El secretario general de la OTAN, Anders Fogh Rasmussen, aplaude el plan de repliegue de Afganistán anunciado por el presidente estadounidense, Barack Obama. 'Espero que la cooperación se desarrolle todavía más a medida que preparamos la cumbre de la OTAN que organizará (Obama) en Chicago la próxima primavera', declara Rasmussen en un comunicado.

A su entender, la decisión de Obama es 'un resultado natural de los progresos' obtenidos sobre el terreno en Afganistán, y viene seguida de 'consultas cercanas con los aliados y socios de la OTAN'. El plan de Estados Unidos contempla replegar 10.000 soldados entre julio y final de año, y 23.000 más antes de verano de 2012. La retirada debe completarse antes de que finalice 2014.

Rasmussen cree que Estados Unidos 'tomó una decisión valiente' en diciembre de 2009, cuando envió 30.000 efectivos adicionales a Afganistán para hacer frente al avance talibán. A ellos se sumaron otros 10.000 soldados enviados por otros países de la OTAN y sus socios. 'Esas tropas fueron parte de un esfuerzo internacional para cambiar de rumbo en Afganistán', dice Rasmussen en el comunicado.

Rasmussen cree que 'los talibán está bajo presión', mientras que 'las fuerzas de seguridad afganas son más fuertes cada día'. El dirigente de la OTAN confía en que la transición de competencias de seguridad pueda completarse en 2014, tal y como pactaron Washington y Kabul.

Al mismo tiempo, coincide con Obama al señalar que la misión de la OTAN y de la Fuerza Internacional de Asistencia a la Seguridad (ISAF) pasará 'del combate al apoyo'. Igualmente ha hecho hincapié en que la OTAN y el Gobierno de Afganistán mantienen 'una alianza duradera'.

'Este proceso está basado en las condiciones sobre el terreno, está basado en las estrechas relaciones con aliados y socios, está basado en los principios en los que todos coincidimos, y está basado en nuestro compromiso con la paz y la estabilidad en Afganistán', ha querido subrayar Rasmussen.