Este artículo se publicó hace 17 años.
El pistolero de Nebraska acababa de perder su trabajo en el McDonalds
Robert Hawkins, el joven de 19 años que mató a nueve personas y se suicidó en un centro comercial acababa de perder su trabajo yde romper con su novia, y su familia le había echado de casa.
Acababa de perder su trabajo en el McDonalds, de romper con su novia, y su familia le había echado de casa.
Robert A. Hawkins, el joven de 19 años que mató a nueve personas y se quitó la vida en un centro comercial de la ciudad de Omaha, era “un chico problemático”.
Así lo confiesa Debora Maruka-Kovac, la madre de unos amigos que quiso ayudarle. Hawkins había interrumpido hacía un par de años sus estudios en el Instituto Papillion-La Vista.
Tras una temporada sin residencia ni ocupación estable, se fue a vivir a casa de sus amigos en Bellevue, una ciudad próxima a Omaha.
"No me lo puedo creer, aún no me lo puedo creer, él era íntimo amigo de mis hijos desde la escuela”, declaró Debora al canal de televisión KETV. “Tenemos dos chicos y pensamos qué más da otro si podemos ayudar”, añade aún consternada por el tiroteo del miércoles.
Ella y su marido decidieron acogerle en su casa para que tuviera un hogar “donde se sintiera a salvo”.
Hawkins tenía antecedentes policiales. Hace un año pasó una semana en prisión por consumo de drogas. La última vez que Debora le vio con vida pensaba que iba a recoger sus gafas. Cuarenta minutos antes del tiroteo, la llamó para decir que sentía mucho ser una carga. También le dio las gracias por haberle acogido, y le contó por primera vez que le habían despedido en el McDonalds.
"Traté de convencerle para que volviera a casa, que resolveríamos los problemas”, pero Robert la respondió que ya era demasiado tarde y que había dejado en casa unas notas explicando el porqué.
En ellas había escrito: “Voy a irme a lo grande”. Acto seguido, Debora llamó a la madre de Hawkins y a la Policía. “Poco después había reportajes en todas partes hablando del tiroteo”, explica. Hawkins utilizó un fusil de asalto SKS que pertenecía a su padrastro.
Armado con él, vestido con un chaleco militar y con el pelo rapado al cero, interrumpió las compras navideñas de los clientes del centro comercial Westroads Von Maur a la 13:42 de la tarde. Abrió fuego en la segunda y tercera planta, donde finalmente se suicidó, según la versión de la portavoz de la Policía local: “La mayor parte de los tirosse produjo frente a una caja registradora”.
"No podemos creer que haya llegado tan lejos. Era un chico de buen corazón”, lamenta el matrimonio Maruka-Kovac
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