Este artículo se publicó hace 11 años.
Netanyahu gana, pero cede poder en favor del centro y la izquierda
El partido del primer ministro israelí pierde 11 escaños con respecto a los anteriores comicios
El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, se ha proclamado vencedor en las elecciones celebradas el martes en Israel, pero ha recibido un duro castigo que le obliga a ceder terreno a los partidos de centro y de izquierda y tender la mano a la negociación.
La coalición que preside Netanyahu obtuvo 31 de los 120 escaños que componen el Parlamento, mientras que el partido Yesh Atid, liderado por el presetador Yair Lapid, consiguió una sorprendente segunda posición con 19, según los datos de la Comisión Electoral con el 99,5% de los votos escrutados. Pese a la victoria, el bloque del primer ministro pierde 11 escaños en relación a los 42 logrados en los comicios de 2009, cuando se presentaron por separado ambas formaciones.
El resto del pastel parlamentario se lo reparten el Partido Laborista, consiguió hacerse con 15 diputados, seguido del ultraortodoxo sefardí Shas y el partido ultranacionalista religioso Habayit Hayehudí, ambos con 11 escaños. A continuación se situarían el ultraortodoxo asquenazí Judaísmo Unido de la Torá, con 7; la formación Hatnuá y el frente pacifista Meretz, ambos con 6.
La Lista Árabe Unida sorprende en estos comicios con 5 escaños, seguida del frente judeo-árabe por la igualdad Jadash, 4, y el Pacto Democrático Árabe que obtendría 3. Justo por encima del 2 por ciento que se requiere para obtener representación parlamentaria, la formación Kadima, que hasta ahora era el partido con más escaños del parlamento, recibe solo 2 diputados.
Una coalición "lo más amplia posible"Los resultados reflejan una paridad por bloques ideológicos, 60 escaños para el de la derecha y los ortodoxos y 60 para los partidos de centro izquierda y árabes, lo que complicará a Netanyahu las negociaciones para consolidar una coalición parlamentaria que apoye su gobierno.
No obstante, al poco tiempo de conocerse los resultados, Netanyahu ha tendido la mano a Lapid: "Tenemos la oportunidad de hacer grandes cosas por el Estado de Israel", ha dicho Netanyahu en declaraciones recogidas por el periódico Yedioth Ahronoth.
Asimismo, ha subrayado que ve "muchos compañeros" para sus "objetivos", al tiempo que ha manifestado que formará "la coalición más amplia posible". "Empezaré a trabajar en ello esta misma noche", ha dicho, según ha informado el diario israelí The Jerusalem Post. "Juntos tendremos éxito", ha apuntado.
En su primer discurso tras la victoria, Netanyahu ha afirmado que el "desafío" que supone el programa nuclear iraní seguirá siendo el principal eje de sus políticas, si bien ha resaltado que pondrá también el foco en los problemas que enfrenta el país a nivel interno y económico.
Después de Irán, Netanyahu ha citado la política económica y la búsqueda de una "paz responsable" con los palestinos, que ha ubicado en tercer lugar. Por detrás de estos asuntos ha puesto igualar el servicio militar a todos los ciudadanos israelíes y rebajar el coste de vida y minimizar la carga financiera a las clases medias.
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