PARÍS.- Los sindicatos de pilotos de Air France confirmaron este jueves su convocatoria de huelga de cuatro días a partir del sábado por razones internas a la empresa, mientras los paros contra la reforma laboral van a continuar mañana en trenes y en servicios de recogida de basuras de grandes ciudades francesas.

El presidente de Air France, Frédéric Gagey, subrayó en conferencia de prensa que se va a intentar minimizar el efecto de la huelga, del 11 al 14 de junio, y avanzó que tendrán que suprimir del 20 al 30% de los vuelos el sábado, es decir, un día después de la jornada inaugural de la Eurocopa de fútbol. El detalle de los vuelos cancelados debería conocerse mañana por la mañana.

El Sindicato Nacional de Pilotos de Línea (SNPL, primera central de este colectivo en la aerolínea), se quejó de que el protocolo propuesto por la dirección al término de la negociación la pasada noche no contiene más que "algunos avances mínimos" y de que Gagey prefiera gestionar la huelga en lugar de evitarla.

El SNPL y los otros sindicatos denuncian, en particular, la política de la empresa, que a su juicio está favoreciendo a sus socios de KLM en detrimento de Air France por los menores costos (en términos de impuestos y tasas aeroportuarias en Holanda).

En los trenes, buena parte de las asambleas de trabajadores de la Sociedad Nacional de Ferrocarriles (SNCF) que se celebraron esta mañana volvieron a decantarse por continuar mañana viernes el paro por décimo día consecutivo, pese a que la tasa de huelguistas -según la dirección de la compañía- bajó hoy todavía más (un 7,9%, después del 8,3% el miércoles y el 8,5% el martes).

En espera de que la SNCF publique al final de la tarde sus previsiones de tráfico para mañana, el impacto en términos de decenas de trenes suprimidos cada día se explica porque el porcentaje de huelguistas se ha mantenido muy alto entre los conductores (en torno al 60% al comienzo de la semana).

Otro de los sectores que mantienen la presión contra el Gobierno para reclamarle la retirada del proyecto de ley para la reforma laboral, que a partir de la semana próxima continuará su tramitación parlamentaria en el Senado, es el de la recogida y tratamiento de basuras.

Así, los trabajadores del centro de Ivry sur Seine en las afueras de París -la mayor planta de tratamiento de residuos de Francia-, decidieron continuar mañana el parón de la actividad.

Eso dificultará la iniciativa del Ayuntamiento de la capital, que para esquivar el paro de los empleados municipales de la recogida de basuras -que está causando la acumulación de contenedores desbordados a la vista de todos en la calle, con los olores consecuentes- pretendía recurrir a empresas privadas que hacen ese mismo servicio.

El secretario general de la Confederación General del Trabajo (CGT), Philippe Martínez, aseguró este jueves que su sindicato -el que lidera las protestas- quiere que la Eurocopa de fútbol sea "una verdadera fiesta popular tanto en los estadios como en las zonas de hinchas".

"No estoy seguro de que bloquear a los aficionados sea la mejor imagen que se pueda dar de la CGT", comentó en una frase críptica Martínez durante un congreso de una sección sindical durante el que insistió en que "la pelota está en el campo del Gobierno desde hace tres meses".

El Ejecutivo, por su parte, siguió con sus mensajes de denuncia de la actitud de la CGT, y buena muestra fueron las declaraciones de la ministra de Ecología, Ségolène Royal, quien dijo que "no es posible que un país moderno siga en el desorden permanente", que causa "un verdadero perjuicio a todas las empresas".

Royal, en una entrevista al canal iTélé, reclamó la continuidad efectiva de los servicios públicos y calificó las huelgas actuales de "ideológicas". El titular de Finanzas, Michel Sapin, hizo notar que no es el momento de hacer huelga ahora que hay signos de recuperación del empleo, como lo muestran que entre el primer trimestre de 2015 y el mismo periodo de este año se han creado en Francia 160.000 puestos de trabajo en el sector privado.