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Obama y McCain barajan candidatos a vicepresidente

Los gobernadores de los ‘estados clave’ se postulan como favoritos

ISABEL PIQUER

“Busco a alguien independiente que me diga si me he equivocado”, decía Barack Obama hace unos días en una entrevista en la cadena de televisión NBC. El aspirante demócrata describía a su vicepresidente ideal. En las próximas semanas, él y su contrincante republicano, John McCain, designarán a los candidatos con los que esperan completar su candidatura y compensar sus respectivos puntos flacos.

Es el anuncio más importante antes de los grandes eventos mediáticos de las convenciones de finales de agosto y principios de septiembre. El proceso de selección se lleva a cabo en secreto pero algunos nombres ya alimentan especulaciones. Las variables son muchas: química personal, complementariedad, equilibrio geográfico, fotogenia.

Hasta hace poco, el papel de vicepresidente era considerado casi protocolario, pero Al Gore y sobre todo Dick Cheney han cambiado la naturaleza de un puesto que ya no se limita a ser un discreto segundón.

Lo ideal es que futuro número dos tenga en su bolsillo algún tipo de electorado cautivo, el latino, el femenino o, mejor aún, sea gobernador de uno de un estado sensible donde se jugarán las elecciones. Los candidatos que más suenan cumplen este último.

Obama tiene dos alternativas: buscar a alguien que tranquilice los temores del electorado, sobre su falta de experiencia (quizás alguien con historial militar) o bien que resalte su idea de cambio. De momento, la candidatura de Hillary Clinton parece descartada. La ex primera dama se ofreció para el puesto de número dos al dejar la primarias pero parece poco probable que Obama la considere, no sólo por el antagonismo que opone a los dos ex rivales sino también por el lastre que Clinton hubiera traído consigo: Bill. Además, juntarse con un matrimonio tan vinculado a Washington contrastaría demasiado con el mensaje mesiánico de una nueva América.

El candidato que más suena del lado demócrata es el gobernador por Virginia, Tim Kayne. Varios factores le acompañan. Está al mando de uno de los estados clave para las elecciones, lleno de estos demócratas conservadores que votaron a Hillary y que podrían decantarse por McCain.

Kayne fue el primer gobernador en respaldar a Obama, a principios de 2007. También estudió en la facultad de leyes de Harvard y, por si fuera poco, su madre es del mismo pueblo de Kansas que la de Obama: El Dorado. Pasó un año de misionario en Honduras y habla español lo bastante digno para hacer campaña entre los latinos.

El inconveniente de Kayne es que tiene tan poca experiencia en la arena nacional como Obama. Pero enfatiza la idea de cambio del candidato. En 1992, Bill Clinton eligió a otro candidato del Sur, el senador por Tennessee, Al Gore, también muy joven, para acompañarle hacia la Casa Blanca. Y resultó.

Para McCain la vicepresidencia es más importante porque, con 72 años, el senador por Arizona será el candidato más viejo en competir por la Casa Blanca. Tiene dos candidatos: su antiguo adversario y ex gobernador de Massachusetts, Mitt Romney; Y Tim Pawlenty, joven gobernador de Minnesota.

Más improbable es Carly Fiorina, ex presidenta de Hewlett Packard, ahora a cargo de las finanzas de la campaña de McCain y que tiene dos grandes bazas: sabe de economía y es mujer, pero no tiene experiencia política.

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