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Mubarak, expulsado de la Internacional Socialista

El PSOE no ve riesgo de que las revueltas se trasladen a Marruecos

CAROLINA MARTÍN

La falta de avances democráticos en Egipto y la revuelta ciudadana de la última semana propició ayer la expulsión de la fuerza política que preside Hosni Mubarak, el Partido Nacional Democrático (NDP), de la Internacional Socialista (IS), informaron fuentes del PSOE.

La organización mundial de socialdemócratas y laboristas informó por carta al secretario general de la formación, el hijo del presidente Mubarak, que ante el 'dramático fracaso del Gobierno egipcio de responder a su pueblo y del NDP de dar cumplimiento a sus promesas', cesaba como miembro de pleno derecho. La misiva indicaba que 'un partido en el gobierno que no escucha, que no actúa para iniciar un proceso de cambio significativo en estas circunstancias', en alusión a las manifestaciones de ciudadanos reclamando derechos y libertades, no puede formar parte de este grupo. No obstante, abogaba por seguir cooperando con 'todos los demócratas de Egipto' para lograr un Estado abierto y laico.

La IS tomó la misma decisión respecto al partido Reagrupación Constitucional Democrática del ex presidente de Túnez Zine El Abidine Ben Alí, de 'conformidad con los estatutos' de la organización y tras las movilizaciones ciudadanas el pasado 17 de enero .

Para la secretaria de Política Internacional del PSOE, Elena Valenciano, la ciudadanía es en Túnez y Egipto 'el nuevo actor político, sin formulación de adscripción política ni mucho menos religiosa'. Convencida de que 'no se pueden poner puertas a la democracia', la dirigente socialista, que valoró ayer en rueda de prensa los últimos acontecimientos en Egipto, sostuvo que 'la obligación del PSOE es impulsar y reforzar los movimientos' que se están produciendo. Entre otras razones, porque 'queremos una orilla sur de la Unión Europea democrática'. Así, calificó de buena noticia los movimientos que se estaban produciendo en Egipto y Túnez. 'Entre la autocracia que se ha vivido y el fanatismo que algunos temen, el espacio que tenemos es el de la democracia', dijo.

No obstante, Valenciano negó la posibilidad de que estas movilizaciones ciudadanas se trasladen a Marruecos. En línea con la ministra de Asuntos Exteriores, Trinidad Jiménez, la dirigente del PSOE subrayó que la situación es diferente: 'En la medida en que en Marruecos hay juego político es difícil que haya una salida espontánea como en Egipto o Túnez'. Según Valenciano, el reino alauí inició hace años 'un lento proceso de transición', que ha favorecido 'espacios de mayor libertad'.

La diferenciación entre Marruecos y la situación que atraviesan Egipto y Túnez realizada por la ministra y corroborada por Valenciano provocó malestar en algunas formaciones. En este sentido, la diputada de ICV, Núria Buenaventura, registró ayer cinco preguntas sobre la posición del Gobierno de España respecto a esta cuestión.

Buenaventura pidió explicaciones al Ejecutivo sobre qué entiende por 'proceso de apertura democrática iniciado hace algunos años' en Marruecos, en palabras de la ministra. También se interesó por la valoración del Gobierno sobre si la situación política y social del reino alauí es 'homologable a la de una democracia consolidada como la española'. La diputada también quiere que el Gobierno aclare por qué Jiménez defendió ante sus homólogos de la UE a Marruecos.

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