Este artículo se publicó hace 2 años.
Mujeres indígenas piden al Gobierno de Argentina que se declare crimen de odio el 'chineo', la violación sistemática patriarcal
El Tercer Parlamento de Mujeres y Diversidades Indígenas por el Buen Vivir acuerda exigir al Estado argentino que tome medidas urgentes para terminar con las agresiones sexuales de los criollos hacia las niñas indígenas.
Elena Corvalan (Página 12)
Buenos Aires-Actualizado a
Más de 250 mujeres y personas del colectivo LGTBI de 21 pueblos-nación indígenas de Argentina acordaron este miércoles en Chicoana, a 50 kilómetros de la ciudad de Salta, presentar una "demanda" al Estado para poner fin al chineo, las violaciones de niñas, y también mujeres, de estos pueblos cometidas por criollos.
El chineo es una práctica que viene de muy lejos, más concretamente desde la colonización (los españoles llamaban chinas a las niñas indígenas, por sus ojos rasgados) y que se perpetúa hasta estos días, sobre todo en el norte del país. El chineo es la violación sistemática de niñas indígenas a manos de los criollos, esto es, hombres adultos, terratenientes con fuerte poder político y/o económico. Esta práctica tiene un alto componente machista y racista.
"Esto es un genocidio y nos vamos a defender hermanas", destaca Millán
La propuesta fue presentada por la weychafe (guerrera, en mapuche) Moira Millán, en nombre del Movimiento de Mujeres Indígenas por el Buen Vivir. La iniciativa propone la abolición de esta violación sistemática: "Hemos esperado 200 años", resaltó. "Esto es un genocidio y nos vamos a defender, hermanas, nos vamos a defender". Si es necesario, pondrán el cuerpo en la lucha, dijo, porque "están matando a nuestros hijos, a nuestras hijas, a nuestros hijes".
Entre los puntos más importantes, las mujeres y las personas transgénero indígenas acordaron exigir que el chineo sea declarado crimen de odio, que sea imprescriptible; que se despida de los cuerpos de seguridad nacional a los gendarmes y policías que cometan estos crímenes, y que cuando esos delitos sean cometidos por empleados de las "empresas extractivistas", esas firmas "sean inhabilitadas de por vida para entrar al territorio".
El movimiento exige que se embarguen los bienes de los violadores
Otra exigencia es que se embarguen los bienes de los violadores, en este punto Millán aclaró que no aceptan la palabra "reparación", porque no se puede reparar el daño provocado por estos crímenes. En cambio, exigen el embargo de los bienes de los violadores para asistir a las víctimas, para hacer campañas de prevención: "Necesitamos abrir centros de contención, que los pague el violador; necesitamos reunirnos, que lo pague el violador. Vamos a construir fortalecimiento como merecemos, que lo paguen los violadores", sostuvo Millán y las asistentes, muchas de las cuales ya habían planteado esas exigencias en reuniones grupales, ratificaron con aplausos y puños en alto y un coro plurinacional: Jallalla! Muranta! Atipasun! Jayly! Marichi weu!
Casi al final del pleno, se habló también de demandar al Estado por genocidio, por una cantidad millonaria: "No solo para hacer justicia" sino "porque lo único que le importa es el dinero, la propiedad", y lo harán a pesar de ser conscientes de que deberán litigar en "la justicia huinca", dijo Millán. María Pia Ceballos, de Mujeres Trans Argentina (MTA) Salta, añadió que también hay que demandar a jueces y fiscales, que encubren estos crímenes, y "a la Iglesia", pidiendo también que se expropien sus bienes por las violaciones que han cometido sus miembros.
Relatos en primera persona
La demanda fue el final de una jornada difícil, pero también bonita (alguien la describió como "dura y bella") en la que mujeres y personas del colectivo LGTBI se reunieron en seis grupos para invitar a la conversación y posibilitar que pudieran contar sus experiencias, muchas de ellas víctimas del chineo o de abusos sexuales intrafamiliares.
"El 'chineo' no es cultural, es colonial"
"Yo sé que cuesta mucho. Yo vengo del campo hermanas", alentó una joven mapuche que recordó que "el chineo está afectando al futuro del territorio" y por eso es urgente tomar medidas. "Vamos a erradicar el chineo de los territorios y de las cabezas, porque esto no es cultural, es colonial", "Esto viene de los barcos", sostuvo.
Tras horas de conversación por separado, empezó el pleno, en el que las coordinadoras de cada grupo intercambiaron sus experiencias.
Costó mucho hablar y escucharse, comenzó explicando una de las coordinadoras del primer grupo. También destacó el coraje y valor "admirables" de las que contaron sus experiencias. "El concepto del chineo es muy fuerte para tratarlo", añadió la otra coordinadora. Dijo que en ese grupo se habló de casos que "afectaron la salud espiritual, a nuestros cuerpos, a nuestras familias, a nuestras comunidades, nuestro territorio".
También hubo relatos de casos en lugares más alejados que no tuvieron acompañamiento ni asistencia, de abusos sexuales cometidos "en todos los territorios", en el norte de Salta y en Bolivia y Perú.
En el segundo grupo se relataron 15 casos de abusos, en complicidad de caciques, escuelas, comisarías y centros de asistencia del sistema de salud. En el tercero "aparecieron en muchos de los casos violaciones intrafamiliares".
En el cuarto fue necesario explicar por qué se usa el término chineo, y también hubo relatos de "muchas violaciones intrafamiliares"; como muchas de las participantes son de la zona fronteriza, también contaron de casos de trata, y de cómo afecta la droga.
"El sistema patriarcal también está arraigado en los pueblos indígenas", dijo la coordinadora del quinto grupo
En el grupo cinco se explicó de nuevo el chineo, aunque "la mayoría de las mujeres presentes habían sido violadas de niñas". También se habló sobre las distracciones del mundo "blanco", como las religiones, y que "en las casas hay violadores padres, abuelos, tíos y hermanos". Y se habló de la violencia ejercida por hombres de los propios pueblos indígenas. "Todo este patriarcado está arraigado también en los pueblos", en la figura de los caciques violentos. Además de la violencia de curas y sacerdotes, así como de funcionarios del Estado, que llegan a las comunidades con regalos y abusan de las niñas, les dicen que están enamorados de ellas y "las van comprando con regalos, y a las familias".
El Parlamento también tuvo momentos de espiritualidad, con ceremonias presididas por mujeres videntes de Bolivia. El primer día se pidió permiso a los espíritus de la naturaleza de esta parte del territorio y se convocó a los ancestros. El segundo día la ceremonia, realizada al anochecer, fue para hablar con las personas fallecidas y las personas que aún no han nacido, "demuestra que los abortos se están produciendo", se explicó.
El Tercer Parlamento concluye este miércoles, junto a otros consensos para seguir la lucha contra el chineo y todas las formas de abusos sexuales a niñas y mujeres indígenas.
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