimonio ha sido difundido por la oficina de la OIM en Túnez, que ha informado de que el grupo, compuesto por personas originarias de 14 países —en su mayoría de Malí, Guinea Conakry y Costa de Marfil— fue rescatado tras ser "abandonado a su suerte". Entre los auxiliados había siete mujeres y cuatro niños, según OIM, que ha precisado que todos fueron trasladados a la ciudad de Assamaka, al norte de Níger.

"De repente, vi un camión de la OIM viniendo hacia nosotros. Nos dieron comida y agua y nos llevaron a Assamaka y al día siguiente a Arlit", afirma este superviviente.

"No quiero convertirme en un cadáver más enterrado en el desierto. Me voy a casa"

Con este grupo ya son cerca de 20.000 los migrantes subsaharianos abandonados en el desierto del Sáhara que han sido atendidos por la OIM desde que, en 2016, iniciara sus operaciones en la zona, ha informado el organismo dependiente de la ONU, que lleva a cabo operaciones de rastreo y asistencia en esta región, además de un programa de retorno voluntario a sus países para los localizados.

Según la OIM, el 98% de quienes son rescatados optan por este programa, algo que también quiere hacer Amadou. "No quiero convertirme en un cadáver más enterrado en el desierto. Me voy a casa", afirma, consciente de los peligros de una ruta para la que ni siquiera existen cifras aproximadas de víctimas mortales.

Abandonados por las mafias o expulsados por Argelia

La mayor parte de los migrantes hallados durante los últimos tres años en las dunas del Sáhara, precisa la OIM, son personas abandonadas por las mafias dedicadas al contrabando de seres humanos o que han sido expulsadas de Argelia.

Argelia ha expulsado y abandonado en el desierto a más de 15.000 personas en los últimos dos años, según diversas organizaciones

De forma regular, el citado país norteafricano detiene cada año a varios miles de migrantes irregulares, los introduce en camiones y los traslada a localidades limítrofes con Mali y Níger, como In Guezzam, donde los obliga a cruzar la frontera a pie con raciones escasas de agua y comida. Una práctica que ha sido condenada por el Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, que el pasado año pidió a Argelia que cesaran estas expulsiones masivas y, en muchos casos, mortales.

Pese al hermetismo que impone el régimen argelino, organizaciones internacionales de defensa de los derechos humanos calculan que el Gobierno de Argel ha expulsado y abandonado en el desierto a más de 15.000 personas durante los últimos dos años.

Las mismas organizaciones admiten la imposibilidad de conocer cuántos más han perdido la vida en el desierto del Teneré tratando de cruzar a Argelia.

Aquellos que logran sobrevivir y son rescatados, suelen sufrir de diferentes patologías: desde deshidratación y heridas severas hasta graves enfermedades mentales.

Tras los primeros auxilios en la base avanzada, son trasladados a la ciudad de Arlit, a 235 kilómetros al sur, donde reciben ayuda especializada en el marco de un proyecto de la OIM que financia el departamento de Desarrollo Internacional del Reino Unido y la Unión Europa dentro del Mecanismo de Respuesta y Recursos a la Migración.

Allí se les ofrece la posibilidad de integrarse en el proyecto de ayuda al retorno a su lugar de origen puesto en marcha por la Iniciativa Conjunta de la Unión Europea y la OIM para la Protección y Reintegración de Migrantes.

Uno de los trabajadores de la OIM que está en primera línea, Alhassane Adouel, ha reconocido que no termina de acostumbrarse a las llegadas de los grupos de supervivientes, "con recién nacidos en sus brazos, las caras cubiertas de arena y las ropas rotas". "A pesar de las muchas llegadas, me sigue rompiendo el corazón ver por lo que han tenido que pasar", ha añadido.

El jefe de la misión de la OIM en Níger, Martin Wyss, ha reconocido que la labor pone a prueba "el complicado contexto operativo, la peligrosa situación de seguridad y los repentinos flujos grandes de migrantes". No obstante, ha insistido en que vigilan "de cerca" la ruta para tratar de proteger a estas personas "antes de que sea demasiado tarde".

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