Este artículo se publicó hace 14 años.
Los militares no contienen los saqueos en Chile
Continúan los actos de vandalismo tras el terremoto. Un catalán de 29 años podría estar en la lista de víctimas mortales
El toque de queda y la intervención de los militares no fueron suficientes para calmar las olas de saqueos y pillajes que están viviendo las regiones chilenas del Maule y Bío Bío, las más afectadas por el terremoto de 8,8 grados en la escala de Richter que azotó el centro y sur del país en la madrugada del 27 de febrero.
Debido al vandalismo, el toque se ampliará en esas regiones desde las 20.00 horas hasta las 12.00 del mediodía, según informó ayer el Ministro de Defensa, Francisco Vidal. Hasta ahora, el toque de queda se había aplicado entre las 21.00 horas y las 6.00 de la mañana.
"Pasamos una noche de terror, las bandas saquean y prenden fuego"
La medida obliga a la gente a permanecer en sus casas, lo que para muchos, debido a las continuas réplicas, resulta una experiencia aterradora.
En la primera noche de toque de queda, hubo 57 detenidos y un muerto por una bala perdida. Testigos de las localidades más alejadas de las grandes ciudades afirman que la medida fue insuficiente.
"Pasamos una noche de terror, había bandas organizadas que saquearon los cinco supermercados que hay en Chiguayante (cerca de Concepción). Vinieron en camiones y, después de robar todo, prendían fuego", aseguró a una radio local Sergio, quien aseguró que el toque de queda decretado por el Ejecutivo no tuvo efecto en su localidad hasta las cuatro de la madrugada, cuando se hizo presente un camión de militares.
El turista español fue alcanzado por el tsunami, según su familia
El saldo oficial de víctimas del terremoto es de 723 muertos y 19 desaparecidos. La familia del joven catalán Miguel Marín, de 29 años y vecino de Alella (Barcelona), aseguró ayer que este se encuentra entre los fallecidos.
Una ola de 15 metrosLa familia señaló a Efe que Marín murió al golpearse la cabeza con una roca en la isla de Juan Fernández, cuando le sorprendió uno de los tsunamis causados por el terremoto. "Una ola de 15 o 16 metros que lo arrastró todo" alcanzó al joven, según la familia, quien lo supo a través de un familiar que viajaba con el joven, con el que han podido contactar por Internet. La embajada española en Chile no ha confirmado la muerte de Marín.
En la ciudad de Concepción, la capital de la región del Bío Bío y cercana al epicentro, la situación de seguridad ha mejorado, según dijo a Público la alcaldesa, Jaqueline van Rysselberghe.
"Anoche estuvo todo más tranquilo, pero necesitamos más protección. Los delincuentes son más rápidos que las autoridades y, al ver la presencia militar, las bandas se desplazaron desde la ciudad hacia las zonas aledañas", señaló la alcaldesa.
Van Rysselberghe pidió más militares. "Hay turbas que están entrando en las casas incluso con gente en su interior", afirmó.
Durante la tarde, una banda prendió fuego a los grandes almacenes La Polar, situados en el centro de Concepción, después de intentar, sin éxito, saquearlos y tener que desistir por la intervención de personal de seguridad de la gran superficie.
El comandante a cargo de la Guarnición Santiago, el general Marcos López, indicó a Público que la ayuda militar hacia las zonas afectadas se está incrementando y que se espera que lleguen cerca de 7.000 operativos a las regiones del Maule y Bío Bío.
Santiago no está bajo toque de queda debido a que la situación está más controlada que en el sur. No obstante, el domingo por la noche, la capital también sufrió saqueos en las barriadas populares de Lampa, Quilicura y la comuna de clase media de Maipú.
En Santiago, la ayuda de los militares se limita a prestar alguna ayuda sanitaria y a proveer de camiones cisterna al 20% de la población que aún permanece sin agua.
Además del vandalismo, la falta de servicios básicos, comunicación y alimentos siguen siendo los principales problemas en el país. Se han montado morgues improvisadas, como la del estadio municipal de Talca (en la región de Maule), para tratar de paliar el inminente problema sanitario que puede derivarse de la descomposición de los cuerpos, especialmente si estos contaminan las fuentes de agua.
Alcaldes de las regiones afectadas piden ayuda: necesitan alimentos, féretros y medicamentos.
La desgracia parece no dar tregua. A media tarde de ayer, se confirmó la muerte del dirigente político de la Unión Demócrata Independiente, Pablo Desbordes, de y seis directivos de la Universidad San Sebastián tras caerse la avioneta en la cual se desplazaban desde Santiago de Chile a Concepción para prestar apoyo.
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