Este artículo se publicó hace 2 años.
Los países del sur ganan fuerza ante la UE con una postura común en materia energética
La IX Cumbre Euromediterránea, con España a la cabeza, mostró ante Von der Leyen una alianza de los países del sur de Europa para apostar por propuestas conjuntas para hacer frente a la crisis energética y garantizar la autonomía de la UE.
Alacant-Actualizado a
La IX Cumbre Euromediterránea celebrada este viernes con España como país anfitrión ha servido a los nueve países que conforman este órgano de discusión para ganar fuerza con propuestas comunes, en especial en materia energética, con las que reivindicarse ante la Unión Europea como grupo motor de influencia.
"Nosotros, los países del sur de la UE, aspiramos a promover respuestas europeas a los grandes retos que tenemos por delante", reza la declaración conjunta aprobada hoy en Alacant, donde la autonomía estratégica europea ha sido uno de los temas centrales del debate.
Aunque la situación económica de estos países es diversa, todos han abogado por unas normas fiscales en la UE que tengan como objetivo preservar la solidez de las finanzas públicas al tiempo que permitan una adecuada, gradual y realista reducción de la deuda de cada estado miembro.
El presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, ha pedido a la Unión Europea que escuche a los países del Mediterráneo porque representan el 45% de su población, tienen una renovada pujanza y aspiran a conseguir una mayor influencia en marco europeo como parte de la solución a los problemas generados por la guerra de Ucrania.
En comparecencia junto al resto de líderes asistentes a la IX Cumbre Euromediterránea, Sánchez ha recordado que los nueve países que forman parte de este grupo (España, Francia, Portugal, Grecia, Malta, Chipre, Eslovenia, Croacia e Italia) pueden "construir la agenda europea", tal y como han trasladado tanto a la presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen, como al presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, que han asistido como invitados.
Ha confiado además en que se pueda llegar un acuerdo "con ajustes" sobre la propuesta de la Comisión para fijar un precio máximo al gas, con un tope que sea "dinámico y efectivo" y ha afirmado que se ha acordado trabajar conjuntamente en esa dirección.
Por su parte, el presidente francés, Emmanuel Macron, al igual que previamente había hecho Sánchez, ha afirmado que la cumbre ha demostrado la "fuerza y la coherencia" de este modelo porque se ha llegado a una convergencia de criterios en temas tan importantes como el energético para el que se ha buscado una fórmula para mantener el tope al gas con medidas destinadas a evitar la volatilidad de los precios y la especulación.
El primer ministro de Portugal, António Costa, ha abogado por la implementación de un "instrumento estabilizador macroeconómico permanente" para garantizar la autonomía de la Unión Europea para realizar las inversiones estratégicas necesarias en el ámbito de la defensa o de la energía.
También al ámbito energético se ha referido el ministro de Exteriores italiano, Antonio Tajani, quien ha afirmado que Italia quiere ser un hub para resolver la situación en este ámbito y ha instado a trabajar de manera conjunta para llegar a "soluciones comunes" como "el momento complicado" de los Balcanes o el precio del gas.
El primer ministro griego, Kyriakos Mitsotakis, ha destacado el potencial que puede ofrecer la cuenta del Mediterráneo oriental como corredor energético, y en ese contexto mencionó las exploraciones de gas que está haciendo su país en el mar al sureste de la Península del Peloponeso y de la isla de Creta, mientras que el presidente de Chipre, Nikos Anastasiadis, ha apostado también por corredores energéticos alternativos.
Durante la mañana, y en el marco de la cumbre, los mandatarios de España, Francia y Portugal, junto con la presidenta de la Comisión mantenían un encuentro para avanzar en la futura interconexión energética verde entre la península Ibérica y Francia.
Un proyecto, bautizado ahora como H2Med, que incluye la conexión entre Barcelona y Marsella (Francia), de 455 kilómetros; y el tramo que conectará la localidad lusa de Celorico de Beira con Zamora, de 248 millones. La primera tendrá un coste de 2.500 millones de euros, que se espera puedan ser financiados hasta en un 50 % por Bruselas, mientras que la segunda llegará a los 350 millones de euros.
Los dos trazados formarán parte del "primer gran corredor de hidrógeno de la UE", una infraestructura que podrá transportar un 10% del consumo de hidrógeno en Europa para 2030, es decir dos millones del total de 20 millones de toneladas que se esperan.
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