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Pekín sabe hacer negocios

El potencial de la economía china despierta el interés de Latinoamérica

ANDREA RODÉS

'Es más importante estar en Pekín que en Nueva York', dijo a la prensa el presidente de Venezuela, Hugo Chávez, al llegar ayer a la capital china. El líder latinoamericano quiso justificar así su ausencia en la cumbre de las Naciones Unidas.

El objetivo de esta segunda visita de Chávez a Pekín en lo que va del año es conseguir aumentar las exportaciones de crudo venezolano a China, un país sediento de recursos energéticos, y reducir así la dependencia venezolana de Estados Unidos. A pesar del antiamericanismo de Chávez, EEUU sigue siendo el principal comprador de su petróleo, un crudo de baja calidad debido a su alto nivel de azufre. Las refinerías estadounidenses han invertido millones de dólares en el desarrollo de tecnologías para procesar este tipo de petróleo y pueden salir perdiendo si Venezuela desvía sus exportaciones de crudo a China.

Chávez anunció ayer un plan para desarrollar, en cooperación con Pekín, dos refinerías aptas para procesar crudo venezolano en suelo chino,  una flota petrolera y un proyecto de explotación en la reserva petrolífera de la Faja del río Orinoco. Por un lado, esto permitirá a Venezuela multiplicar sus exportaciones a China. Por otro lado, China no dependerá tanto del petróleo de África y Oriente Próximo.

Venezuela no es el único país latinoamericano que ya se beneficia de la exportación de gas y petróleo a China. También lo hacen Colombia, Trinidad y Tobago y Ecuador, según un estudio del Deutsche Bank (DB), citado en el número de enero de la revista YaleGlobal. 'América Latina ofrece un enorme atractivo para las economías emergentes con necesidad de importar recursos y bienes de consumo', observa Georg Caspary, economista del Banco Mundial.

Los datos del DB indican que Latinoamérica produce un 47% de la soja mundial, el 40% del cobre y el 9,3% del crudo, sin contar los yacimientos de la costa brasileña, aún por explotar. 'China necesita cada vez más estos recursos para sostener el ritmo de su industrialización y consumo privado', añade Caspary.

En cinco años, las importaciones de soja de Brasil y Argentina al gigante asiático se han multiplicado por diez. El 50% de las importaciones chinas de cobre proceden de Chile y Perú. Nicaragua exporta a China café, cacao y té. Cuba y la República Dominicana, níquel.

'Ya no somos el patio trasero de EEUU', insistió ayer Chávez. Según el estudio del DB, las inversiones chinas en países latinoamericanos, donde el gigante asiático no goza de tan mala imagen como algunos países occidentales, pronto representarán el 11% del total de sus inversiones directas en el exterior.


1.- Extraordinaria relación

El comercio entre China y Venezuela superará este año los 8.000 millones de dólares, 2.200 millones de dólares más que el pasado año. La relación es más fructífera para Caracas cuya balanza comercial favorable podría llegar en 2008 a los 400 millones de dólares. Uno de los proyectos estrella es el lanzamiento del primer satélite de telecomunicaciones exclusivamente latinoamericano, el ‘Simón Bolívar’, fabricado con tecnología punta china.

2.- Mejor con Chávez

Venezuela y China establecieron relaciones diplomáticas en 1974. Pero es a partir del triunfo electoral de Chávez en 1998 cuando ambos paises refuerzan sus relaciones comerciales de manera espectacular. Los proyectos bilaterales, en áreas tan diversas como la tecnológica y la agrícola, pasan de 20 a 249.

3.- Futuro prometedor

El área energética es la clave de  esta alianza comercial. Caracas exporta 350.000 barriles de crudo al año y planea aumentar el suministro a un millón en 2012. China construirá en Venezuela 200 fábricas de tecnología telefónica y software.

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