Este artículo se publicó hace 17 años.
La oposición ironiza y Sarkozy calla sobre su supuesto romance con Carla Bruni
La oposición política francesa ironizó hoy sobre la divulgación de las fotografías del presidente francés, Nicolas Sarkozy, y la cantante y ex modelo Carla Bruni, mientras que el propio jefe del Estado y el Elíseo guardan silencio sobre el supuesto nuevo romance.
Por primera vez desde la divulgación de su supuesta relación con Bruni, el presidente fue preguntado de forma directa por la misma, durante una visita centrada en el medio ambiente a la región de Camargue, en el sureste de Francia.
"Precisamente, presidente, hablando del entorno, el suyo acaba de cambiar...", lanzó un periodista que seguía un paseo al aire libre de Sarkozy.
Una rama de árbol, que justo en ese momento golpeó la cabeza del presidente, dejó la pregunta sin su ansiada respuesta.
Sin embargo, la prensa volvió poco después a la carga, mientras el presidente contemplaba un mapa de la costa mediterránea: "¿Qué es lo que le inspira, señor presidente, la belleza... del paisaje?"
Sarkozy no se dejó engañar: "Ah, ya le veo venir con esta sonrisa...".
Finalmente, y después de otros intentos en vano de la prensa, el presidente aseguró que no iba a entrar al trapo, si bien admitió que los periodistas cumplían con su labor al atosigarle con preguntas y que éstas no le molestaban.
Ni los portavoces oficiales, ni los miembros del Gobierno o del partido conservador UMP han dado más pistas sobre el presunto idilio, convertido en portada de todos los diarios y en tema de todas las conversaciones.
Sarkozy fue fotografiado el pasado sábado junto a Bruni en el parque Disneyland de las afueras de París, donde paseaban sin ocultarse y donde fueron el blanco de los flashes de una docena de reporteros a los que, aseguran, nadie impidió hacer su trabajo.
Esta actitud permisiva ha llevado a algunos a suponer que el presidente pretendía oficializar su relación con Bruni dos meses después del divorcio de su segunda esposa, Cécilia.
Las revelaciones del entorno de Bruni de que la relación es real no han hecho más que abonar esta teoría.
Mientras persiste el silencio oficial, la oposición se lo toma con ironía.
El primer secretario del Partido Socialista (PS), François Hollande, que acaba de hacer pública su separación de la ex candidata presidencial Ségolène Royal, no quiso entrar en la cuestión.
Pero el portavoz socialista Julien Dray afirmó que se trata de "un bonito cuento", aunque criticó la mediatización del asunto y apostó porque en el futuro saldrán a la luz "el capítulo dos, tres,...".
"Si vas a Disneyland un sábado por la tarde tienes pocas opciones de pasar desapercibido", aseguró Dray, quien añadió que tras esta "escenificación" Sarkozy no podrá quejarse de que se invade su vida privada.
Más crítica se mostró la vicepresidenta del ultraderechista Frente Nacional, Marine Le Pen, que calificó el asunto de "cuento de Navidad de bajo presupuesto" y lo consideró una cortina de humo para hacer olvidar los verdaderos problemas del país, como el poder adquisitivo o la visita del líder libio, Muamar Gadafi.
Una opinión que comparten algunos editorialistas de la prensa francesa, que consideran que la noticia del posible nuevo romance de Sarkozy puede acallar muchas de las críticas de las que era objeto por haber recibido a Gadafi.
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