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Obama se aleja aún más en los estados clave

Los votantes independientes se inclinan de forma creciente por el candidato demócrata

 

ISABEL PIQUER

El candidato republicano, John McCain, esperabael martes frenar su caída en los sondeos con el debate que debía mantener con su contrincante demócrata, Barack Obama . La creciente diferencia en los sondeos, que han confirmado tres nuevas encuestas, ha radicalizado el tono de la campaña, sobre todo del lado conservador. Un arma de doble filo de cara a unos votantes más preocupados por la crisis económica que por las descalificaciones personales.

El formato del debate, en el que los dos contrincantes iban a contestar a preguntas del público, debía en principio favorecer a McCain, que a lo largo de su campaña ha potenciado un contacto más informal en sus mítines. Pero el tema de fondo, la economía, la crisis, el rescate de Wall Street y la recesión por llegar, suponían una clara ventaja para Obama.

Prueba de la inquietud ambiente, el moderador, el veterano periodista de la NBC, Tom Brokaw, recibió seis millones de preguntas por correo electrónico, de las que iba a seleccionar entre seis y siete. Los que asistieron al debate en directo, en Nashville, Tennessee, un grupo de 80 personas cuidadosamente seleccionadas por la empresa de sondeos Gallup entre votantes indecisos, plantearon directamente una docena de dudas.

McCain era consciente de que el debate podía ser su última oportunidad para cambiar su suerte. El objetivo declarado de su campaña es sembrar dudas sobre la capacidad de liderazgo de Obama; de ahí los ataques cada vez más personales contra el demócrata.

El Wall Street Journal aseguraba ayer que el tándem demócrata superaba en seis puntos al equipo republicano (49% frente a 43%), entre los afiliados a uno de los dos partidos. Entre los votantes independientes, el vuelco de opinión es mucho más radical. Hace dos semanas favorecían a McCain por 18 puntos; ahora Obama se los lleva con cuatro puntos de margen.

El Washington Post publicaba cifras similares en un estado clave, Ohio: 51% para Obama-Biden, 45% para McCain-Palin. El viejo estado industrial, que dio la victoria al presidente Bush en 2004 y que todos los candidatos republicanos han tenido que ganar para llegar a la Casa Blanca, se ha volcado con los candidatos demócratas en pocas semanas.

Un sondeo de la revista Time y la cadena CNN precisó que McCain está ahora luchando en estados conservadores que Bush se llevó de calle en 2000 y 2004. En Carolina del Norte, que Bush ganó por 12 puntos en sus dos elecciones, McCain y Obama estaban empatados; en Indiana, donde el mandatario estadounidense consiguió ventajas de 16 puntos en 2000 y 21 en 2004, el contrincante conservador solo tenía un ligero avance de cinco puntos sobre Obama.

Bush, por cierto, está batiendo récords de escasísima popularidad. Solo 25% de los estadounidenses aprueban ahora su presidencia, especialmente en el tema económico. El mandatario se une a así a figuras históricas de la talla de Richard Nixon que sumaba 24% de opiniones favorables en el verano de 1974 y Harry Truman que llegó a caer hasta 22% en plena guerra de Corea, en 1952, un récord que de momento nadie ha batido.

 

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