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Dos periodistas mexicanas son asesinadas por redes corruptas

Una de ellas trabajaba en una revista que reveló que se había amañado un concurso público

MAJO SISCAR

México es uno de los países más peligrosos para ejercer el periodismo. En lo que va de año han asesinado a ocho periodistas, las últimas dos este jueves en la capital mexicana. Los cuerpos de Marcela Yarce y Rocío González aparecieron tirados en un parque de la ciudad y completamente desnudos. Las dos mujeres estaban amordazadas, atadas de pies y manos, con golpes en el tórax y con una soga en el cuello con la que fueron asfixiadas.

Rocío González fue periodista durante 20 años para la principal cadena de televisión, Televisa, y ahora, aunque seguía colaborando con medios de comunicación, regentaba una casa de cambio en el Aeropuerto de México, por lo que la Fiscalía señala que el móvil del asesinato podría haber sido el robo. Sin embargo la saña con la que se cometió el asesinato, apunta a que el crimen podría estar relacionado con su trabajo periodístico.

Rocío González se reunió esa noche con su amiga Marcela Yarce, periodista fundadora de la revista Contralínea, que ahora trabajaba de gerente comercial del medio. Este magacín, especializado en la investigación de casos de corrupción, seguridad nacional, guerrilla y movimientos indígenas, ha sufrido un hostigamiento constante desde que apareció hace nueve años.

El acoso se incrementó a partir de 2007, después que una de las periodistas, Ana Lília Pérez, documentase la concesión de contratos del Gobiernomexicano a una empresa de gas a cambio de prebendas. A consecuencia de esta información, esta reportera sufrió amenazas de muerte. Desde entonces se suceden los juicios en su contra. La redacción de la revista ha sufrido también cuatro allanamientos.

El director de Contralínea, Miguel Badillo, no descarta que el crimen contra Yarde y González pueda estar relacionado con estos hechos. 'Estamos a la expectativa de las investigaciones de las autoridades, pero por un simple robo me extraña muchísimo que fuesen tan crueles', explicó a la emisora mexicana MVS.

Yarce desempeñaba un papel clave en el medio, porque como señala su director, 'era la encargada de buscar los recursos publicitarios para que la revista siguiese con su labor independiente'. Estas dos muertes asestan un nuevo golpe a la publicación y al periodismo mexicano, que ya ha perdido 81 reporteros desde el año 2000, más otros 13 que se encuentrandesaparecidos, sin que sus casos hayan sido resueltos por las autoridades.

La impunidad y la corrupción son dos problemas endémicos en este país, sumido en una constante ola de violencia.

Este doble crimen llega justo una semana después del atentado del Casino Royale en Monterrey, que acabó con la vida de 52 personas. La Fiscalía ha capturado a seis sospechosos del ataque, el último, el policía estatal Miguel Ángel Barraza. La detención se produjo gracias al video de las cámaras de seguridad que permitieron ver cómo en dos minutos y medio llegaron una decena de personas al lugar, le prendieron fuego y se marcharon sin más. El dueño del Casino, Raúl Rocha, huyó del país al enterarse de que lo buscaban las autoridades.

El atentado puso de manifiesto la tolerancia de las autoridades, que permiten la proliferación de las casas de apuestas, donde tradicionalmente se lava el dinero del narcotráfico.

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