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La Policía británica no esconde su irritación con el Gobierno

Los jefes policiales se consideran menospreciados por el Ejecutivo

IÑIGO SÁENZ DE UGARTE

Las tensiones entre el Gobierno y la Policía británica han llegado a un punto sin precedentes. La razón es Bill Bratton, exjefe de Policía de Nueva York y Los Angeles, y nuevo asesor de David Cameron. Si no fuera norteamericano, es probable que el Gobierno ya le hubiera nombrado jefe de Scotland Yard.

Los jefes policiales se consideran menospreciados por el Gobierno por creer que alguien de fuera pueda darles lecciones. Quien se ha mostrado más enfurecido es Hugh Orde, candidato al puesto de Scotland Yard: 'No estoy seguro de que quiera aprender sobre bandas de una zona de EEUU que tiene 400 de ellas'.

Bratton tuvo mucho éxito en ambas ciudades norteamericanas en su lucha contra las bandas criminales. Los mandos policiales afirman que el estilo policial norteamericano no tiene nada que ver con lo que se ha hecho durante décadas en Reino Unido. La idea que tanto gusta al Gobierno de que las bandas deberían temer a los policías hace pensar en un estilo más agresivo que quizá choque con la Convención Europea de Derechos Humanos, que por otro lado no cuenta con muchos partidarios entre los conservadores.

Los mensajes de Cameron en favor de la 'tolerancia cero' también molestan a los mandos policiales. El comisario jefe de West Midlands los ha llamado 'eslóganes vacíos'. La Policía no reconoce la descripción atroz que hace Cameron de la seguridad en las calles británicas. Las cifras oficiales sobre delincuencia estaban en mínimos históricos antes de la violencia de agosto. En el último año, sí hubo un 14% de aumento de los robos en hogares, pero la cifra del año anterior había sido la más baja de los últimos 30 años.

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