Este artículo se publicó hace 13 años.
Obama pone a Polonia como "modelo" para los árabes
El presidente de EEUU firma un acuerdo de cooperación militar con Varsovia
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, finalizó este sábado un viaje de dos días a Polonia en el que se fijó un gran objetivo: incrementar su influencia en la antigua Europa comunista. La pieza clave entre los antiguos satélites de la URSS es Polonia, el país de mayor dimensión y población y con más protagonismo en la región, con el que Washington quiere potenciar la cooperación política, económica y militar.
A diferencia de lo que ocurría en la etapa de George W. Bush, Obama ha priorizado el diálogo y el acuerdo con Rusia y mantenido en un segundo plano las relaciones con Europa del Este. Tanto es así que varios antiguos jefes de Estado y de Gobierno de la región criticaron abiertamente la estrategia de Obama por medio de una carta.
"Polonia muestra cómo un pueblo decidido construye la democracia"
Las revoluciones árabes, así como la lucha contra el terrorismo islamista y el peso cada vez mayor en el mundo de potencias emergentes como China, han obligado al inquilino de la Casa Blanca a recuperar el terreno perdido en Europa del Este. Obama incluso destacó Polonia como "modelo" a seguir para países como Túnez o Egipto. "La historia de Polonia demuestra cómo un pueblo orgulloso, decidido y entusiasta puede superar unos desafíos extraordinarios y construir una democracia", dijo el mandatario de Washington en la rueda de prensa conjunta con el primer ministro Donald Tusk.
El Gobierno del liberal Tusk mantiene una relación de alto nivel con Washington, pero también ha hecho de la cooperación con Alemania y Francia en el seno de la Unión Europea uno de sus principales retos en política exterior.
El mandatario estadounidense, que se reunió con el presidente del país, Bronislaw Komorowski; el primer ministro Tusk y representantes de la clase política y de diversos colectivos sociales, prometió apoyo político y económico a Polonia. Además, transmitió un mensaje de confianza al conjunto de los países de Europa central y oriental en la XVII cumbre de jefes de Estado de esta región de Europa, que se celebró en la capital polaca y a la que no asistieron Serbia y Rumanía en señal de protesta por la presencia de Kosovo, un país soberano que Belgrado y Bucarest no reconocen.
El acercamiento de Washington a Moscú había irritado a los polacos
"No os olvido", dijo Obama a sus socios del Este. Lanzó este mensaje tranquilizador para despejar las dudas que han surgido entre algunos dirigentes poscomunistas después de que la Casa Blanca renunciara al escudo antimisiles que Bush quiso implantar en Polonia y Chequia. A cambio, Obama ha propuesto un nuevo proyecto antimisiles en Polonia, Rumanía y Bulgaria que preocupa a Moscú.
Escudo antimisilesObama manifestó en Varsovia su voluntad de que Rusia se incorpore a un proyecto europeo de defensa antibalística, pero defendió la necesidad de que la OTAN conserve intactas sus capacidades geoestratégicas. El año pasado, Washington dio un primer paso en Polonia con el despliegue de varias lanzaderas de misiles Patriot y de un contingente de 100 militares estadounidenses para asegurar la vigilancia y mantenimiento de la base, situada cerca de la pequeña ciudad de Morag, en el noreste polaco y a un centenar de kilómetros de la frontera con Rusia.
Los dos países cerraron un memorándum de entendimiento bilateral para establecer un destacamento de las Fuerzas Aéreas estadounidenses en Polonia. Este destacamento se instalará el año que viene, con vistas a facilitar rotaciones regulares de aviones militares estadounidenses, F-16 y Hércules, y el adiestramiento de pilotos polacos para su uso.
Condena de LukashenkoLos dirigentes polacos propusieron a Obama unacooperación en la explotación del yacimiento de gas de esquisto, recientemente descubierto en Polonia. El primer ministro polaco prometió a Obama el apoyo de Polonia para la resolución de la crisis libia y la democratización del mundo árabe.
La situación en Bielorrusia, país vecino de Polonia y dirigido por el dictador Aleksander Lukashenko, fue analizada por Obama y el presidente polaco Komorowski, del mismo partido que Tusk. El presidente de Estados Unidos calificó de "inaceptable" la situación política en el antiguo país soviético y acusó a Lukashenko de ejercer "un desprecio total a los valores de la democracia y a su propio pueblo".
El mandatario deWashington prometió su apoyo a "la sociedad civil para fortalecer las reformas en Bielorrusia", y Komorowski destacó "los puntos de vista absolutamente idénticos" sobre el cambio en Bielorrusia entre Washington y Varsovia. Por todo ello, según afirmó Obama, "Polonia es uno de los aliados más cercanos de EEUU".
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