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"No queremos mercenarios"

El ministro de Justicia de Irak, Safa al Safi, afirma que la soberanía iraquí es incompatible con la presencia militar de Estados Unidos 

OSCAR ABOU-KASSEM

El ministro de Justicia iraquí muestra el habitual optimismo que reina entre los miembros del Gobierno de Bagdad sobre el futuro de su país. Safa al Safi, (Basora, 1957), ha visitado Madrid para supervisar los cursos de formación para los funcionarios iraquíes que la misión Eujust Lex de la Unión Europea desarrolla en España con la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo. Firme partidario de la pena de muerte, este chií apadrinado por el ayatolá Ali Sistani, pasó 30 años en el exilio antes de regresar a Irak en 2005.

¿Qué garantías da la justicia iraquí a sus ciudadanos?

Es muy diferente a la época de Sadam Hussein. El ciudadano ya no teme por si le realizan cualquier tipo de detención sin motivo. El ciudadano puede dormir tranquilo sin ningún miedo al Gobierno.

¿Cuántas personas han sido condenadas a muerte en Irak desde 2003?

El número de condenados es muy pequeño, unos 400. Se han ejecutado algunas sentencias para casos relacionados con el terrorismo.

¿Cómo está el proceso contra Alí el Químico y los otros dos dirigentes del régimen de Sadam que han sido condenados a muerte pero que EEUU no entrega para que sean ejecutados?

Las Fuerzas Multinacionales tenían que haber entregado ya a estas tres personas. Algunos dicen que se trata de un problema político. Únicamente nos han ofrecido la entrega de Alí el Químico pero el primer ministro ha exigido respeto a la ley iraquí y ha solicitado la entrega de los tres juntos.

La comunidad suní ha criticado la ley de amnistía. Sólo afecta a las prisiones gestionadas por los iraquíes, con mayoría de reclusos chiíes, y no a las que mantiene EEUU con mayor presencia suní.

La ley no distingue entre suní y chií. La ley no contempla delitos cometidos exclusivamente por suníes o chiíes. Si hay un número mayor de suníes detenidos es porque han cometido más crímenes.

¿Será posible juzgar a los mercenarios extranjeros a los que EEUU ha dado inmunidad?

Tenemos un problema con la inmunidad de las empresas que trabajan para la Fuerza Multinacional. Estamos desarrollando un proyecto para abolir la presencia de las empresas de seguridad estadounidenses en Irak.

¿Y el proceso contra los miembros de Blackwater acusados de matar a 17 civiles en septiembre del año pasado?

Hay una querella interpuesta por los familiares y el asunto está siendo tratado por los tribunales iraquíes.

¿Cómo van las negociaciones con EEUU para un acuerdo que establezca la relación entre los dos países?

La parte iraquí ha establecido líneas rojas sobre su soberanía que no se pueden superar. El Gobierno iraquí ha decidido que no puede haber bases extranjeras en Irak. Ni a largo ni a corto plazo. Ni en el mar ni en la tierra ni el aire.

¿Quieren fijar un calendario para la retirada de las tropas de Estados Unidos?

Es una reivindicación del pueblo de Irak. Podemos establecer un calendario o encontrar otro modo organizado. El convenio con EEUU tiene que fijar la fecha y la manera en la que tienen que salir sus tropas.

¿Están listos para ejercer la soberanía sin la ayuda de ninguna fuerza militar extranjera?

Hay una evolución positiva. Las últimas operaciones de seguridad en Basora y Ciudad Sáder demuestran la capacidad de las Fuerzas de Seguridad para controlar el país. Seguimos con ciertas necesidades ya que hace cinco años tuvimos que partir desde cero.

¿Teme que esas operaciones contra la milicia de Muqtada Al Sáder acaben en una guerra civil entre chiíes?

No. El propio Muqtada apoyó las operaciones. No era contra sus seguidores, era contra delincuentes que decían ser seguidores de Muqtada.

¿Cómo valora la aproximación del primer ministro hacia los suníes dentro y fuera de Irak?

El problema no era del primer ministro. Han sido los otros países los que han tenido posturas determinadas con Irak. Ahora son conscientes de que Nuri Al Maliki no distingue entre suníes y chiíes. La mejor prueba de ello es la vuelta al Gobierno de los ministros suníes.

¿Cómo repartirán el dinero generado por la venta del petróleo iraquí?

De un modo justo entre todos los iraquíes.

¿Aunque los kurdos y chiíes controlen las principales reservas?

No tenemos zonas chiíes o suníes. Hay una zona kurda, pero el petróleo iraquí es de los iraquíes. La región que tenga petróleo no va a recibir más dinero que la que no tenga petróleo. Se repartirá en función de las zonas con más necesidades. 

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