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Siete republicanos que la lían
cada vez que hablan

Inmigración, matrimonio homosexual, calentamiento global, guerras... Son algunos de los temas con los que los conservadores de EEUU entran a saco, especialmente cuando se acercan las elecciones

El republicano Donald Trump, en una imagen de archivo. REUTERS

MADRID.- Donald Trump, el republicano que encabeza todos los pronósticos para ser el candidato a la Casa Blanca, parece haber encontrado la forma de ganar popularidad con una fórmula que no es nueva entre los conservadores americanos: soltando la primera barbaridad que se le viene a la cabeza. Y, a juzgar por las encuestas, le funciona. El mismo día que anunció su candidatura calificó a los inmigrantes mexicanos de "drogadictos y violadores", y desde entonces no ha parado. 

Para el magnate americano, el cambio climático es "una mierda creada por los chinos para hacer a la industria americana no competitiva". Su visión de las relaciones internacionales tampoco decepciona. Así explicaba el poder que ha alcanzado el Estado Islámico: "Tienen el petróleo que, cuando abandonamos Irak, yo ya dije que teníamos que haberles quitado"

Pero Trump no solo ve enemigos en lejanos continentes. Sobre el también republicano John McCain, un prisionero de guerra torturado en Vietnam, declaró que "no es un héroe de guerra. Es un héroe de guerra porque le capturaron. Me gusta la gente a la que no le capturan”.

Y es que entre el partido conservador estadounidense parece haberse instalado la norma de que un político no puede progresar en su carrera si no protagoniza de vez en cuando una polémica. Especialmente si, como sucede ahora, la formación se encuentra inmersa en unas primarias para buscar a un nuevo líder. Las guerras internas siempre aumentan la creatividad de los aspirantes.

Donald Trump es solo el último de una larga lista de políticos republicanos que han dado el salto a la fama por sus estrambóticas ideas y propuestas sobre temas como la guerra, la religión o las mujeres.

Sarah Palin, enviando soldados en nombre de Dios

Sarah Palin

Sarah Palin, gobernadora de Alaska entre 2006 y 2009, y que llegó a presentarse al puesto de vicepresidenta en las elecciones generales, es el ejemplo perfecto de que en el partido republicano cualquiera puede llegar muy lejos si se camufla la ignorancia con una buena dosis de frases grandilocuentes que exalten el orgullo patrio americano.

Palin, a la que una periodista preguntó qué periódicos leía y no supo decir el nombre de uno solo, quizás no destaque por sus conocimientos en geografía, ya que llegó a hablar de Afganistán como un país "vecino" con fronteras limítrofes con EEUU, pero sí lo hace por sus convicciones religiosas. 

La exgobernadora reinterpretó a lo Hollywood las palabras de la Biblia -la cual, según ella, debería ser la base de las leyes y la política de EEUU- cuando aseguró que "nuestros líderes envían soldados a otros países porque es una misión de Dios".

Bachmann pedía sumisión a los contribuyentes y, de paso, a las mujeres

La congresista Michelle Bachmann, que aspiró a liderar el partido en las primarias de 2012, tiene mucho en común con Palin. Y no solo porque dijese que Libia no está en África, sino sobre todo por su peculiar visión de la religión y la política.

Michelle Bachmann

Para intentar convencer a los que la escuchaban durante un discurso de que era necesario pagar impuestos aunque no se quisiera, Palin hizo un curioso paralelismo con el modo en que las mujeres tienen que obedecer a los hombres aunque sea en contra de su voluntad: "Sed sumisas esposas, debéis ser sumisas con vuestros maridos", afirmaba que eran las palabras de Dios al respecto.

Su opinión sobre el cambio climático va en línea con la de muchos republicanos: "Se pinta al dióxido de carbono como un gas nocivo, pero no hay ni un solo estudio que pueda probar que es perjudicial". No sabemos si así cosecharán muchos votos entre los ecologistas.

Ronald Reagan: "Los árboles contaminan más que los coches"

Las perlas de los republicanos han llegado hasta la Casa Blanca de la mano del presidente Ronald Reagan, que ocupó el cargo desde 1981 hasta 1989. Reagan dejó para el recuerdo varias frases como muestra de las cualidades habituales de los republicanos más deslenguados. "Los árboles contaminan más que los coches", revelaba el presidente en contra de cualquier evidencia científica.

Sobre una gira que realizó por los países latinoamericanos, confesó: "He aprendido mucho. Fui a descubrir y a conocer lo que piensan, y os sorprendería [lo que aprendí]: ¡Son todos países individuales!".

Schwarzenegger y Carson se lían hablando del matrimonio homosexual

Arnold Schwarzenegger.

Arnold Schwarzenegger dio el salto a la política en 2003 convirtiéndose en el gobernador de California, tras una larga y exitosa carrera en Hollywood y en el culturismo. Quizás por ese aura de estrella de cine, Governator quiso distanciarse de las anticuadas posturas de su partido sobre  los homosexuales mostrando su apoyo público a las uniones gays, aunque lo hizo con una explicación algo confusa. El actor declaró que respaldaba el matrimonio homosexual, aunque creía que "debería ser entre un hombre y una mujer". Y no, no piense que hay una errata, esas fueron sus palabras textuales en 2003. Algunos todavía están intentando encontrarles sentido.

Algo parecido debió pasarle al médico y político Ben Carson, que cuando le preguntaron si ser gay era una elección, respondió: "Absolutamente, porque mucha gente que va a la cárcel, entra siendo normal, y cuando salen son gays, así que algo debió de suceder cuando estaban allí, ¿no?".

Limbaugh, obeso, culpó a los que hacen deporte de sobrecargar la sanidad

Rush Limbaugh es un locutor de radio al que los propios republicanos otorgaron el título de "Miembro honorario del Congreso" cuando ganaron las elecciones de 1994, en reconocimiento a los méritos que había hecho para tal victoria con su descarado apoyo al partido desde su altavoz mediático.

Rush Limbaugh

Limbaugh, una de las caras más populares de los 90 en el país, tenía grandes soluciones para los problemas del país: sobre las armas nucleares, aseguraba que "la única manera de reducir su número es usarlas". También identificó con precisión los males de EEUU en materia sanitaria. ¿La exclusión de millones de personas de la atención médica? No precisamente. "Los que hacen mucho deporte son los que están sobrecargando nuestro sistema sanitario", afirmaba rotundo el showman, cuyo peso rondaba por aquel entonces los 135 kilos.

La capacidad del orondo presentador para hacer amigos no tiene límites. Sobre las feministas, Limbaugh tenía claro cuál es su papel: "El feminismo se estableció para permitir a las mujeres poco agraciadas un acceso más fácil a la sociedad"

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