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Obama negocia con Merkel y Cameron nuevas sanciones a Rusia tras el derribo del avión

AGENCIAS

El presidente estadounidense, Barack Obama, la canciller alemana, Angela Merkel, y el primer ministro británico, David Cameron, han abordado este viernes la posible necesidad de emprender más sanciones contra Rusia si no adopta medidas para aliviar la tensión en Ucrania después del derribo del vuelo MH17 .

'Aunque han acordado continuar con los esfuerzos para conseguir una solución diplomática a la crisis actual, han reafirmado su determinación de permanecer en contacto cercano mientras consideran qué acciones adicionales podrían requerirse', ha afirmado la Casa Blanca, que ha informado de la conversación entre los tres mandatarios.

'Han subrayado que Rusia tiene una clara responsabilidad en negar a los separatistas del este de Ucrania el acceso a armamento pesado y otro tipo de apoyo en el interior de Rusia', ha explicado.

Cameron y Obama han 'reiterado' durante su conversación telefónica 'la necesidad' de adoptar más medidas si Rusia continúa sin dar los pasos necesarios para aliviar la tensión del conflicto ucraniano.

Esta conversación ha tenido lugar después de que el jueves un avión Boeing 77 de Malaysia Airlines fuese derribado en el este de Ucrania con un misil tierra-aire, una acción de la que se responsabilizan mutuamente las milicias prorrusas y el Gobierno ucraniano.

Durante la jornada han intentado acceder a la zona observadores de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE), que han denunciado que no han podido acceder al corredor hasta el lugar en el que se estrelló el MH17.

EEUU ha liderado el esfuerzo para frenar a Putin tras la anexión de la península de Crimea en marzo por parte de Moscú y el respaldo subsiguiente a los separatistas en la región oriental de Ucrania.

El lunes, el Gobierno estadounidense acusó directamente a Rusia de mentir y dijo tener pruebas de que, pese a su retórica pacifista, el Kremlin sigue facilitando artillería pesada, financiación y otro equipamiento militar a los rebeldes prorrusos.

'Aunque Rusia dice querer la paz, sus acciones no están en línea con su retórica', afirmó el lunes el Departamento de Estado.

El miércoles, Washington pasaba de las palabras a los hechos con el anuncio de una nueva tanda de sanciones contra 'empresas clave' rusas, como los bancos Gazprombank y Vnesheconombank y las energéticas Rosneft y OAO Novatek.

'Hay mucho en juego para Europa, no solo para el pueblo ucraniano' Europa, con una fuerte dependencia energética de Rusia, ha dado pasos más tímidos, y no actuó en coordinación con EEUU en la última ronda de sanciones, aunque Merkel dio señales de estar dispuesta a intensificar la presión sobre Moscú.

'Esta es una plataforma que nos da mucha libertad para actuar en un nuevo nivel', afirmó ayer la canciller alemana en referencia al nuevo marco adoptado esta semana por la Unión Europea (UE) para adoptar potenciales sanciones adicionales contra Moscú.

Obama insistió, por su parte, en que el incidente del avión debería de ser 'una llamada de atención para Europa y el mundo' de que el conflicto en Ucrania no es una amenaza 'localizada'.

'Hay mucho en juego para Europa, no solo para el pueblo ucraniano', afirmó el mandatario estadounidense

En ese sentido, John Herbst, exembajador de EEUU en Ucrania durante la presidencia de George W. Bush (2001-2009), aseguró ayer en declaraciones al diario The Wall Street Journal que la adopción de más sanciones por parte de la Unión Europea sería el paso más contundente que Occidente podría dar contra Rusia.

'Ha llegado el momento de que la comunidad europea demuestre que la UE (...) puede ser un serio actor geopolítico', destacó Herbst.

Los vínculos económicos de Europa con Moscú son mucho más estrechos que los que tiene Washington. Así, mientras que el comercio bilateral entre Rusia y Alemania alcanzó los 105.000 millones de dólares en 2013, la relación entre EEUU y Rusia en el mismo periodo se cifró en 38.000 millones.

La popularidad del presidente ruso está cerca de máximos históricos Putin, mientras tanto, ha mantenido la calma en plena tormenta al negar el apoyo de Moscú a los separatistas en Ucrania y culpar a Kiev por la continuidad de las hostilidades.

Una nueva encuesta del centro Gallup recién publicada muestra, además, que la popularidad del presidente ruso está cerca de máximos históricos, al contar con el apoyo de un 83 % de la población, un incremento del 29 % desde el año 2013.

 


https://www.quoners.es/debate/crees-que-el-conflicto-ucraniano-puede-derivar-en-un-conflicto-global

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