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El mundo conduce a Israel al aislamiento internacional

El endurecimiento de la política israelí con respecto a los palestinos está suscitando una creciente oleada de críticas en Europa, pero los israelíes no solamente están preocupados con la UE sino también con Estados Unidos. En Washington están disgustados con las políticas de la ocupación y esta circunstancia está conduciendo a Israel al aislamiento internacional.

Imagen de archivo del Primer Ministro de Israel Netanyahu durante la 67ª Asamblea General de las Naciones Unidas en Nueva York. REUTERS/Lucas Jackson

EUGENIO GARCÍA GASCÓN

JERUSALÉN.– El domingo el primer ministro Benjamín Netanyahu descolgó el teléfono varias veces. Sus interlocutores fueron altos cargos de media docena de pequeños países europeos, los más grandes Chequia y Grecia, a quienes imploró que la Unión Europea posponga o suprima la imposición de nuevas sanciones contra Israel.

En Bruselas las decisiones se toman por consenso y basta que un país se oponga para frenar una iniciativa. Lo más significativo es que Netanyahu no habló con sus homólogos de Alemania, Francia, el Reino Unido o Italia, sino con dirigentes de los países más pequeños, algunos de los cuales se han convertido en los salvavidas que precisa Israel.

Esta circunstancia se ha interpretado aquí como un nuevo indicador de que Israel está perdiendo su credibilidad en una parte importante del planeta, Europa, una tendencia que va creciendo año a año y mes a mes, y que obedece a su manifiesta voluntad de mantener y expandir las colonias judías en los territorios ocupados y en su negativa a aceptar las leyes y resoluciones internacionales.

Pero el problema no solamente es Europa. El embajador de Estados Unidos en Tel Aviv, Dan Shapiro, que habla un hebreo casi perfecto y tiene a parte de su familia viviendo en este país como ciudadanos, advirtió el lunes que la administración americana está “preocupada y perpleja” por la política de Israel en los asentamientos, una política que “suscita preguntas sobre las intenciones” de Netanyahu.

Udi Segel, analista del Canal 2 de la televisión hebrea, un medio claramente progubernamental y el de mayor audiencia del país, considera que la situación se está deteriorando rápidamente: “El mundo se pregunta qué puede salir de un gobierno como en el nuestro en materias como la cooperación para la paz y para la estabilidad en la región”, que son dos cuestiones que preocupan en Occidente. Segel no ve claro el futuro.

“Estados Unidos es muy optimista con respecto a Irán. El presidente Obama es más optimista que Israel y que Arabia Saudí, pero no hay que olvidar que dentro de un año habrá otro inquilino en la Casa Blanca y que la situación puede cambiar completamente”, señala el profesor Gerald M. Steinberg, de la Universidad Bar-Ilan, experto en las relaciones entre Israel y Estados Unidos.

“Siria ya no existe, Irak ya no existe. Estamos ante un Oriente Próximo que es completamente distinto del de hace apenas unos años y en el que todo está ardiendo”

Una cuestión que cada vez aflora con mayor frecuencia es el creciente aislamiento de Netanyahu, y a este respecto Steinberg matiza que Israel tiene que preocuparse por todo lo que sucede a su alrededor: “Siria ya no existe, Irak ya no existe. Estamos ante un Oriente Próximo que es completamente distinto del de hace apenas unos
años y en el que todo está ardiendo
”.

“Es verdad que hasta cierto punto Israel está más aislada en Europa y Estados Unidos que hace veinte años, pero también es verdad que ha estrechado sus relaciones con países como India, China o Corea del Sur. Con Arabia Saudí también, aunque solamente en el tema iraní. Ciertamente, se critica mucho al gobierno de Netanyahu pero esto no solo ocurre en el extranjero sino también dentro del país”, explica Steinberg.

“En la Unión Europea hay movimientos significativos que pretenden aislar a Israel y esto es un problema grave que por ahora se ha traducido en sanciones limitadas; sin embargo, todo indica que este proceso no ha hecho más que empezar y que la situación de Israel va a ser cada vez más complicada en Europa”, comenta Steinberg.

El Primer Ministro Netanyahu durante un gabinete semanal en Jerusalén. REUTERS/Dan Balilty/Pool

El Primer Ministro Netanyahu durante un gabinete semanal en Jerusalén. REUTERS/Dan Balilty/Pool

Algunos historiadores pronostican que el peso de Estados Unidos en el mundo ha llegado a su cénit y ha comenzado a declinar, lo que es una preocupación adicional para Israel. Este declive se ha visto, según algunos analistas israelíes, en el reciente acuerdo nuclear con Irán, donde Washington se ha alineado con el resto del mundo y frente a Israel, a pesar de las presiones de Netanyahu y del lobby judío. Además, Estados Unidos debe prestar atención a problemas más acuciantes en otras partes del globo.

En las próximas semanas los aspirantes republicanos y demócratas a las elecciones norteamericanas de noviembre darán paso a los candidatos electos, y la campaña se está siguiendo muy de cerca desde Israel, no solo en el partido demócrata, donde algunos asesores de Hillary Clinton no son del gusto de Netanyahu, sino también en el partido republicano. A veces la circunstancia más insignificante a primera vista se convierte en un auténtico problema.

Un ejemplo ocurrió la semana pasada cuando el aspirante republicano Tony Cruz 'insultó' a Donald Trump llamándole 'neoyorquino'. Inmediatamente tanto en Israel como en algunos círculos judíos de Estados Unidos llovieron las críticas contra Cruz, a quien se acusó de utilizar 'neoyorquino' como sinónimo de 'judío'. En seguida se puso en circulación el fantasma del antisemitismo. Aunque no es judío, Trump cuenta con notables contactos con miembros de esa comunidad en Nueva York, se ha encargado de aclarar la prensa israelí.

Este mínimo incidente, que en otras circunstancias no habría tenido mayores consecuencias, se ha enarbolado como una bandera donde se ha escrito la leyenda de que los israelíes ni siquiera pueden confiar en el partido republicano. Y algunos incluso indican que es una prueba de su creciente aislamiento en la escena internacional.

Netanyahu confía en que las elecciones norteamericanas se resuelvan favorablemente y que la administración Obama termine su mandato lo mejor posible, es decir, haciendo el menor daño posible a Netanyahu. No obstante, en el ministerio de Exteriores de Israel no solamente están preocupados con Europa, sino con lo que pueda ocurrir en Estados Unidos, donde también se cuestiona la credibilidad de Israel.

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