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Mr. Robinson se aparta del poder durante seis semanas

El escándalo de su mujer fuerza una extraña retirada: seguirá negociando desde casa el traspaso de competencias al Ulster. El Sinn Fein exige la entrega de los asuntos de Policía y Justicia

ÍÑIGO SÁENZ DE UGARTE

En un intento de salvar su maltrecha reputación y ganar tiempo, el primer ministro del Ulster, Peter Robinson, aceptó ayer abandonar el cargo durante seis semanas. La aventura sexual de su mujer y su intervención en un préstamo recibido por su amante han estado a punto de provocar la caída del Gobierno de coalición que mantienen el Partido Unionista Democrático (PUD) y el Sinn Fein.

Durante ese periodo, la jefatura del Gobierno en funciones recaerá en la ministra de Empresas y Comercio, Arlene Foster, de 39 años. El hecho de que no haya sido el número dos del partido unionista el elegido revela que Robinson tiene la intención de regresar al cargo.

La crisis se ha salvado gracias a unas palabras de Robinson en el mensaje con el que anunció su decisión. 'Durante este periodo de tiempo, continuaré trabajando en los importantes asuntos relacionados con Policía y Justicia, y otros temas', dijo.

Es decir, seguirá siendo primer ministro desde casa en relación a los temas que más interesan al Sinn Fein y al Gobierno de Londres: la entrega al Ulster de las competencias sobre seguridad y Justicia.

Los republicanos del Sinn Fein exigen que esa transferencia se produzca antes de las elecciones del Reino Unido, que se celebrarán probablemente en mayo. El sector más radical del PUD no está nada interesado en el traspaso de competencias. No quiere que el Gobierno norirlandés tenga la responsabilidad del orden público mientras continúe existiendo la amenaza de los grupos disidentes del IRA.

El asunto es casi innegociable para el Sinn Fein. 'El reloj no se ha parado -dijo el dirigente Gerry Kelly-. Esto es un Gobierno de coalición y Martin McGuinness ya ha dicho que estamos en una crisis'.

El Sinn Fein necesita el traspaso de competencias por la misma razón por la que incomoda al PUD. En primer lugar, cree que llega con mucho retraso porque los acuerdos de 2006 ya lo contemplaban. Además, el partido teme que los sucesivos aplazamientos hayan hecho ganar adeptos a la causa de los disidentes del IRA en la comunidad católica.

Robinson recibió antes de anunciar su cese temporal el apoyo unánime de los dirigentes del partido, incluido su fundador, Ian Paisley, que, según la prensa local, estaba indignado con la conducta del primer ministro. Aparentemente, nadie discutió la identidad del sucesor, a pesar de que Arlene Foster formó parte hasta 2004 del otro gran partido unionista, el dirigido por David Trimble.

El PUD aceptó que el relevo definitivo de su líder podría ser utilizado por el Sinn Fein para provocar nuevas elecciones. Una división de los votos protestantes a causa del escándalo permitiría a los republicanos convertirse en el partido más votado. El cierre de filas frente al socio y rival se convirtió en inevitable.

Robinson confirmó que su mujer, Iris, está recibiendo tratamiento psiquiátrico en un centro dependiente de la sanidad pública del Ulster. Este último detalle no es secundario. En los últimos días, los rumores en Belfast habían alcanzado tal nivel de imaginación que se llegó a decir que Iris había huido a un chalé de lujo en Chamonix, en los Alpes franceses, en la misma zona turística en la que pasó el fin de año la esposa de Tiger Woods.

La nueva primera ministra dijo ayer en la Asamblea de Stormont que una primera revisión del caso ya ha exculpado a Peter Robinson de cualquier delito, dando por buena su versión de que no sabía que su mujer se había quedado con el 10% del préstamo que consiguió a su amante.

Cualquier interrogatorio a Iris Robinson parece ahora descartado. 'Iris está atravesando un momento muy difícil', dijo Arlene Foster, 'y su salud mental es ahora muy precaria'.

Quien no parece muy alterado es su antiguo amante. Kirk McCambley continúa despachando cafés en el bar que montó gracias al dinero que dos empresarios entregaron a Iris. En los últimos días, el local ha visto aumentar el número de clientes, ansiosos de ver al joven de 21 años que ha estado a punto de costarle a Robinson el matrimonio y el cargo.

Un cliente no pudo ser más gráfico cuando le explicó al Belfast Telegraph el motivo de su presencia en el café: 'Es como ver trabajar a Monica Lewinsky'.

 

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