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Perry lucha por salvar su candidatura tras su error

El contendiente republicano se quedó en blanco cuando, durante un debate televisivo, abogaba por eliminar tres agencias gubernamentales

ISABEL PIQUER

Rick Perry, el gobernador de Texas que irrumpió en la carrera republicana en agosto, luchaba ayer por salvar su candidatura tras quedarse en blanco en el último debate televisivo que enfrentó a los contendientes conservadores el miércoles en Michigan.

Fue un momento como pocos. 'Hay tres agencias gubernamentales que quiero eliminar', empezó diciendo Perry con la inquebrantable convicción del candidato que enuncia su programa, 'comercio, educación y la... ¿cuál es la tercera? A ver... comercio y veamos...', prosiguió el político que se estaba dando cuenta de que había perdido el hilo y no había forma de recuperarlo, 'la tercera, no puedo. Lo siento. Ups', reconoció después de buscar la respuesta en una de las chuletas que se había traído.

«Un fallo no va a marcar la campaña. Soy humano, como todo el mundo»

'La EPA' le sugirió uno de sus rivales, Mitt Romney, refiriéndose a la agencia de protección del medioambiente, 'La EPA no sería mala idea, pero no es eso a lo que me refería'. Momentos después, cuando el debate ya había pasado a otros asuntos, Perry se acordó finalmente de la agencia: la de Energía (especialmente importante para un estado petrolero como Texas).

Al finalizar el acto, Perry reconocía ante la prensa que 'había metido la pata' y que había sido un momento 'embarazoso'. Pero 'la gente entiende que nuestros principios conservadores son lo que realmente importa, no una serie de agencias que debemos eliminar'. Siguiendo en esa línea, su campaña intentó redefinir la metedura de pata como un 'momento humano' y 'auténtico' y ayer pedía en la página web del candidato que los simpatizantes se pronunciaran sobre la cuestión '¿qué parte del Gobierno federal preferían olvidar?'.

Ayer por la mañana, el gobernador aparecía en televisión para reparar los daños. Lo mejor en estas situaciones es recurrir al humor. Perry apareció sonriendo de oreja a oreja mientras volvían a emitir el patinazo. 'Soy humano, como todo el mundo', señaló en una entrevista en la cadena NBC, en la que descartó retirarse de las primarias republicanas. 'Un error no va marcar la campaña. Así que vamos a seguir hablando de lo que importa a la gente en este país', dijo a la CBS. 'Todos cometemos errores. Tuve un lapsus de memoria porque me venían a la mente tantas agencias federales que me olvidé de la que estaba pensando'.

Perry eclipsó a Cain, en la cuerda floja por las acusaciones de agresión sexual

¿Está Perry acabado? Los analistas debatían ayer todas las posibilidades y nadie se atrevía a hacer pronósticos. El problema es que el gobernador necesitaba brillar para compensar sus intervenciones escasamente memorables en anteriores debates. Y compensar también el discurso que pronunció el 28 de octubre en New Hampshire y que se convirtió en una sensación en internet. El político aparecía extrañamente alegre, haciendo bromas sin mucho sentido. La campaña tuvo que desmentir que estuviera ebrio o bajo la influencia de calmantes.

Lo cierto es que el aura que rodeó a Perry cuando presentó su candidatura en agosto, el último contendiente en hacerlo, se ha ido desintegrando a una velocidad insospechada. La única ventaja que tiene ahora el gobernador es su cuantioso botín electoral, estimado en unos 15 millones de dólares, que piensa gastarse en una amplia campaña televisiva.

Lo más irónico del debate de Michigan es que debía contar con otro protagonista: Herman Cain, que estas semanas se ha enfrentado a varias acusaciones por acoso sexual, ocurridas a finales de los noventa. Era el primer debate de Cain tras el escándalo. El lapsus de Perry le salvó.

 

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