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Un nuevo caso judicial vuelve a sacudir al Ejecutivo de Sarkozy

La Fiscalía francesa solicita abrir una investigación a la ministra de Economía, Lagarde, por 'abuso de autoridad'

ANDRÉS PÉREZ

La pesadilla de los escándalos, que han obligado al presidente francés, Nicolas Sarkozy, a remodelar su Gobierno dos veces en los últimos seis meses, ha vuelto. De forma seca y fulminante bajo la forma de una investigación de la Justicia. Ordenada por la máxima autoridad judicial francesa, la Corte de Casación, y contra el miembro más estable del Ejecutivo, la ministra de Economía, Christine Lagarde.

Cuando siguen sin olvidarse los escándalos por los presupuestos de puros habanos de 15.000 euros de un ministro, el caso Príncipe Jean de favoritismo para un hijo de Sarkozy, la conjura Woerth-Bettencourt de connivencia entre conservadores y multimillonarios, y los negocios de la familia de una ministra con el clan tunecino Ben Alí, la bomba volvió a caer en el Gobierno nombrado hace menos de tres meses. El fiscal principal de la Corte de Casación (equivalente de alguna manera al fiscal general del Estado en España), Jean-Louis Nadal,solicitó a la Corte de Justicia de la República que investigue a Lagarde por un posible 'abuso de autoridad'.

Un 'abuso de autoridad' que habría costado 385 millones de euros al Estado. Y un abuso de autoridad en beneficio no de un oscuro y desconocido ciudadano, sino de una figura estelar. Los 385 millones de euros fueron al bolsillo de un hombre de negocios llamado Bernard Tapie. Se trata de una celebridad en Francia por haber sido, en su día, uno de los símbolos de la izquierda reconciliada con el mundo de los negocios, luego ángel caído por sus múltiples asuntos turbios y, finalmente, en 2007, representante de toda la corriente de centroizquierdistas que apoyaron la elección de Sarkozy.

Christine Lagarde habría intervenido a favor del empresario Tapie

Nadal estima que cabe investigar a la ministra por un posible hecho cometido en el ejercicio de sus funciones, cuando intervino en un litigio judicial entre Tapie y el Estado por el llamado caso Adidas.

Para la Justicia, la decisión sospechosa fue la tomada por Lagarde en 2007: decidió que, en el litigio entre el Estado y Tapie, se abandonaría la vía de los tribunales ordinarios y se pasaría a un tribunal de arbitraje. Es decir que confió el caso a tres jueces arbitrales de tipo consular, con los que era posible una conciliación.

En julio de 2008 se alcanzó la conciliación, según la cual el consorcio estatal que gestiona el pasivo del desaparecido banco público Crédit Lyonnaistuvo que pagar a Tapie 240 millones de euros de indemnización, unos cien millones de intereses y 45 millones de euros por 'perjuicio moral'. Doscientos de esos millones salieron directamente de las arcas del Estado.

El polémico exministro recibió más de 200 millones de euros del Estado

El asunto suscitó una inmensa indignación entre los parlamentarios de la izquierda y Christine Lagarde intentó calmar el juego diciendo que, de los 385 millones, sólo unos 20 llegarían al bolsillo de Tapie, a causa de todo lo que este adeudaba al Estado, desde hace década y media, por impagos de impuestos y cotizaciones, entre otros asuntos turbios. No obstante, el escándalo fue relanzado por el semanario Le Canard Enchaîné que reveló que, en realidad, eran 210 millones netos lo que el hombre de negocios se había llevado.

En 2011, varios diputados solicitaron la intervención de la Justicia y ahora el fiscal Nadal les da la razón al solicitar la investigación de la Corte de Justicia de la República, un tribunal de excepción para juzgar a un ministro por hechos cometidos en el ejercicio de sus funciones.

El caso Tapie, resultante del caso Adidas, es un capítulo aparte de la historia de Francia. Tapie y su holding BTF se hicieron con la mayoría del capital de la firma Adidas en 1990, cuando ese hombre era una estrella ascendente del presidente socialista, François Mitterrand, y cuando se pretendía probar que izquierda rimaba con negocios, libre empresa y capitalismo. La firma alemana atravesaba un mal momento, incapaz de competir con Nike y Reebok.

La actual titular de Economía puede ser juzgada ante la Corte de la República

Tapie, en lugar de mostrar ser empresario de izquierdas, hizo lo contrario: cerró fábricas y despidió a trabajadores. Luego, se convirtió en el cazador cazado. Había comprado Adidas con el respaldo del banco público Crédit Lyonnais, pero quebró y puso en venta Adidas vía ese mismo banco. Tapie asegura que fue estafado, argumentando que el banco infravaloró el precio inicial de la venta.

Las querellas se iniciaron a partir de 1994 y duraban desde entonces. La gran sorpresa fue ver a ese mismo Tapie, exministro de la Ciudad de Mitterrand, apoyando en 2007 la candidatura de Sarkozy.

Lagarde intentó mostrar calma afirmando que colaborará con la Justicia y que la investigación es una 'etapa normal' más. Pero el nerviosismo empieza a aflorar en el Gobierno porque este no es el único caso que afecta a la ministra que, durante tres años, parecía ser la más íntegra.

A finales de abril, un revista política descubrió, en la declaración de intereses de Lagarde, una curiosa pequeña inversión. Apenas unos 35.000 euros y en una empresa innovadora, Applicatour. La revista descubrió que esa inversión permitía a Lagarde exonerar impuestos y que la firma estaba dirigida por el hijo del presidente de un banco público especializado en las inversiones en pymes innovadoras. Se descubrió que ese presidente de banco había sido colocado en el cargo por la propia Lagarde. Y dicho banco público había concurrido a una línea de crédito para Applicatour, cosa que permitió a la empresa tener la etiqueta de 'innovadora', que permitió a Lagarde reducir sus impuestos.

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